¿Hay trabajo en Asturias para 700 nuevos docentes al año?

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

Concentración de interinos docentes frente a la Junta General.Concentración de interinos docentes frente a la Junta General
Concentración de interinos docentes frente a la Junta General

Expertos, sindicatos e interinos reclaman el final del tapón generado por la falta de contrataciones durante la crisis. Las jubilaciones masivas del próximo lustro obligan a preparar el relevo generacional. La Universidad ultima un estudio de inserción

13 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi 60.000 al año en España. Alrededor de 700 en Asturias. Ese es el número de jóvenes que cada año consiguen una titulación que les acredita para ejercer alguna de las modalidades docentes. ¿Hay en el Principado trabajo para 700 nuevos docentes al año? ¿Puede el mercado absorber ese número de graduados o están condenados a peregrinar por bolsas de interinos durante cursos y cursos antes de resignarse a trabajar en otra cosa? Después de legislaturas de malas noticias, esta semana acaban de recibir la mejor. El Gobierno ha sentado las bases para pactar en la Conferencia de Presidentes Autonómicos el fin de la tasa de reposición de empleados públicos en sanidad y educación. Eso permitiría contratar según las necesidades reales, sin límites. Expertos universitarios, interinos y sindicatos reconocen que la cifra de egresados es abrumadora pero ponen sobre la mesa una respuesta coyuntural. El 50% de los docentes de la escuela pública tienen más de 50 años y están a punto de jubilarse. Es un momento clave para tener listo el relevo generacional.

Las últimas cifras oficiales las acaba de publicar el Ministerio de Educación. En Asturias, 331 terminaron alguno de los grados de magisterio, 168 consiguieron el máster de Secundaria y 165 concluyeron con éxito el ciclo de técnico superior de Educación Infantil, que faculta para trabajar en el 0 a 3 años. Además, otros 33 terminaron el segundo ciclo de magisterio que cursan los que están homologando su carrera con Bolonia. Todos juntos suman 607. Por detrás vienen muchos más. Hay 1.735 matriculados en Magisterio. En FP, 624 más.

Una facultad modesta

El decano de Formación del Profesorado, Juan Carlos San Pedro, vive la avalancha desde la primera línea. San Pedro, que además es presidente de la conferencia de decanos, reconoce que el número es elevado pero no tan escandaloso como en otras comunidades. La facultad tiene un tamaño pequeño, similar a las de Cantabria o País Vasco. No ocurre lo mismo en Andalucía, con varias facultades de gran tamaño, que puede llegar a titular miles. De hecho, la citada estadística del ministerio los cifra en casi 10.000. También el máster de Formación del Profesorado tiene un volumen manejable, con 180 plazas. «Hay otros con miles», argumenta. A todo esto se suma que la Universidad de Oviedo ya ha implantado números clausus en estas carreras. «Eso no tiene tanto que ver con la inserción laboral como con los medios de que disponemos para conseguir una educación de calidad», explica.

Sin embargo, la facultad sí está preocupada por saber cómo está el mercado laboral y qué ha pasado con sus exalumnos. Por esa razón está iniciando un trabajo de investigación en colaboración con la Consejería de Educación para realizar un seguimiento y averiguarlo. La tarea es ardua porque no solo trabajan en el Principado, muchos se colocan en otras comunidades e, incluso, en el extranjero, gracias a los planes de acción en el exterior. Tampoco parece homogénea la inserción por grados. No es lo mismo Pedagogía, que Magisterio por Primaria o por Infantil o el máster de Secundaria. Ni siquiera su perfil profesional es el mismo. Pedagogía parece más abierta a ocupaciones diferentes.

«No hace mucho los alumnos de Medicina se quejaban de la proporción de plazas en las facultades con respecto a las plazas disponibles en el MIR, porque era casi de dos a una y muchos se quedaban fuera. Qué nos van a contar a nosotros si nuestros ratios en oposiciones siempre ha sido muy superior», explican San Pedro. El decano cree que, en la actual coyuntura, la clave está en preparar el relevo generacional. Coincide con la visión de Cristina Fernández Comins, significada portavoz del colectivo de interinos en Asturias, o con Gumersindo Rodríguez, presidente de ANPE. La necesidad no solo llega por las masivas jubilaciones que se esperan en los próximos años. Al mismo tiempo es importante el cambio en el modelo educativo que reclama la sociedad. «Esta generación está llamada a protagonizar ese cambio», insiste San Pedro.

