Las minicasas se hacen hueco en Asturias pese a una normativa que no las contempla

ASTURIAS

Son tendencia entre quienes buscan llevar una vida más sencilla, sin acumular y sin tanto gasto energético. En Asturias, sin embargo, la norma establece que una vivienda lo es a partir de 50 metros cuadrados construidos

02 oct 2017 . Actualizado a las 18:01 h.

Cada centímetro tiene un uso práctico e impera el concepto de que menos es más. Las minicasas,  tiny houses en inglés, constituyen todo un fenómeno arquitectónico que surgía en Japón en los años noventa como respuesta habitacional a la falta de recursos económicos de los jóvenes, que al no poder acceder a las costosas viviendas de las ciudades comenzaron a trasladarse a espacios más pequeños en la periferia. El boom estalló en Estados Unidos y hoy es un movimiento social presente en muchos países y entre quienes quieren reducir el gasto energético y llevar una vida más sencilla, limitada a lo esencial y sin acumular. 

Con o sin ruedas, las minicasas también han llegado a España y, pese a lo arraigada que está la cultura del ladrillo, ya tienen adeptos. De momento, y según quienes construyen o venden este tipo de edificaciones en Asturias, se suelen destinar principalmente a segundas residencias, pero también están empezando a demandarse como primera vivienda.

Minicasas con ruedas al estilo americano en el polígono de Porceyo

«El interés es creciente y el programa de Divinity no está dando mucha clientela», asegura Alberto García, gerente del Grupo Ladislao, la empresa asturiana que el año pasado ponía en marcha una división, Ladishouse, dedicada exclusivamente a construir minicasas personalizadas sobre ruedas como las que aparecen en los programas americanos. Construidas en madera y con interiores en los que las pequeñas superficies no son impedimento alguno para que haya sitio suficiente para todo lo necesario. Siempre, además, teniendo en cuenta qué es lo necesario para quien la va a comprar. «Somos los primeros fabricantes a nivel nacional de minicasas sobre ruedas y, aunque tenemos varios prototipos, estamos abiertos a todo lo que nos planteen los clientes. Escuchamos al cliente que, además, suele venir con las ideas claras», explica, en este sentido, García, que indica que ya están trabajando en un sexto prototipo y que el mayor de todos tiene 47 metros cuadrados, aunque la mayoría son de entre 24 y 26 metros cuadrados, con precios que parten de los 26.500 euros. 

«El tamaño depende de las necesidades del cliente, pero no puede exceder de 2,55 metros de ancho y cuatro de altura para que sea legal circular en carretera con ella. Si es fija, las medidas ya podrían ser mayores», indica, explicando que toda la mano de obra se realiza en la fábrica que el grupo tiene en el polígono gijonés de Porceyo, en donde pueden llegar a fabricar hasta dos minicasas con ruedas al mes. «Es una forma diferente de vida y, en general, el perfil del comprador suelen ser matrimonios de entre 25 y 50 años. Hasta ahora era como segunda residencia, como un fin de semana, como lugar de vacaciones, pero ya estamos trabajando en proyectos que se van a destinar a primera vivienda», asegura García, que reconoce que, de momento, hay mucho más interés en otras comunidades autónomas como el País Vasco, Galicia, Castilla y León o Murcia. 

En parte, debido al hecho de que en Asturias la normativa autonómica dice que una vivienda debe tener 50 metros cuadrados construidos como mínimo (y 45 metros cuadrados útiles), además de establecer cuánto espacio se debe dedicar a cada función (cocina, baño o dormitorio) en concreto. En todo caso, García recuerda que en España no existe una normativa específica sobre las minicasas, y mucho menos con ruedas, con lo que existe cierto vacío legal al respecto. «En realidad estamos vendiendo un remolque y siempre recomendamos que se coloquen en fincas privadas y cerradas que sean urbanizables. Con una normativa clara y abierta a este nuevo concepto de viviendas, la gente no tendría tanto miedo a hacer la inversión, aunque los que no tienen ese miedo se lanzan», asegura. En otras comunidades autónomas, en todo caso, sí se consideran viviendas las minicasas por debajo de 50 metros cuadrados, y con muchos metros cuadrados menos también.

