El presidente pidió mirar al futuro y reclamó que no se castigara a la dirección autonómica en su conjunto por su «decisión personal» de encabezar la gestora
29 sep 2017 . Actualizado a las 22:41 h.Se esperaba, visto el desarrollo de las asambleas locales, un debate sobre la gestión de la ejecutiva saliente tenso en el congreso socialista. Los derrotados en las primarias llevaban semanas mascando lo que intuían terminaría por ser un aprobado por los pelos que pusiera de manifiesto la condena a la gestión de Javier Fernández (no en vano la bandera del sanchismo en el proceso federal y en el autonómico ha sido marcar distancia de forma explícita con las decisiones de la gestora que dirigió el partido en el último año pero con la contención suficiente como para no suspender al que aún será presidente el Gobierno autonómico. El resultado de los votos así lo reflejó y, sin embargo, las distintas voces coinciden en que se trató de un debate mucho más calmado de lo esperado porque fueron muy pocos lo que pusieron cara al discurso adverso a Javier Fernández.
Fueron pocas intervenciones, alrededor de una quincena y el secretaro general electo, Adrián Barbón, no tomó la palabra. Contra Fernández hablaron el secretario de Organización de Oviedo, Iván Piñuela --la AMSO se ha destacado en sus críticas al presidente de forma relevante en este proceso--y también como parte de la delegación gijonesa el exedil en la ciudad Iván Álvarez Raja. Entre los que hablaron a favor de la ejecutiva saliente estuvieron la diputada Carmen Eva Pérez, la secretaria general de Juventudes Socialistas de Asturias María Vallina o el delegado de Oviedo Raúl Rodríguez Magdaleno.
También habló para defender su gestión al frente del Comité de Ética (y que recibió el mayor castigo con un suspenso en las votaciones) su presidenta Paz Fernández Felgueroso, quien quiso explicar con una detallada cronología el desarrollo de la investigación abierta contra el alcalde Siero por un supuesto incremento de patrimonio que comenzó en Asturias, se filtró a la prensa y terminó siendo remitido al comité federal que finalmente no sólo dio sus parabienes a Ángel García sino que reprobó al órgano asturiano acusándolo de extralimitarse en sus funciones.
Habló finalmente el propio Javier Fernández para señalar que nucna hubiera querido que su «decisión personal» de hacerse cargo de la gestora del partido pudiera suponer un castigo al conjunto de la ejecutiva autonómica y que trató de conciliar los ánimos señalando que debía mirarse al futuro, tratando de no ahondar más en las heridas, en aras de lograr una intagración reconciliadora (tanto sus partidarios como sus detractores reconocen que su su mayor patrimonio cuando asumió la dirección del partido también tras un periodo convulso 17 años atrás) de cara al futuro con la nueva dirección de Adrián Barbón.