El presidente asturiano mantendrá este martes el último encuentro en Ferraz de la dirección provisional del partido antes del Congreso Federal
06 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.El presidente asturiano Javier Fernández celebrará este martes su último acto como máximo dirigente de la gestora que ha constituido la dirección provisional del PSOE desde la crisis del pasado mes de octubre hasta los resultados de las primarias en mayo en las que Pedro Sánchez se impuso regresando de nuevo a la Secretaría General del partido. Sánchez es el nuevo, y nuevo, máximo dirigente de los socialistas pero en condición de electo hasta la formalización de su cargo en el congreso federal que se celebrará en Madrid los días 17 y 18 de junio. Este martes, Fernández celebrará un encuentro en Ferraz, a puerta cerrada, con otros responsables de la gestora en la que se presentará un informe político; sin embargo el presidente asturiano no tomará la palabra en el congreso federal y aún está por determinar si lo hará algún otro miembro de esa dirección provisional.
Se trata de un acuerdo alcanzado entre el propio Pedro Sánchez y el presidente asturiano después de la reunión celebrada la semana pasada entre ambos para organizar ese Congreso Federal. En la cita ambos estuvieron de acuerdo en que no tenía sentido que hubiese una intervención por parte de la gestora en la apertura del cónclave ya que la gestora no rinde cuentas en los congresos, sino en el comité federal. Además, el último secretario general fue el mismo Pedro Sánchez.
Javier Fernández anunció además el pasado 26 de mayo que no optaría de nuevo a intentar un nuevo mandato al frente de la Federación Socialista Asturiana (FSA). El presidente asturiano (que ya había señalado que no repetiría como candidato socialista en las próximas elecciones autonómicas, despejó entonces las dudas sobre su continuidad al frente de sus responsabilidades orgánicas aunque confirmó que su intención era la de agotar la presente legislatura como jefe del Ejecutivo autonómico. Señaló así que, después del congreso asturiano que se celebrará en septiembre, se producirá una situación de bicefalia en el socialismo asturiano con una persona en la dirección del partido y otra al frente del Gobierno. Se trata en todo caso de lo habitual en la tradición del partido en Asturias ya que Fernández ha sido el único de los presidentes del Principado que compaginó su cargo con la Secretaría General de la FSA. En el anuncio de su despedida, señaló de hecho que «yo rompí esa tradición pero también fue secretario general con otro presidente», durante el mandato de Vicente Álvarez Areces y «hubo siempre sintonía en la negociación. Yo espero lo mismo ahora que voy a estar en la situación inversa».
Javier Fernández, que ha dirigido el socialismo asturiano durante 17 años con cinco mandatos consecutivos, destacó a la hora de anunciar que no optaría a renovar su mandato que, cuando llegó a la dirección asturiana, también se había encontrado un partido muy divido y que pese a todo había logrado integrar a los distintos sectores, aunque apuntó que en el presente «tiene que ser otro el que consiga la concordia».
Que la haya a haber es otra cuestión. La victoria de Sánchez en las primarias fue, en palabras del propio Javier Fernández «nítida y contundente», tanto a nivel nacional como en la misma Asturias y el sector sanchista en la comunidad está a la espera de que se despeje el resultado del Congreso Federal y el interludio del verano para buscar a un candidato de su entorno que opte a la Secretaría General de la FSA. También harán lo propio lo derrotados en este proceso, que se siente con fuerzas para tratar de recuperar el terreno perdido en las primarias y que, finiquitado ya el susanismo, se agrupan en torno al legado de Fernández. En el socialismo asturiano se da por seguro que serán varias las candidaturas que compitan por la dirección del partido aunque, por el momento, todos guardan sus cartas y no se ha señalado ningún nombre para encabezar los sectores en liza.