Pública y concertada presionan al Principado

Susana D. Machargo OVIEDO

ASTURIAS

Padres, profesores y alumnos de los colegios subvencionados se plantan frente a los recortes y reivindican su derecho a elegir centro. Los sindicatos docentes exigen a Educación el fin de los recortes y una escuela de calidad

18 may 2017 . Actualizado a las 22:04 h.

Tienen el mismo enemigo aunque sus intereses son casi contrapuestos. La escuela pública y la concertada han salido a la calle para presionar a la Consejería de Educación. Los sindicatos docentes reclaman el fin de los recortes, la recuperación de los derechos previos a la crisis y la apuesta por un sistema público de calidad. Padres, alumnos, profesores y propietarios de los colegios subvencionados se plantan frente al recorte de unidades, pese a la caída de la natalidad, y defienden la libertad total de elección de centro sin que exista ninguna planificación de las administraciones. Esto supone que serán los padres los que decidan qué centros siguen abiertos y cuáles cierran en función de dónde matriculan a sus hijos. En medio de estas reivindicaciones, el Gobierno del Principado. El Ejecutivo se escuda en los decretos de Rajoy para no revertir los tijeretazos. Frente a la concertada, exhibe su obligación de planificar para garantizar el derecho a la enseñanza y justifica con el declive demográfico el cierre de clases.

Los sindicatos se concentraron frente a la consejería en la plaza de España. No trataban de hacer una exhibición de fuerza sino de advertir a Educación de que no están dispuestos a esperar más. Alrededor de 200 profesionales participaron en la convocatoria. La comunidad de la concertada, en cambio, sí pretendía demostrar al Gobierno asturiano que son muchos, que están unidos y dispuestos a hacerle frente. La Policía calcula que unas 3.000 personas se sumaron a la manifestación que salió de la estación de Renfe, en la calle Uría, y que concluyó en La Escandalera.

La manifestación de la concertada

«Sí a la enseñanza concertada en igualdad y libertad». Este era el lema que encabezaba la manifestación de la concertada. Al frente los responsables de los colectivos convocantes, la asociación de padres Concapa, las patronales Escuelas Católicas de Asturias y Cece, y los sindicatos Otecas, Feuso y FSIE. Defienden su relevancia en la educación del Principado al aglutinar a 71 centros, más de 30.000 alumnos y alrededor de 3.000 trabajadores, en total. Salen a la calle después de que el Principado haya anunciado el cierre de unidades, debido a la caída de la natalidad. Las negociaciones para la renovación de los conciertos, que estarán en vigor los próximos seis años, no les han dejado satisfechos y parecen dispuestos a dar la batalla. Creen que su red ha sido tratada «con menosprecio y en desigualdad con respecto a la dotación de recursos para la atención al alumnado». Junto a ellos estaba algún portavoz nacional, como José María Alvira, secretario general de Escuelas Católicas.

Lo que entienden por igualdad y libertad es que se les dote de más recursos económicos, que se mejoren las plantillas, que tengan los mismos recursos materiales que los centros públicos y que los padres puedan decidir sin restricciones en qué centro matriculan a sus hijos. Esgrimen el derecho a la educación pero también otro tipo de argumentos. «Aún a pesar de todas estas diferencias, la enseñanza concertada obtiene buenos resultados en la atención de sus alumnos. Los buenos resultados los reconocen los informes internacionales. Estos buenos resultados se deben a la aplicación eficiente de los recursos públicos recibidos», señalaron en la lectura del manifiesto al término de la protesta, en la plaza de La Escandalera. 

Uno de los puntos en los que los manifestantes hicieron más hincapié fue en la profesionalidad de los docentes. Achacan, en gran medida, el éxito educativo «al esfuerzo y dedicación de los trabajadores, que demuestran su valía y cualificación profesional». Los manifestantes consideran que esos buenos resultados es lo que hace que «muchas familias manifiesten su preferencia por este tipo de centros, una preferencia que nadie puede negar porque es un derecho, el de elegir la educación que los padres quieren para sus hijos».

Los manifestantes aparcaron durante unos minutos las reivindicaciones para solidarizarse con la familia de Sandra Ruiz, la presidenta de la asociación de padres Concapa en Asturias, que falleció el miércoles. 

La pública 

Los sindicatos docentes se concentraron a la misma hora en plaza España. En su caso, las demandas son concretas. El estandarte es la recuperación de las 18 horas lectivas. Los profesores de la escuela pública reclaman al Principado que rebaje la carga lectiva, tal y como han hecho otras comunidades, para poder dedicar el resto de la jornada a planificar clases, a programa alternativos, a corregir, a organizar, a coordinar y a asumir la creciente burocracia que se está implantando en los centros. La Consejería de Educación argumenta que no puede recuperar las 18 horas porque siguen en vigor los decretos de racionalización del gasto del PP que marcan estos aspectos. Esta justificación no le sirve a la Junta de Personal Docente no Universitario, de la que forman parte SUATEA, ANPE, UGT, CCOO, CSI y CSIF. En otras comunidades lo han hecho, así que Asturias podría seguir el mismo camino.

El respeto de los acuerdos de plantillas es otro de los asuntos relevantes que exigen los docentes. Esto supone que la administración dote a los centros del personal necesario y no racanee profesionales a los directores. Se han negociado una serie de parámetros mínimos que los sindicatos exigen que se cumplan. De hecho, esos acuerdos siguen en vigor.

Todos estos temas están vinculados a políticas de personal pero también a la calidad de la enseñanza. Ese es otro de los mensajes que la Junta de Personal Docente no Universitario trata de extender. Las mejoras en las condiciones laborales repercuten directamente en el aula y en la educación de los alumnos matriculados en las escuelas públicas, porque supone más medios para atenderlos y de una forma más personalizada.