No son «chachas», son esclavas del hogar

Graciela M. Camporro REDACCIÓN

ASTURIAS

Los sindicatos denuncian que muchas trabajadoras domésticas no disponen de descansos y no reciben el sueldo que corresponde a las tareas que desempeñan

30 mar 2017 . Actualizado a las 18:30 h.

Es uno de los colectivos peor remunerados, no tienen derecho a paro y su trabajo no está del todo considerado. Ellas son las que se encargan de cuidar a nuestros niños y ancianos, pero también de limpiar, planchar y cocinar. Trabajan durante horas realizando tareas que muchas veces no están estipuladas en sus contratos. Incluso con el paso de los años hay quien las sigue etiquetando con el término «chacha». Este jueves se celebra el Día Internacional de las trabajadoras del hogar y a pesar de que en los últimos años se ha hecho un pequeño avance con la regulación laboral y la cotización a la seguridad social, aún queda mucho trabajo por hacer. «La situación es muy precaria, en muchos casos incluso diría que se trata de esclavitud», afirma la responsable del sindicato de limpieza de UGT Asturias, Nuria Gago. Desde CCOO reivindican principalmente que sean consideradas trabajadoras a todos los efectos, lo que supone que puedan tener derecho a un subsidio por desempleo o a una jubilación adelantada.

Trabajadoras de segunda categoría

Hablar de las trabajadoras del hogar es hablar de uno de los sectores más precarios de nuestra sociedad. Más allá de que las sigan considerando como «chachas», estas empleadas sufren un abuso generalizado en su puesto. Un alto porcentaje de ellas son extranjeras y trabajan como internas, lo que supone que en muchos casos sus horarios de trabajo sean de 24 horas los 7 días de la semana. «Hay algunos casos en los que desconocen que tengan derecho a descansar y por eso no salen de casa» confirma Gago. No solo el problema se basa en las horas que se pasen trabajando, sino en las tareas que se les adjudica. Muchas de ellas tienen que hacerse cargo del mantenimiento de la casa, a la vez que ayudan en el cuidados de los mayores y de los niños.

Otra de las grandes preocupaciones de este colectivo es al despido sin indemnización. Muchas empleadas del hogar se han visto en la calle tras pedir una baja por enfermedad o tras quedarse embarazadas. En algunos de estos caso, las trabajadoras no han recibido la indemnización por despido que les correspondía. También es un gran problema el desconocimiento que tienen algunas empleadas a la hora de cobrar la paga extra, y es que en muchos casos no se les conceden las 14 mensualidades correspondientes. Desde CCOO afirman que «se quiere seguir contratando en unas condiciones propias de tiempos pasados, lo que no nos permite avanzar».

Para este sindicato, el principal y gran problema que tienen las empleadas del hogar es la individualización de las relaciones laborales, ya que carecen de ningún tipo de representación. Se trata de un pacto entre la trabajadora y el empleador, que en la mayoría de los casos desconoce la legislación y sus obligaciones como parte contratante. Por su parte, UGT afirma que la falta de dinero les imposibilita tener un representante legar. «La mayor parte de las trabajadoras que se acercan hasta aquí tienen una situación precaria y no están afiliadas», afirma.

Las empleadas regularizadas

Según los últimos datos oficiales, Asturias cuenta con más de 9.000 empleadas domésticos regularizadas de las 427.000 que hay en toda España. En a mayoría de los casos se trata de mujeres españolas que están dadas de alta en la Seguridad Social y cobran por horas, por lo que sus sueldos son mayores. Aún así, su situación no garantiza que sus derechos sean similares a los del resto de trabajadores. Su remuneración es de las peores, no tienen derecho a subsidio de desempleo y no pueden acogerse a la jubilación adelantada o a las ayudar para mayores de 55 años.

Es por ello que la mayor reivindicación del sector es pasar al régimen general de la seguridad social con todos los derechos, lo que supone que se les consideren trabajadores a todos los efectos. Esta es la razón porque desde CC.OO exige la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que garantiza a este colectivo un salario digno y una adecuada protección social.