Seis osos muertos en un perímetro de 32 kilómetros cuadrados

ASTURIAS

Oso muerto en Cangas del Narcea
Oso muerto en Cangas del Narcea De acebo y jara

A los cinco ejemplares asturianos se suma una hembra aparecida en noviembre en un municipio leonés a pocos kilómetros de Asturias. Todos ellos en la zona occidental de la población osera de la cordillera Cantábrica, que tiene 2.800 kilómetros cuadrados

22 abr 2017 . Actualizado a las 17:15 h.

En poco más de siete meses han aparecido los cadáveres de seis osos pardos, uno de ellos una cría, en la subpoblación occidental de la cordillera cantábrica. En un perímetro de 32 kilómetros cuadrados entre Asturias y León. ¿Cuáles fueron las causas de estas muertes? ¿Es normal que aparezcan en poco más de medio año tantos cadáveres? ¿Cuántos osos existen en Asturias? De mano, según los expertos en oso pardo, presente en la cordillera Cantábrica y en el catálogo de especies amenazadas y en peligro de extinción, es muy raro que en tan poco tiempo hayan aparecido media docena de cadáveres. 

Uno de los expertos es el presidente del Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), Roberto Hartasánchez, que explica que los osos cantábricos tienen dos características muy específicas. La primera es que son de tamaño pequeño, nada que ver con los enormes osos de Alaska. «Las hembras son más pequeñas que los machos, porque no son mayores que un pastor alemán, y tienen un peso medio de entre 60 y 90 kilogramos. Los machos oscilan entre los 120 y los 160 kilos», indica. La segunda característica que destaca Hartasánchez es que son una especie tranquila e inofensiva con respecto a los humanos, «con ausencia de agresividad». 

¿Cuáles son los hechos?

El 9 de septiembre del año pasado, aparecía el cádaver de un ejemplar subadulto (que no ha alcanzado la edad de reproducción), un macho de unos 105 kilogramos, escondido en la vegetación junto al camino de acceso a las localidades de Tablillas de Muniellos y Moal, en el concejo de Cangas del Narcea y en plena reserva natural de Muniellos. La necropsia, cuyos resultados preliminares se dieron a conocer al día siguiente, reveló que había muerto de un disparo. 

El 27 de noviembre apareció también el cuerpo de una hembra en la localidad leonesa de Cariseda, perteneciente al municipio de Peranzanes (valle de Fornela), en terrenos de la reserva de la biosfera de Los Ancares Leoneses. Las causas de la muerte eran evidentes porque murió a consecuencia de caer en la trampa de un lazo de acero, una práctica absolutamente ilegal. Los resultados de la necropsia se dieron a conocer al día siguiente y confirmaron, además, que el animal estaba sano.

Ya en 2017, el 8 de enero aparecían los restos de un macho de oso pardo adulto también en el municipio de Moal (Cangas del Narcea), en una pedriza situada a unos diez metros del camino transitado por turistas para acceder a una de las áreas de recreo y vistas del entorno de Muniellos. Los resultados de la necropsia, que fue dirigida por el catedrático de Anatomía Patológica de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de León Juan Francisco García Marín, no se conocen oficialmente, aunque ayer la TPA adelantaba que falleció por causas naturales y que se tuvieron que repetir algunas pruebas debido al estado en que se encontraba y al deterioro del ADN. En concreto, se hallaron restos de la cabeza, el espinazo y las extremidades superiores.

El 2 de abril unos excursionistas descubrieron el cadáver de un osezno de pocos meses de edad en La Llamera, una zona escarpada situada a unos 1.100 metros de altitud entre Veigas y Villarín, en el concejo de Somiedo. Evidenciaba un fuerte golpe en la mandíbula, aunque aún no se ha revelado el resultado de la necropsia que se realizó en las dependencias del Serida en Deva, bajo la dirección de este organismo dependiente del Principado.

Y, por último, anteayer aparecieron los cadáveres de dos machos adultos en una zona situada a 1,5 kilómetros de Combo, que pertenece al concejo de Cangas del Narcea y se ubica en el parque natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Los cadáveres, que fueron recogidos a lo largo de la mañana de ayer, estaban en un arroyo. La necropsia también se realizará en las dependencias del Serida en Deva. 

¿Cuáles son las causas de estas muertes?

En los dos primeros casos se sabe a ciencia cierta que se debieron a causas humanas: un arma de fuego y un lazo de acero como trampa. Del resto, pese a que el segundo oso de Moal parece que murió por causas naturales, habrá que esperar por el resultado de las pruebas anatómicas y otros estudios. En este sentido, el presidente de la Fundación Oso Pardo (FOA), Guillermo Palomero, considera que ya son «un puñado de osos los que han aparecido muertos en la población occidental y tenemos muchas ganas de conocer el resultado de la necropsia del segundo de Moal y de los que se encontraron ayer». En su opinión, estas pruebas, o el conocimiento de sus resultados, deberían agilizarse «porque causan alarma social y son necesarias para conocer si lo que está pasando es un problema serio en la zona o es algo puntual». También considera que es una información necesaria para saber si deben tomarse medidas y si, como ONG, «tenemos que reclamarlas o apoyarlas». 

