Un cazador mierense, acusado de abatir de forma ilegal rebecos y corzos

EFE REDACCIÓN

ASTURIAS

Junto con otro hombre, originario de León, entregaba piezas de caza mayor a un taxidermista

21 sep 2017 . Actualizado a las 22:13 h.

La Guardia Civil ha identificado a dos cazadores de 37 y 53 años, con domicilio en San Andrés del Rabanedo (León) y Mieres (Asturias), como presuntos autores del abatir de manera irregular del piezas de caza mayor en el espacio natural de Babia y Luna, en la provincia de León. Según informa el Instituto Armado, la identificación de estos dos cazadores se produjo tras descubrir los agentes a una persona realizando una entrega de nueve trofeos de caza mayor a un taxidermista (seis rebecos y tres corzos), careciendo del oportuno precinto que estas piezas deben tener.

El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil de Villablino tuvo conocimiento, mediante colaboración ciudadana, del abatimiento irregular de piezas de caza mayor en las montañas del Parque Natural de Babia y Luna, término municipal de Cabrillanes. Las investigaciones se iniciaron el pasado abril al tenerse conocimiento de que varias personas se podrían estar dedicando de manera irregular a la caza en los distintos cotos de la zona.

Según las gestiones practicadas, se dedujo que estos cazadores procedían a la compra-venta de precintos y daban muerte a las piezas de caza mayor, aunque no realizaban el precintado de las mismas con el fin de abatir más animales con el menor número de precintos. Posteriormente, otra persona recogía dichos animales y daba comunicación al taxidermista, quien se desplazaba hasta un lugar señalado para su recogida, naturalización y entrega de los trofeos al cazador que contrató sus servicios.

Tras establecerse un dispositivo de vigilancia y localización de los cazadores, se identifico a los dos cazadores, como supuestos autores de la comisión de estos hechos constitutivos de varias infracciones administrativas a la Ley de Caza de Castilla y León. Los hechos descritos están tipificados en la Ley de caza 4/1996 de Castilla y León como graves, lo que es sancionable con cantidades que oscilan entre los 500 y los 5.000 euros, y la retirada de la licencia de caza entre uno y tres años.

La sanción también lleva aparejada la indemnización del valor del animal a favor del titular del aprovechamiento cinegético que en el caso del rebeco macho sería de 9.261 euros por ejemplar y la del corzo de 6.174 euros. Las denuncias confeccionadas a la ley de caza y los efectos intervenidos, han sido puestas a disposición del Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.