Minicasas de diseño que pueden crecer vertical u horizontalmente

También dos de los diseños b home, que nacen del tándem entre el estudio de arquitectura Baragaño y ArcelorMittal, pueden ser considerados minicasas por tener menos de 50 metros cuadrados. En concreto, 39 y 48 metros cuadrados, con un precio que parte de 49.000 euros para la más pequeña. «Tenemos varias viviendas ya instaladas en Asturias y ahora estamos sacando otros modelos por debajo de 40 metros cuadrados que vamos a presentar en octubre», adelanta el arquitecto asturiano Sergio Baragaño, que explica que su estudio promueve el diseño y ArcelorMittal suministra las estructuras de acero y el resto de elementos con parte metálica que se utilizan en estas innovadoras viviendas modulares que, además de ser sostenibles a nivel energético, pueden crecer tanto horizontal como verticalmente. 

«Las minicasas son una tendencia que hace ya años empezó a estar muy en boga en países como Japón, Estados Unidos, Reino Unido y otros muchos lugares. Además es una inquietud personal», considera Baragaño, «muchas veces las viviendas grandes se infrautilizan y el ingenio hizo que surgieran viviendas más pequeñas con mucho espacio útil. No solo tenemos que pensar en metros cuadrados. Nosotros, por ejemplo, utilizamos también la cubierta y, al final, son 50 o 40 metros cuadrados muy diferentes a lo que estamos acostumbrados». El ingenio, en este sentido, sirve para aprovechar mucho mejor el espacio y pensar en volúmenes más que en superficie. Baragaño indica que la acogida del concepto de b home está siendo buena. «Hay un cambio de mentalidad y a la gente le llama mucho la atención», asegura, «intentamos también que sean viviendas adaptadas a hoy, que se integren en el lugar y que recuperen la arquitectura más tradicional».

En la actualidad, el estudio tiene entre manos un proyecto de varias viviendas en Finlandia, también en Mallorca y Madrid, pero «donde más impacto ha tenido es en Asturias». De hecho, se está trabajando en tres proyectos precisamente de minicasas. «En otras comunidades, no existe ese umbral de los 50 metros cuadrados construidos que hay en Asturias, que incluso establece materiales y acabados en algunas zonas. Las minicasas son un concepto tan nuevo que la normativa es más abierta y permisiva en otros países, pero es una tendencia mundial cada vez más solicitada y habrá que ir corrigiendo esas cosas del pasado», considera, explicando que, en cualquier caso, existen módulos adicionales para cumplir con la normativa en Asturias, para así complementar la vivienda colocando un garage, un porche o un estudio. «Hay un mundo muy interesante detrás, puesto que nuestras minicasas también se emplean en ampliaciones o rehabilitaciones o, en los proyectos más grande, como plus, al aportar un espacio separado como minicasa», valora.

36 metros cuadrados a partir de 22.900 euros

Otra empresa que ofrece viviendas de 50 o menos metros cuadrados es Casas Cube, radicada en A Coruña y con delegación asturiana en Lugones desde el año pasado. Estas viviendas prefabricadas, según explican en la delegación asturiana, son muy prácticas porque se instalan y se ponen a punto en dos meses. «Es una única pieza y, si mañana se quiere llevar a otro lado, es factible», indican, explicando que, además de todos los muebles de la vivienda y la calefacción, se ofrece un pack de llave en mano en el que «nos ocupamos de todo el proceso, porque, aunque sean casas pequeñas, también requieren de licencias y otros trámites». 

La mayoría de los clientes, sobre todo en los modelos de 50 metros cuadrados, las destinan a segunda vivienda. «Tienen una finca edificable a la que le quieren dar uso como segunda residencia y es muy práctico. Suelen destinarse a ocio, a fines de semana pero, al final, lo que tienes es una casa y la ventaja de lo bien aisladas que están técnicamente, frente a humedades y con una calificación de eficiencia energética alta», indican. Los precios, en este caso, parten de los 22.900 euros sin IVA que cuesta la vivienda de 36 metros cuadrados a la que, para cumplir la normativa en Asturias, también se le pueden añadir módulos extra.