Siniestro recuento: Doce delfines muertos en menos de 20 días

Elena G. Bandera
E. G. Bandera GIJÓN

ASTURIAS

Imagen de un delfín que murió varado entre las piedras en la costa asturiana.Imagen de un delfín que murió varado entre las piedras en la costa asturiana
Imagen de un delfín que murió varado entre las piedras en la costa asturiana JUANJO ARROJOCEPESMA

El Cepesma solicitará una reunión con responsables del Ministerio de Medio Ambiente para poder recuperar la red de varamientos, que lleva un año inactiva

24 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Al menos una docena de delfines han aparecido varados en lo que va de mes en la costa asturiana. «Algunos llegaron vivos y murieron en la arena sin atención, y todos quedaron tirados durante varios días, incluso semanas, sin que fuesen retirados», explican desde la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma), cuyos miembros darán un paso más para poder recuperar la red de varamientos que quedaba inoperativa hace justo un año solicitando una reunión con responsables del Ministerio de Medio Ambiente. «La red de varamientos de Cepesma figura como tal en la estrategia de conservación marina del ministerio y ha sido anulada por la consejera con el resultado que ya estamos viendo», indica Carlos Solares, voluntario de Cepesma que en junio del año pasado entregaba 83.000 firmas en la Consejería de Medio Ambiente para reclamar que se retomara la colaboración del Principado con esta red que llevaba 20 años activa.

De la la docena de delfines muertos en lo que va de año, tres aparecieron en Llanes, dos en Tapia de Casariego, otros dos en Castrillón, un par más en Luarca y tres últimos ejemplares en Verdicio, Villaviciosa y Colunga. Uno de los últimos aparecía el pasado jueves en la playa de Cuevas del Mar con un papel que, según indican en el Cepesma, rezaba «no tocar, pasaremos a recogerlo». Solares, a través del colectivo Fauna Urbana de Gijón (colaborador del Cepesma), abría ayer una nueva campaña de recogida de firmas en change.org para solicitar al Ministerio que se ponga fin a la muerte de animales marinos en las costas asturianas. «La decisión de dejar inspirativa la red de varamientos sin tener alternativas viables para la atención de la fauna marina, sin medios adecuados ni personal formado, está teniendo como resultado un verdadero desastre de cadáveres tirados en las playas», explican desde el Cepesma. 

También recuerdan que el pasado junio todos los grupos políticos de la Junta General aprobaban por mayoría absoluta una proposición no de ley en la que se instaba a retomar de inmediato la colaboración con la red de recogida de animales varados del Cepesma y que, ante la falta de noticias por parte del Gobierno socialista, se iniciaba una recogida de firmas que, en la actualidad, suma casi 90.000 apoyos. En octubre, el grupo parlamentario de IU planteó una pregunta sobre el cumplimiento de dicha proposición no de ley sin que, hasta el momento, haya habido respuesta. 

Nueve delfines muertos en 2016

A lo largo de 2016, primer año de 20 sin la red de varamientos, el balance que consta en el Cepesma fue el de siete delfines muertos «sin atención», otros dos fallecidos «con atención inadecuada», una foca liberada con «atención inadecuada» y otra más liberada «sin tener en cuenta que su estado aún no era el adecuado». De todo ello, y de los cadáveres que han ido apareciendo este primer mes de 2017, se dará cuenta al ministerio con la preparación de un dossier informativo. 

La colaboración entre Cepesma y Principado se empezó a torcer en noviembre de 2015, cuando los voluntarios de la red de recogida de animales varados fueron avisados desde el 112 para que participaran en el rescate de una cría de foca en los acantilados de Llanes. «Se desplazaron 12 personas realizando un rastreo bajo alerta roja de temporal con fuertes vientos, lluvia y olas de ocho metros y, tras dos horas de búsqueda, el coordinador del Cepesma recibió aviso de que un guarda había localizado al animal y la consejería le había dado orden de meterlo en el maletero de su coche y entregarlo al acuario de Gijón, todo ello sin advertir al equipo de Cepesma» que seguía con las labores de búsqueda. Tras pedir explicaciones, en la consejería «se escudaron en sus competencias en fauna silvestre para decirnos que pueden hacer lo que quieran y como quieran». 

En enero del año pasado se celebró una reunión entre ambas partes en la que desde la Consejería de comprometieron a elaborar una renovación del convenio, que había quedado roto a raíz del incidente anterior, en un plazo de 15 días, que tampoco llegó a buen puerto. «Asturias no dispone de ningún centro para la recuperación de fauna marina, de personal formado, ni de medios para las operaciones de rescate, lo que esta dando lugar al mayor desastre de muertes de animales marinos en la historia reciente de Asturias, que podía y debería haberse evitado. Hemos retrocedido a los años 80, cuando en Asturias no había absolutamente nadie que se molestara en tener la capacidad adecuada para evitar su muerte», lamentan.