Adiós al tapón

Gumersindo Rodríguez señala que en el próximo quinquenio saldrán del sistema educativo más de 200.000 docentes y que todos deben estar preparados, desde las administraciones a las universidades. El presidente de ANPE cree que el fin de la tasa de reposición es la mejor noticia. No habrá sitio para todos los graduados, pero también es cierto que muchos encaminan sus pasos en otras direcciones. «El sistema actual es muy exigente. Acceder a la función docente es una carrera de fondo, de resistencia. Tal y como está montado la experiencia se consigue después de la facultad», argumenta. Su idea es que el Principado elimine todas las limitaciones ya y contrate las casi 1.000 vacantes que tiene disponibles. A más largo plazo, habla de prestigiar la carrera profesional, de implantar un modelo aún más exigente e incentivado, al que accedan los mejores, como pasa en Medicina. Matiza que las oposiciones ya eligen a los mejores, pero que hay que buscar otro sistema más justo. Promocionar la carrera en vertical, con escalafones superiores dentro del mismo cuerpo, como sería crear grupos de tutorización de otros profesores, para aprovechar la experiencia generada; y la carrera en horizontal, con varios niveles de acreditación en función de las publicaciones, la investigación, el desempeño... Esto sería una revolución absoluta del actual modelo.

Fernández Comins entiende que hay que crear un modelo justo a medio y largo plazo, en el que se premie la experiencia pero se deje la puerta abierta a los nuevos graduados. Pero ahora mismo la prioridad es acabar con el tapón que se ha generado durante años y que ha atrapado a centenares de docentes en Asturias y en España. La crisis y el bloqueo de plazas, además del abuso del sistema de interinos, en el que las administraciones prefieren no sacar las vacantes a concurso para tener más libertad para amortizarlas ha disparado la temporalidad hasta el 30%. La portavoz del colectivo señala que hay que dar una salida a todos los profesionales que llevan años sosteniendo la educación pública. Primero se deben hacer unas oposiciones con todos los puestos reales que no tienen dueño. Luego habría que afrontar con tiempo el relevo generacional. También ve necesario recuperar las 18 horas lectivas semanales en lugar de las 21 actuales. Esto permitiría que los centros tuvieran plantillas ajustadas.

Alternativas

¿Sería suficiente para absorber los 700 graduados en ramas docentes de la Universidad de Oviedo? Juan Carlos San Pedro está convencido de que cuando terminen el estudio de inserción laboral los resultados serán sorprendentes en positivo. Aún así reconoce que la facultad tiene una tarea pendiente, una labor tutorial relacionada con la empleabilidad, en la que los alumnos puedan ver otras salidas laborales al margen de las que están puramente vinculadas al aula. Pone un ejemplo para aclarar esta tarea. Las asignaturas relacionadas con la lectura, la escritura y la comunicación pueden habilitar para trabajar en empresas que elaboren materiales docentes. «Pedagogía es un grado con un abanico ya de por sí más amplio», comenta el decano.

Cristina Fernández Comins  explica que la falta de salidas laborales en otras carreras empujó a muchos a dar clases. Cuenta su caso particular. Hizo el doctorado y hubiera querido seguir investigando y hacer carrera universitaria pero los recortes de fondos la llevaron por el camino de la docencia. Esta interina está convencida de que si la gestión de personal se ajusta a las necesidades reales, si se perfilan los puestos de las secciones bilingües, si se reducen las horas lectivas de 21 a 18, se acabará con el tapón formado en las listas y se podrá negociar un sistema transparente, equilibrado y justo para todos, los que tienen experiencia y los que salen con ganas de comerse el mundo y con las últimas técnicas pedagógicas.

Gumersindo Rodríguez no se muestra tan preocupado por el número de graduados anuales como por la necesidad urgente de diseñar una carrera profesional de principio a fin, con un modelo parecido al MIR, del que formen parte los mejores, desde el inicio, con notas de corte elevadas. Debería regular el acceso a la función pública y guiar la carrera profesional hasta la jubilación, con tutores. Eso podría regularlo el Estatuto Docente que está por negociar con el Ministerio de Educación. No obstante, el presidente de ANPE deja claro que ya existe un periodo de prácticas, que se cumple durante un curso después de aprobar las oposiciones. La aprobación de este nuevo sistema y el fin de las limitaciones en la reposición, que permitan cubrir todos los huecos que dejan las jubilaciones sería una revolución suficiente para todos.