La Universidad fuerza al Principado a compensar una bajada de las matrículas

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, conversa con el presidente del Principado, Javier Fernández, seguido por el consejero de Educación, Genaro Alonso.El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, conversa con el presidente del Principado, Javier Fernández, seguido por el consejero de Educación, Genaro Alonso
El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda, conversa con el presidente del Principado, Javier Fernández, seguido por el consejero de Educación, Genaro Alonso

El Rectorado cuela una claúsula en el borrador del acuerdo que está pendiente de firma. La financiación por objetivos supondrá hasta diez millones en cinco años

06 oct 2017 . Actualizado a las 13:35 h.

«Asumir la compensación de ingresos producida por una bajada de los precios públicos que derive de una decisión del Gobierno». Esta es la cláusula literal que la Universidad de Oviedo ha obligado al Gobierno del Principado a incluir en el borrador de acuerdo que está pendiente de firma. El documento, que es la hoja de ruta del contrato-programa, contempla por primera vez una financiación por objetivos y también un plan de infraestructuras a cinco años vista. En medio de unas cifras que no acaban de convencer del todo a la institución académica, aparecen algunos apartados que tienen el sello del actual Rectorado, dirigido por Santiago García Granda. El rector ya había apoyado en público las reivindicaciones de los estudiantes que solicitan una bajada del precio de la matrícula. Sin embargo, también había reconocido que esa decisión tendría que ir acompañada de más dinero de la Administración para equilibrar la reducción de ingresos que supondría. Justo eso es lo que se ha conseguido garantizar ahora.

La Universidad recibió un primer borrador del Gobierno con un contrato-programa y un plan de inversiones que no cumplían con sus expectativas. Ese documento llegó a manos de la institución el día 9 de junio, Así que, tras estudiarlo, a principios de julio, el Rectorado remitió por escrito una contrapropuesta. Uno de los aspectos que exigía García Granda era, precisamente, un compromiso por escrito de la Consejería de Educación de que se compensaría una téorica bajada de las tasas de los créditos de las asignaturas. En reuniones posteriores, el Gobierno regional asumió este precepto y alguno más. Por ejemplo, se comprometió a asumir la cuantía prevista en 2017 para los deslizamientos retributivos. Además, fijó el reparto de la cofinanciación de las obras en infraestructuras, con un 80% para la Administración y un 20% para la Universidad, ya que la propuesta inicial pretendía que fuera un 70-30. También se modificaron los porcentajes de distribución de la aportación ordinaria, hasta llegar a un 90-10.  

La necesidad del descenso

El Principado y Galicia son las dos únicas comunidades que han congelado durante cinco cursos consecutivos los precios de las matrículas en primera convocatoria. Ambas comunidades, con el respaldo de la comunidad universitaria, adoptaron esta medida en plena crisis económica y la han mantenido hasta el curso actual. Pero para los estudiantes asturianos ya no es suficiente. Ahora que los poderes políticos y económicos proclaman el final de la crisis, los universitarios reclaman a la Administración que dé un paso más y que apruebe una reducción de las tarifas con el fin de aliviar las maltrechas economías familiares y de abrir los estudios superiores a los colectivos más desfavorecidos. Así se lo trasladaron al rector, que dio su apoyo a la reivindicación, y también al Gobierno regional. Representantes del Consejo de Estudiantes se reunieron también con la Directora General de Universidades, Cristina Valdés.

Por primera vez, esta reivindicación tiene una plasmación en un documento oficial, aunque con dos matices importantes. El primero es que está pendiente de firma. El segundo consiste en que la Administración no se compromete a hacerlo, no promete ir un paso más allá de la congelación. Solo se compromete a compensar con fondos adicionales la bajada de precios si se reducen, pero no dice expresamente que lo vaya a hacer.

Lo que los universitarios piden, sin embargo, no parece tan descabellado. El último informe de la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD), publicado hace unos días, tiene un apartado dedicado, precisamente, a los precios de los créditos. Esa tabla indica que, pese a que la matrícula lleva cinco años congelada, Asturias no tiene el promedio de créditos matriculado más bajo de España. De hecho, está en la media. En el curso 2016/2017, la tarifa media del crédito en España era de 17,77 euros y en Asturias de 17,13. Esto supone cinco euros y medio más que Galicia (11,89), que sí es la más económica del país. También es cierto que está lejos de las más caras, Madrid (25,94 euros) y Cataluña (25,14 euros).

El resto del documento

Por lo demás, el borrador del acuerdo entre Principado y Universidad en el que aparece la compensación económica estaba casi desgranado y ha terminado por aclararlo la propia Consejería de Educación en una respuesta por escrito al diputado de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, que se ha interesado por el estado de la negociación, el calendario de aplicación, los proyectos de investigación y el volumen total de financiación. El Principado deja claro que, pese a las quejas de la Universidad de Oviedo,la negociación está cerrada. Insiste en que existe un acuerdo verbal desde el pasado 27 de julio, momento en el que se aceptaron varias peticiones de la institución académica. Su importe total asciende a 18 millones de euros.

Precisa el consejero, Genaro Alonso, que el modelo de financiación está previsto para el quinquenio de 2018 al 2022. El bloque de financiación por resultados permite el desarrollo de un plan estratégico de la Universidad, que tendrá que determinar qué objetivos servirán para fijar las cuantías correspondientes. Se han establecido tres apartados con una ponderación cada uno que servirá para hacer la evaluación de resultados, La formación y la inclusión supondrá el 35%: la investigación, el desarrollo y la innovación, el 35% y la gestión y la eficiencia, el 30% restante. La idea es que, mediante este sistema, la institución podrá recibir hasta un total de diez millones durante los cinco años. Para el ejercicio 2018, se comenzará con un millón de euros. La cuantía irá creciendo gradualmente.

El plan de inversiones suma otros ocho millones de euros. En realidad, la cuantía total del programa deberá ascender a diez millones, ya que los ocho millones anunciados son los que aportará la Administración (el 80%) y la Universidad deberá poner el 20% restantes, dos millones más.