El Arzobispado no tira la toalla en la batalla legal por Religión en Bachillerato

Susana D. Machargo OVIEDO

ASTURIAS

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz; el presidente del Principado, Javier Fernández; el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, y el resto de autoridades, en Covadonga.El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz; el presidente del Principado, Javier Fernández; el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, y el resto de autoridades, en Covadonga
El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz; el presidente del Principado, Javier Fernández; el delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, y el resto de autoridades, en Covadonga

Educación publica la sentencia del Supremo que ratifica la legalidad del currículo mientras la Iglesia asturiana espera un pronunciamiento del Constitucional

21 abr 2017 . Actualizado a las 14:05 h.

La batalla por el horario de la asignatura de Religión se enmaraña en los tribunales, con multitud de frentes abiertos. La Consejería de Educación acaba de publicar en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) una resolución del 27 de marzo que da firmeza a una sentencia de noviembre del Tribunal Supremo que avala el recorte del horario de esta materia en Bachillerato. Sin embargo, el Arzobispado de Oviedo, por su parte, ha presentado un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, al entender que se vulneran derechos fundamentales y está a la espera de ver si es aceptado. Esto supone que, por el momento, la decisión de ofertar solo una hora semanal en el primer curso del ciclo continúa en vigor pero que a la Iglesia asturiana todavía le queda un resquicio.

Fuentes del Arzobispado de Oviedo reconocen que el escenario ha cambiado en los últimos meses, ya que ahora cabe la posibilidad de que se negocie un nuevo pacto educativo. En ese escenario intentarán, por la vía de la negociación, que se conceda a Religión el tratamiento que consideran más adecuado, con mayor carga de horarios y una oferta en igualdad de condiciones con el resto de asignaturas. La LOMCE (Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa) se tambalea y las autoridades eclesiásticas ven una oportunidad de recuperar más peso dentro de los currículos de las diferentes etapas. «Judiacializar no es lo deseable. Estamos abiertos al diálogo y a negociar. Pero mientras tanto tenemos que defender el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos», señala un portavoz de la Iglesia asturiana.

Antecedentes 

El desarrollo normativo de la LOMCE, también conocida como Ley Wert, abrió un conflicto entre la Iglesia y varias comunidades autónomas, entre ellas Asturias. La decisión de algunos Gobiernos autonómicos de reducir al mínimo legal los horarios levantó ampollas y condujo a los arzobispados, a colectivos de docentes y a algunos sindicatos camino de los tribunales. Ese fue el caso del Principado. En Asturias se presentaron recursos contra los currículos de Primaria y de Bachillerato. 

La resolución del 27 de marzo publicada por la Consejería de Educación hace referencia a la sentencia del Supremo, que no ve razones para modificar el currículo de Bachillerato, que era lo que había recurrido en su día el Arzobispado de Oviedo. Su primer paso fue presentar un contencioso por vulneración de los derechos fundamentales ante el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA). La demanda se basaba en el recorte de horas y en la forma en la que se ofertaba, no en igualdad de condiciones que el resto de materias. En primer instancia, ganó. El TSJA le dio la razón. Pero la Administración educativa no se quedó de brazos cruzados y presentó un recurso de casación en el Supremo. La sala tercera del alto tribunal, finalmente, falló a favor de la consejería. Esto supone que se mantiene tanto la actual carga horaria, una lección semanal solo en primero, como la forma en la que se oferta.

También el currículo de Primaria terminó en los tribunales debido a la materia de Religión. En este caso, el sindicato ANPE ha ganado una sentencia que obliga a cambiar la actual organización horaria de esta etapa y a darle más peso a Religión. Ese fallo, aplaudido también por el Arzobispado de Oviedo, fue recurrido y está pendiente de ejecución.