«En 2018 sabremos si Severo Ochoa estuvo a punto de conseguir su segundo Nobel»

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Juan Fueyo se muestra crítico con los galardones en su primera novela. Considera que la carrera de Otín es digna de reconocimientos internacionales

05 jul 2017 . Actualizado a las 11:08 h.

La primera novela del neurooncólogo asturiano Juan Fueyo -Exilios y Odiseas. La historia secreta de Severo Ochoa (Editorial Milenio)- ficciona la vida del Nobel asturiano y también entremezcla una fina crítica a los galardones. Fueyo está convencido de que aún quedan cosas por descubrir de la vida del Nobel asturiano y cree que 2018 puede ser un año clave.

La investigación por la que recibió el galardón en 1959, sobre los mecanismos de la síntesis biológica de los ácidos ribonucleico y desoxirribonucleico, fue rebatida años más tarde. Sin embargo, no consiguió ganarlo por su contribución a la interpretación del código genético, que a juicio de Fueyo, fue mucho más determinante y por la que se entregó el premio a Marshall Nirenberg en 1968. Las deliberaciones son secretas durante medio siglo, así que saldrán a la luz el año que viene. Fueyo piensa que en esa documentación podría haber quedado recogido que Severo Ochoa fue considerado por segunda vez.

El neurooncólogo admira a Ochoa y también a actuales bioquímicos como Carlos López Otín, al que considera digno merecedor de cualquier tipo de reconocimiento internacional, entre ellos el Princesa de Asturias de Investigación. Destaca la importancia de su labor realizada desde Oviedo, sus publicaciones en revistas tan prestigiosas como Nature, la generosidad con su equipo, su prudencia,... Nada que ver con Ochoa al que considera un genio en su profesión, un Republicano convencido, pero también una persona con un ego desmesurado y un encanto personal capaz de conquistar a monarcas.

Aunque para ego, el Donal Trump. Juan Fueyo, desde su puesto en la clínica Anderson, teme las repercusiones que puede tener el mandado del nuevo presidente de Estados Unidos tanto en la sociedad norteamericana como en la ciencia, con posibles recortes en los fondos destinados a la investigación. «Es que este hombre no es de pagar», ironiza el asturiano. Defensor convencido del Obamacare, no descarta que algún día pueda haber un estallido social.