Pasa más de un día muerto en el asiento trasero de un coche aparcado en una rotonda de Vigo

E.V.Pita VIGO

ASTURIAS

S.A.

El turismo llevaba allí desde el lunes y una camarera contó en el bar el martes por la tarde que vio a un hombre

14 sep 2017 . Actualizado a las 16:12 h.

Los viandantes descubrieron este miércoles el cadáver de E.R.M.P., de 67 años, sentado en el asiento trasero de un coche aparcado en la céntrica plaza de Eugenio Fadrique (de la Industria), a escasos metros de una rotonda, una parada de bus y una oficina bancaria en Vigo. El examen forense determinó que llevaba muerto como mínimo desde la tarde del martes, pero la policía sospecha que pudo estar más de un día, pues los vecinos vieron el coche estacionado allí el lunes. Todo apunta a una muerte natural, ya que no se descubrieron señales de violencia en el cadáver.

El fallecido fue identificado como un jubilado asturiano natural de Llanes. Durante muchos años vivió en Vigo, en la avenida de la Atlántida, pero en los últimos años regresó al Principado. En estos días retornó a la ciudad gallega para someterse a una intervención quirúrgica de cadera. La policía sospecha que usaba el coche para dormir o echar una cabezada mientras esperaba a hacer el ingreso hospitalario. Por algún motivo, sufrió una indisposición y falleció. El hombre recibía tratamiento para varias dolencias y, a la espera de la autopsia, se cree que pudo morir de un infarto.

Un vecino asegura que vio el vehículo, un Seat Altea de color blanco, aparcado el lunes a las 21 horas en el mismo sitio. Se fijó porque había quedado para hacer una gestión y pensó que lo estaban esperando en dicho vehículo.

El martes por la tarde una camarera contó a los clientes de un bar que había visto a un hombre muy extraño dentro de un coche.

Otros aseguran que el martes por la noche no estaba el vehículo. El cuerpo fue descubierto a las ocho de la mañana de este jueves por una viandante que alertó de que el hombre del coche se encontraba mal porque tenía la mirada muy fija, con los ojos en blanco, y no se movía. Tras verificar el fallecimiento, la Policía Nacional acordonó el perímetro, entre un banco y una farmacia, y desplegó a una decena de agentes para identificar a todos los presentes.

Policías científicos inspeccionaron el lugar sin hallar señales de violencia. Inicialmente se barajó una posible muerte por toxicomanía de varios días. El coche tenía desperfectos en la parte delantera, quizás de algún choque.