Quemas de pastos y venganzas, las causas más frecuentes de incendios

Europa Press REDACCIÓN

ASTURIAS

Incendio

La memoria de la Fiscalía recoge que ha descendido el número de pirómanos «perturbados» y crecen los motivados por «prácticas tradicionales inadecuadas»

10 sep 2017 . Actualizado a las 11:54 h.

La Fiscalía General de Medio Ambiente y Urbanismo ha alertado del «importante» aumento de incendios intencionados por caza, quemas para la obtención de pastos o venganzas y ha constatado un «descenso» notable del número de pirómanos a lo largo de 2016, en el que se investigó a 398 personas y se detuvo a otras 51. Así consta en la Memoria de la Fiscalía 2017, que analiza las actuaciones del Ministerio Público durante 2016 y que se ha presentado con motivo de la apertura del año judicial.

En el documento, la Fiscalía Coordinadora de Medio Ambiente y Urbanismo aprecia que en 2016 «ha vuelto a incrementarse» el porcentaje de los incendios forestales intencionados respecto a los años anteriores y afirma que 2016 se cerró con la campaña con el porcentaje más alto de los últimos seis años.

El texto señala que la causa «más frecuente» de los incendios forestales intencionados en España sigue siendo las quemas, tanto de residuos como restos forestales o agrícolas como regeneraciones de pasto, con un 54,88 por ciento. Si bien, admite que este porcentaje fue inferior a ejercicios anteriores, ya que esta es la campaña con menor porcentaje de este tipo de los últimos cinco años.

Además, apunta que en 2016 han vuelto a aumentar los incendios por causas eléctricas, por «el inadecuado mantenimiento de líneas eléctricas» que subieron un 6,40 por ciento respecto a 2015, que hasta entonces había sido el de la cifra más alta de los últimos años.

Como novedad en 2016 entre las causas de los fuegos está los causados por ferrocarriles, que reaparecen este año aunque con un «escaso» porcentaje del 0,34 por ciento. Esta causa llevaba años desaparecida.

En todo caso, refleja que 2016 tuvo un número de siniestros más bajo del decenio, con 8.817 y que por superficie afectada, también se registró un importante descenso, del 27,8 por ciento en superficie arbolada y del 34,8 por ciento de superficie forestal.

De estos, «prácticamente» dos tercios fueron conatos de pequeña entidad y otros no tuvieron interés policial, de modo que en total, a lo largo de 2016 se investigaron 2.135 incendios. Del total de fuegos, la mitad en los que se intervino policialmente fueron conatos que, en su mayoría se ocasionaron por negligencias en operaciones de trabajo, prácticas tradicionales «inadecuadas» con el uso del fuego.

A lo largo de 2016 resultaron implicadas un total de 449 personas, un 4,66 por ciento más que en 2015 y, entre ellos, la Fiscalía de Medio Ambiente destaca que, al menos 16 personas fueron detenidas o investigadas como presuntas responsables de la oleada de incendios en la cornisa cantábrica durante la segunda quincena de diciembre de 2015.

Menos pirómanos

La memoria de la Fiscalía celebra que en 2016 «descendieron notablemente» los incendios provocados por «perturbados» o «pirómanos», que pasaron del 50,82 por ciento de los intencionados en 2015 al 37,08 por ciento en 2016.

Por el contrario, han aumentado de forma «importante» los provocados por «prácticas tradicionales inadecuadas», como quemas para pastos, del 18,03 por ciento en 2015 al 29,21 por ciento en 2016 y los relacionados con la caza, que han pasado del 0 por ciento, al 2,25 por ciento.

Mientras los fuegos provocados para producir «daños a terceros», tales como venganzas o actos vandálicos y los producidos por otras causas se mantienen en valores similares.

Perfil psicosocial

La Fiscalía ordenó en 2007 realizar test o cuestionarios psicotécnicos a los investigados o detenidos por incendios con la intención de establecer un perfil del incendiario o pirómano y también para encontrar relaciones de predicción entre los tipos de incendio forestal y las características de las personas que los causan.

La iniciativa pretendía ayudar a la investigación policial a determinar la responsabilidad de los siniestros e identificar a sus autores. Así, según el documento, durante 2016 se recopilaron 346 cuestionarios on-line sobre fuegos esclarecidos con cinco perfiles principales: beneficio, venganza, sin sentido, imprudente grave e imprudente leve. Con estos cuestionarios se ha logrado identificar a 449 posibles autores, lo que supone un 77 por ciento de los posibles.

Precisamente fueron Andalucía (27%) y Galicia (23 por ciento) las comunidades que más cuestionarios aportados el pasado ejercicio y por provincias destacan Granada, con 39 incendios con autor; Orense, con 38; Asturias, con 36 y Pontevedra, con 27 fuegos con autor.

Con la suma de datos de nueve años, el Ministerio Fiscal cuenta con una base de datos de 2.595 incendios forestales, lo que considera una "muestra suficiente" para realizar predicciones en casos sin esclarecer.

Ahora, la fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo, que utilizó el cuestionario predictivo en 21 ocasiones en 2016 y 99 desde su implantación quiere perfeccionar en las próximas campañas este sistema mediante un procedimiento de inteligencia artificial denominado redes bayesanas.

El sistema tiene capacidad de auto-aprendizaje, con lo que el algoritmo iría perfeccionando sus predicciones de manera autónoma según se fuesen incluyendo nuevos casos esclarecidos. Finalmente, la Fiscalía apunta su voluntad de implantar también alguna medida para evaluar la utilidad que ha tenido el perfil para esclarecer nuevos casos y si estas predicciones han sido adecuadas o no.

El tercer peor año de la década

Tras la mejora de los datos de 2016, que se consolidó con uno de los ejercicios con mejores resultados en número de siniestros y hectáreas del decenio, mientras que el fuego ha experimentado un repunte en 2017, que ya se erige como el segundo peor año del decenio, con un total de 81.929 hectáreas arrasadas hasta el 27 de agosto.

La cifra representa más del doble que en el mismo periodo que de 2016, cuando ardieron 39.724 hectáreas y un 20,02 por ciento más que en la media del decenio, que se sitúa en 68.260 hectáreas, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.

Así, el presente año sigue siendo hasta la fecha el segundo peor de los últimos diez en cuanto a incendios, por detrás de 2012, cuando se perdieron entre las llamas 189.895 hectáreas de superficie. En la última semana incluida en las estadísticas, del 20 al 27 de septiembre, se han quemado 5.582 hectáreas.

En cuanto al número de siniestros, también 2017 se sitúa como el segundo con más fuegos, solo por detrás de 2012, cuando se registraron 13.145 incendios en el mismo periodo. Así, entre el 1 de enero y el 27 de agosto de este año se han producido 10.644 fuegos, casi el doble que en el ejercicio pasado (5.990) y un 19,07 por ciento más que la media del decenio.

En total, de los 10.644 siniestros, en torno al 60 por ciento (6.574) fueron conatos en los que ardió 1 hectárea de superficie o menos y 4.070 fueron incendios, en los que se quemó una superficie mayor. De estos, 19 fueron grandes incendios forestales (GIF), de más de 500 hectáreas, siete GIF más que el año pasado y cinco más que la media del decenio.

Por número de grandes fuegos, el año 2017 solo fue superado por los 36 GIF de 2012 y los 32 de 2009 y dista mucho de los años 2008, 2010 y 2014, en los que se produjeron seis fuegos de más de 500 hectáreas.