Para el presidente de la Fundación Oso de Asturias, José Huerta, «siempre son noticias tristes que aparezcan osos muertos; nos hace estar preocupados, pero hay que esperar por las necropsias y los resultados con pruebas fehacientes para no equivocarse». Y, antes de realizar valoraciones de cualquier tipo, considera que «debemos investigar más y estar más atentos para tener todas las certezas posibles».

¿Es normal que aparezcan muertos media docena de osos en poco más de medio año?

En opinión del biólogo de la Universidad de Oviedo Javier Naves, experto en oso pardo, «parece extremo y sorprendente, más si se tiene en cuenta que aparecen todos en un pañuelo. Si los pones en un mapa están todos en la misma esquina». En ese sentido, Hartasánchez calcula que en concreto han aparecido en un perímetro de 32 kilómetros cuadrados de la zona occidental de la población de osos de la Cordillera Cantábrica. 

«Cinco osos muertos hechos y derechos no es una cosa normal», añade Naves, que desde la década de los años 90 controla el censo de osos muertos y no le consta que haya ocurrido antes en tan corto periodo de tiempo. «Es grave», considera, «todo es un poco extraño y resulta urgente tomar alguna medida. Además, lo de ayer (por la aparición de los dos ejemplares muertos en Combo) suena muy mal». En todo caso, indica que debe esperarse por el resultado de las pruebas que se realicen a los cadáveres y las prospecciones que calcula que se llevarán a cabo en el entorno: «Hay que prospectar las inmediaciones en busca de indicios en unos kilómetros a la redonda. Es todo un procedimiento. Un protocolo que debería existir y que debería también llevarse a cabo para averiguar las causas de la muerte». 

¿Cuántos osos pardos existen en Asturias?

Esta misma semana se firmaba un convenio de colaboración entre la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales y la Fundación Oso Pardo (FOA) para reforzar la conservación de la especie y fomentar la imagen del plantígrado como elemento dinamizador de las áreas rurales. En definitiva, se renueva un convenio que se remontaba 2004 para favorecer cambios de actitud entre la población local y la sociedad en general, fomentando una imagen positiva del oso pardo, que aparece como especie en peligro de extinción en el catálogo español de fauna amenazada. 

Precisamente, tras la firma de ese convenio de colaboración, desde la consejería se aseguraba que la población osera de la cornisa cantábrica ha experimentado un crecimiento sostenido en los últimos años a pesar de que «aún prevalecen algunos factores negativos que exigen la adopción de medidas continuas de control, como el escaso número de animales, la baja diversidad genética, la pérdida no natural de ejemplares, la fragmentación de su hábitat y los conflictos con humanos».

También según la consejería, en el último estudio de población realizado en 2015 consta que las cuatro comunidades de la cordillera Cantábrica (Asturias, Galicia, Cantabria y Castilla y León) tienen un total de 40 osas con 64 crías. De ellas, 34 hembras y 55 crías se localizan en la zona occidental, que tiene una extensión de 2.800 kilómetros cuadrados. En total, 27 osas y 42 crías estarían en la zona occidental de Asturias. Con respecto a 2014, se contaban en las cuatro comunidades seis osas más y tres crías menos. 

¿Por qué los cadáveres se concentran en un territorio pequeño de la zona occidental?

Con estos datos, la consejería destacaba que se consolidaba e incrementaba la subpoblación occidental, que es donde han ido apareciendo los cadáveres en estos meses. Hartasánchez, que explica que la osa aparecida en León (a unos seis kilómetros de la frontera con Asturias) era una de las que estaban en el concejo asturiano de Degaña, no ve razonable lo que llama el «juego perverso» de asegurar que la población de osos aumenta y, por lo tanto, «es normal que se produzcan estos fenómenos», en relación con la aparición de ejemplares muertos. 

«Si la mortalidad fuera así, debería estar distribuida por toda la cordillera pero están apareciendo todos en la misma zona. Y, sin embargo, ese es el mensaje en el que se apoya la Administración, con mentiras que ofrecen esa visión de que va todo muy bien cuando no es así», indica.

En su opinión, la aparición de los dos últimos ejemplares muertos es muy rara y «tiene que ver con el modelo de gestión que se está haciendo en el territorio y las tensiones que genera». 

El presidente de FAPAS también explica que la población osera se calcula efectivamente con las osas con crías. «Y se hace una estimación a bulto porque es muy difícil de cuantificar. Los censos no son matemáticos», lamenta, criticando además la falta de información en lo que se refiere a los resultados de las necropsias de los animales que aparecieron muertos este año.