«Hay que llamar a la Policía para denunciar la contaminación»

ASTURIAS

Reunión de los vecinos de Gijón, alarmados por la contaminación.Reunión de los vecinos de Gijón, alarmados por la contaminación
Reunión de los vecinos de Gijón, alarmados por la contaminación

La plataforma gijonesa contra la polución insta a los ciudadanos a poner denuncias y buscará apoyos para su campaña de movilizaciones en otros concejos

11 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Ángela Menéndez, vecina de Veriña y miembro de la Plataforma contra la Contaminación de Xixón, llena cada semana un bote de partículas de color negro y brillante que recoge con la escoba en su casa. No es ni mucho menos la única que lo hace en la zona oeste de Gijón, pero a finales del año pasado, decidió denunciar su situación en la propia Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, con el resultado de que se abrió un expediente con su caso y se colocó un captador de partículas en su vivienda. «Me dijeron que estaban hartos de escuchar las denuncias en la prensa y que a ellos nadie les hacía llegar una denuncia para abrir un expediente y poder ponerse a trabajar», explicaba ayer al medio centenar de asistentes a la asamblea que la plataforma contra la contaminación atmosférica celebró en el Ateneo de La Calzada. «Hace 15 días que se llevaron el captador y no sé nada más», dijo, explicando que las placas solares de su vivienda han quedado inservibles, según el técnico que intentó arreglarlas, «por la cantidad de sedimentos que han acumulado». Por ello, puso otra denuncia en el juzgado de guardia y, «ya a la desesperada», ayer mismo enviaba un exhaustivo dossier con todo tipo de información, fotografías y artículos de prensa de los últimos diez años al Defensor del Pueblo en Madrid. 

Estas son tres maneras de que al menos quede constancia documental y oficial de los daños materiales que causa la contaminación atmosférica de Gijón, que en el último año se ha visto y se ha palpado con más virulencia «que nunca» como explicaron varias voces en la asamblea. Otras maneras, como insistió Inés Prada, es llamar al 092, el teléfono de la Policía Local para entrar en contacto con su unidad medioambiental, la denominada Policía Ambiental, y poner la correspondiente denuncia como ya han hecho varios miembros de la plataforma. «Como ciudadanos tenemos derechos porque nadie nos va a regalar nada. Hay que lamar a la Policía Ambiental para denunciar la contaminación», insistió. Al igual que en la Policía Nacional, que abre expediente del caso y lo remite a la Guardia Civil. El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Gijón, Adrián Arias, también propuso y se comprometió a que su entidad realice un modelo común de denuncia para hacerla llegar a los buzones de las viviendas de la zona oeste como una de las medidas de la campaña de carácter ciudadano que la Plataforma contra la Contaminación de Xixón iniciará en próximas fechas. 

En esa campaña, además de presentar alegaciones contra el proyecto de las baterías de coque de Arcelor, se realizarán movilizaciones, charlas informativas y se tratará de abrir lazos de conexión con el resto de colectivos y asignaciones que luchan contra la contaminación en el resto de Asturias para organizar una gran movilización de todos los concejos afectados. Hay dos fechas clave por delante: el próximo 26 de enero, día mundial de la educación ambiental, y el 28 de enero, que también es el día mundial por la reducción de emisiones de CO2. La próxima semana se concretarán las acciones que se llevarán a cabo. 

Mapa contaminación.Mapa contaminación
Mapa contaminación

«Desde luego cuando más se nota la contaminación es por la noche», aseguró Ángela Menéndez, «por el día ves columnas de humo blanco y, en cuanto oscurece, son negras. El día de Reyes a las dos de la mañana estaba la zona invadida por una nube negra enorme. Gijón no cuenta como ciudad contaminada porque las estaciones de medición de la calidad del aire no tienen la ubicación que deberían tener», insistía. En cualquier caso, anteanoche, como se puede apreciar en la fotografía adjunta, el color verde de otras ocasiones era sustituido por el peligroso rojo al superarse muy por encima los niveles de contaminantes recomendados por la Organización Mundial de la Salud en las estaciones de Gijón, y en las del resto de Asturias.

En la asamblea quedó muy claro que debe visibilizarse el problema de la contaminación en Gijón en vista de que no solo es un «problema que venimos arrastrando desde hace 50 años, sino que además se está agudizando», como reiteró José Luis Rodríguez Peón. «La gente tiene que dar el primer paso y la única manera que tenemos de hacerlo es movilizándonos para presionar a las administraciones, que son las que tienen que garantizar que esto no suceda. Y, aunque el epicentro del problema esté en la zona oeste, Gijón está solo a tres kilómetros y todos estamos afectados».

«Encubridora de lo que está pasando en Asturias con la contaminación»

Adrián Arias también propuso que, dentro de las movilizaciones y a propósito de las baterías de coque, se «recalque con rotundidad que no estamos en contra de la industria, sino a favor de que se cumplan las normas medioambientales, que es responsabilidad de la Administración regional». En este sentido, propuso planificar un acto en el que precisamente se señale a la consejería del ramo como «principal responsable y encubridora de lo que está pasando en Asturias con la contaminación».También recordó que próximamente recibirá datos de hospitalizaciones para contrastar los picos de la contaminación -que cualquiera puede visualizar en internet- con los picos de atención primaria. 

Otras voces en la asamblea plantearon incidir en una campaña de concienciación que haga ver a los ciudadanos de Gijón los efectos adversos que la contaminación atmosférica tiene en la salud, sobre todo en niños y en personas mayores. Un ejemplo: el estudio Health at a glance (Panorama de la salud): Europa 2015, elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en colaboración con la Comisión Europea y que recopila indicadores clave de la salud en 36 países europeos, relaciona de forma directa con la contaminación atmosférica con cerca de 500.000 muertes en 2012 e indica que una quinta parte de la población de la Unión Europea vivía en 2013 en zonas en las que se superaban los niveles recomendados de micropartículas. 

«Lo que me estoy encontrando todos los días en la terraza de unos meses para acá no lo había tenido en la vida», aseguró otro vecino de La Calzada que asistió a la asamblea con una muestra de las partículas negras y brillantes que dice recoger a diario. «Y además va ampliándose, porque los coches en Moreda ya aparecen como hace un año lo hacían en el Lauredal». Otro asistente resumió uno de los grandes temores que tienen quienes son conscientes de la calidad del aire que respiran: «Si se convocan movilizaciones y no viene nadie, habrá que asumir que la gente quiere seguir respirando mierda».