Alerta en el suroccidente por calor

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

Aemet activa la alerta amarilla por calor.Aemet activa la alerta amarilla por calor
Aemet activa la alerta amarilla por calor

Sanidad aconseja a la población beber agua, evitar el alcohol y mantener fría la comida para evitar brotes alimentarios

21 ago 2017 . Actualizado a las 17:41 h.

La Consejería de Sanidad ha activado en toda la franja suroccidental y suroriental de Asturias el nivel de alerta 1 por calor, el más bajo de los previstos en el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos de las Altas Temperaturas sobre la Salud, dado que las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevén que en esta zona se alcancen temperaturas enlos 34 y los 36 grados.  

Este nivel 1, de bajo riesgo, establece que es preciso informar a la población sobre la conveniencia de protegerse frente a las radiaciones solares y las elevadas temperaturas, así como de la necesidad de mantenerse hidratados y evitar el consumo de bebidas alcohólicas. También se subraya la conveniencia de mantener en frío los alimentos, ya que con el calor aumenta el riesgo de brotes alimentarios.

 En el área suroccidental, los municipios más afectados son los de Vegadeo, San Tirso de Abres, Taramundi, Villanueva de Oscos, Santa Eulalia de Oscos, San Martín de Oscos, Grandas de Salime, Illano, Ibias, Cangas del Narcea, Degaña, Tineo, Boal y Villayón. Por su parte, en la comarca suroriental las temperaturas serán especialmente elevadas en Somiedo, Teverga, Yermes y Tameza, Santo Adriano, Proaza, Quirós, Pola de Lena, Aller, Caso, Sobrescobio, Piloña, Ponga, Amieva, Parres, Cangas de Onís, Onís, Cabrales, Peñamellera Alta y  Peñamellera Baja.

Los días de calor intenso obligan al cuerpo humano a un esfuerzo de adaptación para mantener la temperatura corporal en los límites normales: se suda más, las venas se dilatan, se pierden sales minerales, etcétera. Este esfuerzo es mayor durante una primera ola de calor, ya que el cuerpo aún no está acostumbrado, y también cuando esta situación se prolonga, con días y noches cálidos, porque el organismo no tiene tiempo para recuperarse, o cuando la humedad es muy alta y no hay viento ni brisa.