Crowdfunding entre colinabos y fabes

E .G .Bandera REDACCIÓN

ASTURIAS

Fotograma del documental La Huerta de la Esquina.Fotograma del documental La Huerta de la Esquina
Fotograma del documental La Huerta de la Esquina

El documental «La huerta de la esquina», rodado en parte en Asturias, recauda más de la mitad de los 6.000 euros que necesita para completar la campaña de financiación colectiva que permitirá finalizar su producción

15 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Las recompensas de la campaña de crowdfunding del documental La huerta de la esquina en Goteo no pueden ser más ecológicas. Desde los cinco euros de los colinabos, por los que el mecenas aparece en los agradecimientos de los créditos finales y alquila el documental online, a los 600 euros de la sidra dulce, el lote más completo que incluye una presentación del documental a cargo de sus directores, mención en los créditos iniciales, un pack de productos ecológicos, una camiseta de algodón por supuesto ecológico con el logo del documental, el DVD y una descarga del film y el cuaderno de campo Mi huerto ecológico, otro proyecto asturiano que se materializó gracias al crowdfunding impulsado hace meses por el Ayuntamiento de Gijón. Y, entre medias, fabes de mayo por 10 euros, remolachas por 20 o faba asturiana por 300.

Estefanía Bravo y Manuel Mateo, autores de La huerta de la esquina, abrían el pasado 2 de mayo la primera ronda de su campaña de financiación colectiva y ya llevan recaudados más de 4.000 de los 6.000 euros que necesitan para terminar de producir el documental, con el que pretenden demostrar cómo las huertas urbanas están ayudando a solucionar problemas que existen en las ciudades y entre la ciudadanía. En los seis primeros días de la campaña, para la que aún quedan 28 días y que es a todo o nada, consiguieron 3.260 euros.

«Queremos mostrar la experiencia de personas y colectivos a los que las huertas urbanas les han ayudado a solucionar situaciones insostenibles que existen en las ciudades provocadas por la falta de conexión con la naturaleza», indican. «Con este documental pretendemos ayudar a las personas a volver a conectar con la naturaleza, con la tierra, con sus raíces, con su cuerpo; de manera colectiva nos ayudará a conectar con nuestra comunidad. También pretendemos fomentar el cultivo de tus propios alimentos entre las nuevas generaciones, como una de las tareas básicas para entender lo que significa la ecología», añaden. 

Hace tres años en Vancouver

En este sentido, con esta campaña de crowdfunding no solo pretenden recaudar financiación para terminar un proyecto que iniciaban hace tres años en Vancouver (Canadá) y que les ha llevado a recorrer diversas huertas comunitarias de Asturias, Galicia y Alemania, sino también buscar otros proyectos relacionados con la agricultura urbana ecológica que estén interesados en formar parte del documental y que estén dedicados a promover el bien común. 

La principal motivación de estos dos jóvenes es que su documental se convierta en una fuente de inspiración y una guía para la creación de nuevas huertas urbanas. En el documental, de hecho, aparecerán una serie de proyectos relacionados con la agricultura urbana que fueron creados para resolver diversas problemáticas. 

Huertas para integrar

Mencionan, por ejemplo, «el problema que tienen muchas personas, jubiladas, inmigrantes o que están en paro y no saben qué hacer para calmar la frustración que produce la inactividad laboral» y cómo en el caso de la Asociación Asturias Acoge, en Oviedo, se crearon huertas urbanas que se ceden a inmigrantes para su integración, formación y autoconsumo. O problemas de sostenibilidad medioambiental generados por el elevado consumo de recursos que requiere el actual modelo de ciudades occidentales, en las que se generan sin cesar gran cantidad de desechos, o de falta de educación en las escuelas sobre cómo cultivar con el fin de mejorar la alimentación y sensibilizar sobre la necesidad de proteger el medio ambiente.