La buena convivencia en clase acerca al sobresaliente

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

Un aula vacía
Un aula vacía PEPA LOSADA

Una investigación de la Consejería de Educación concluye que alumnos con origen económico y social desfavorecido equiparan su rendimiento en buenos grupos

23 may 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El buen ambiente en las clases sirve para reducir las diferencias en las notas entre los alumnos de diferente origen socioeconómico y cultural. Esto levanta unos importantes cimientos para conseguir la equidad en la escuela asturiana. Esa es la conclusión del último informe de evaluación elaborado por la Consejería de Educación del Principado. El punto de partida era una pregunta: ¿Cuánto importa el orden del aula en los resultados educativos? Lo que hicieron los expertos fue coger dos parámetros que ya habían estudiado previamente. Por una parte, el tiempo que se aprovechaba de forma efectiva las clases. La segunda, más subjetiva, el clima de convivencia en las aulas, si son ordenadas. Para que la radiografía estuviera completa, añadieron a la receta un elemento más imprescindible: el origen socioeconómico y cultural de los estudiantes. El paso final consistió en mirar las resultados de los alumnos de segundo de la ESO tamizados por estos tres indicadores. El trabajo, complejo, ha dado resultados muy concretos que la propia Administración asturiana puede utilizar para tratar de elevar la calidad.

El informe no analiza las notas de fin de curso de los estudiantes sino los resultados de las evaluaciones de diagnóstico hechas a los alumnos de segundo de Secundaria en los años 2009 y 2014. Esto tiene ventajas. Por una parte, las pruebas son iguales para todos los centros del Principado y, por tanto, comparables. Además, analiza la evolución en el tiempo y no solo en un curso concreto. Lo que miden son competencias, y no conocimientos concretos, en lengua castellana, inglés matemáticas y ciencias. En total, los expertos analizaron más de 15.000 cuestionarios de estudiantes y más de 4.000 de docentes.

 Para qué sirve el aula

Con todos estos elementos sobre la pizarra, fueron desgranando resultados. Una clase en la que se aprovecha bien el tiempo y en la que el clima es bueno logra mejores datos que una en la que no se dan estos circunstancias. Pero el clima es más determinante que el hecho de que se aprovechen más o menos minutos. El origen socioeconómico y cultural sirve de elemento corrector en los dos casos. Es decir, en una clase con no muy buen clima, proceder de una familia con un nivel elevado sirve para obtener mejores resultados. Lo mismo sucede en un grupo en el que los problemas con la autoridad docente hacen que se pierda el tiempo de manera innecesaria.

Hasta aquí las conclusiones pueden ser hasta esperables. Pero esta investigación va un paso más allá y dice que la buena convivencia y el orden en el aula es tan importante que puede hasta corregir las desigualdades de partida relacionadas con el origen de los alumnos. Señala, en terminología científica, que «es una variable capital para explicar las diferencias de desempeño del alumnado». Se puede explicar hasta con cifras. Las evaluaciones de diagnóstico se miden sobre 500. Ese es el punto intermedio. Por encima de 500 los alumnos están por encima de la media y por debajo están peor que la media. «Las aulas ordenadas pueden obtener entre 90 y 70 puntos de ventaja sobre el alumnado escolarizado en aulas con mayores problemas de convivencia», explica. Señala que hay efecto individual y efecto grupal, es decir, que no es idéntico entre todos los matriculados en una misma clase. Al cruzar los puntos con el nivel sociocultural, todo se atenúa. «Si el en grupo de nivel bajo el ambiente de trabajo fuese muy ordenador y en el grupo de nivel alto el orden de aula fuera malo, las diferencias desaparecían», concluye. Es decir, que el orden y el clima aportan más valor añadido que los antecedentes económicos y la composición sociológica de los grupos.

Los expertos señalan que esto es algo que debe tenerse en cuenta a la hora de elaborar los planes de mejora de los centros educativos. «Predice que el alumnado de estrato social bajo puede compensa, al menos en parte, su desventaja de origen cuando se escolariza en aulas con ambientes de trabajo ordenados», determinan.