22.000 firmas en cinco días contra el «exterminio oficial» del lobo en Asturias

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCIÓN

ASTURIAS

Cartel con el que se ilustra la campaña de recogida de firmas contra las batidas de lobos.Cartel con el que se ilustra la campaña de recogida de firmas contra las batidas de lobos
Cartel con el que se ilustra la campaña de recogida de firmas contra las batidas de lobos

Bajo el lema #JavierDejaEnPazAlLobo, la organización WWF promueve en las redes sociales una campaña contra las batidas sin límite ni control en un tercio del territorio asturiano

18 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La organización ecologista WWF, a través de su delegación en España, inició hace cinco días una recogida de firmas a través de las redes sociales, bajo el hashtag #JavierDejaEnPazAlLobo, para exigir al Gobierno asturiano que preside Javier Fernández que paralice las batidas de lobos que, desde el pasado viernes, pueden llevarse a cabo en un tercio del territorio asturiano sin límite, periodo de veda ni control científico ni de la guardería. Hasta ayer, eran más de 22.000 los apoyos recabados en toda España en contra de un «exterminio» que se considera «claramente ilegal, porque el lobo está protegido en Asturias, e injustificable, porque los ataques de lobos al ganado se han reducido en un 40% en el último año y no afectan ni al 1% de la cabaña ganadera».

El programa de actuaciones de control del lobo para el periodo 2016 y 2017, que elabora el Gobierno del Principado, de hecho recoge que el año pasado los daños causados por los lobos afectaron a 3.494 cabezas de ganado (bovino, caprino, equino y ovino) por las 4.212 que se habían denunciado en 2015 y las 4.645 de 2014. Las indemnizaciones por daños del año pasado ascendieron a 833.836 euros, 160.000 euros menos que en 2015 y la menor cifra desde 2012. 

En el anterior periodo 2015-2016, el número de lobos abatidos según las cifras del Gobierno del Principado fueron 32, de los que ocho fueron atropellados, seis por disparos ilegales y nueve por causas indeterminadas. 

45 lobos a abatir en las zonas de gestión

En el nuevo programa que se iniciaba el día 15 de septiembre, se establecen siete zonas de gestión (noroccidente, El Palo/Esva, suroccidental, centroccidental, central, centroriental y Picos) que corresponden a la zona de presencia permanente de lobo, en donde podrán abatirse 45 ejemplares en total. De ellos, cuatro en la zona de los Picos de Europa y, hasta diez, en la zona centroriental. Este cupo, no obstante, corresponde a los controles que realiza la Guardería del Medio Natural y los que se autoricen expresamente a los cazadores en los cotos regionales que abarquen esas siete zonas.

Fuera de ellas, en las llamadas áreas sin gestión específica, se explica que «la presencia del lobo en zonas de distribución esporádica genera una alta conflictividad social, más si consideramos que son áreas con una vocación ganadera fuerte, que se ha incrementado en estas últimas décadas» y que, conforme al segundo Plan de Gestión del Lobo en Asturias, «las actuaciones de control se desarrollarán permanentemente sin limitación de cupo, a fin de mantener su estatus actual como zona de presencia esporádica». 

Carta blanca a los cazadores

Con ello, como se indica desde WWF, se da «carta blanca a los cazadores, que podrán disparar en cualquier época sobre cachorros, lobas preñadas o cualquier ejemplar que se cruce ante sus escopetas» y que supondría «eliminar totalmente al lobo ibérico en casi un tercio del territorio del Principado de Asturias». La organización ecologista, que ha denunciado esta medida ante la Fiscalía de Medio Ambiente, la Comisión Europea y lo hará «donde haga falta», considera que con ella se cruza «una línea roja en la persecución de la especie en España» y que supone «un retroceso histórico e inaceptable en la conservación de la naturaleza en nuestro país». 

La medida, además, «carece de toda justificación y del más mínimo rigor científico y visión ecológica», puesto que «solo pretende acallar las presiones de los sectores ganaderos más radicales y garantizar su apoyo, como ya hemos visto en otras comunidades autónomas».

Por su parte, desde Equo Asturies abogan por que no se mate a ni un solo ejemplar y lamentan que el nuevo consejero de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Fernando Lastra, afirmase que no busca la erradicación de la especie, «como suscriben casi todos los que matan ejemplares», y ponga en proctica una «política irreal, sin más justificación que atender a peticiones o alborotos, poniendo en jaque a una población (la de los lobos) que no aumenta». Insisten, en este sentido, en que no se pueden realizar «matanzas de ejemplares sin justificación, sin cobertura legal» y, sobre todo, porque «van a generar más daños». También consideran que el Gobierno asturiano «no actúa racionalmente y solo gestiona apoyos o capea tempestades, falseando u ocultando información». 

«Lo único que preocupa al gobierno es poder matar lobos para conseguir votos»

A tenor de lo contemplado por los dos planes de gestión del lobo que se han puesto en marcha en Asturias (en 2002 y 2015), sacan la conclusión de que «lo único que realmente le preocupa al gobierno es poder matar lobos, lobas y lobeznos, incluso en espacios protegidos, para conseguir votos, pero después de tantos años, ya es evidente que la sangre derramada no disminuye daños y los que se quejan cada vez gritan más alto, alimentando un círculo vicioso». 

Por contra, aseguran no ver avance alguno ni en educación, ni en conocimiento científico ni en medidas de protección del ganado. «Y el colmo es que se contemple la presencia de cazadores por libre cuando la especie ni es ni será nunca cinética porque está protegida. Tal parece que en Asturias generamos un espectáculo denigrante, sin advertir de que los cadáveres de lobos exhibidos atentan contra nuestra imagen y nuestro futuro, además de empeorar nuestra salud ambiental», añaden desde Equo.