Los franquistas vendían armas a los guerrilleros a cambio de oro

G.G. OVIEDO

ASTURIAS

Franco en Tarna junto al Coronel Aranda
Franco en Tarna junto al Coronel Aranda

Los «papeles de la CIA» demuestran los movimientos del mercado y las triquiñuelas utilizadas

09 sep 2022 . Actualizado a las 12:45 h.

El topo o los topos inflitrados en España que revelaban datos a la inteligencia norteamericana cuentan que los guerrilleros estaban desesperadamente necesitados de armas, munición y dinero. Y a continuación hacen un largo y detallado inventario de las armas de que disponían los asturianos: rifles de caza, subfusiles, una pequeño cañón «naranjero», algunas armas británicas y lo más curioso, «munición (…) que se puede obtener fácilmente de las fuerzas franquistas pagando con oro», un método que, indica, también usaron los socialistas. Además de otras armas menores, señalan, tenían granadas defectuosas que no explotaban al lanzarlas. Un ejército andrajoso en cuanto al armamento, vaya. Así aparece en los papeles que acaba de desclasificar la CIA.

Si la información fue compartida más tarde con las fuerzas franquistas o no, sería objeto de estudio. Es probable que la CIA no se fiara del todo de los fascistas tan sólo tres años después de terminar la Segunda Guerra Mundial, a pesar de la guerra fría.  Lo cierto es que el topo habla de los líderes guerrilleros y su localización con todo lujo de detalles: La descripción del aspecto físico de Cagijal, su cuartel general en Peña Mayor, que, dice “probablemente se refiere a la región entre Cangas de Onís y Mieres. (aquí hay un detalle también curioso: la máquina de escribir de la agencia no tiene letra ñ y hubo que añadirla a mano). Y cita al lugarteniente de Cagijal, así como a Manolín Fernandez el peque, Aladino Suárez El draque, Andrés Llaneza El Gitano,  Canol (sic) Fernández en Monte Sebares  y Marcelino Fernández Fernández, jefe en Cangas de Onís. Llama la atención que el redactor del informe, presunto controlador del topo, separa las palabras de esta localidad con guiones, como se acostumbra a hacer en Francia con los nombres compuestos de las localidades, lo que sugiere que antes hubiera operado encubiertamente en el país vecino… o que los informes se elaboraron en Francia.

Y añade: «Estas guerrillas son las únicas que quedan en la montañas de Asturias. Hay algunos elementos izquierdistas escondidos en sus casas o las de sus parientes, que prefieren estar escondidos a la dura vida en las montañas».