Acoso turístico a un oso en el Alto Sil leonés

ASTURIAS

El plantígrado, perseguido por un numeroso grupo de personas, llega incluso a cruzar una carretera, en la frontera con Somiedo. Geotrupes denuncia los hechos y los califica de auténticos «botellones oseros»

12 oct 2017 . Actualizado a las 17:55 h.

El turismo de naturaleza, cuando es masivo, suele tener ciertas consecuencias. Y así se muestra en el vídeo que hoy colgaba en sus redes sociales la asociación Geotrupes, en el que se observa cómo un ejemplar de oso pardo cantábrico es acosado por un numeroso grupo de personas que participan en una actividad de observación de la fauna salvaje en el Alto Sil, en la frontera leonesa con Somiedo. En un momento dado, como se puede observar al final del vídeo, el oso incluso cruza una carretera con el peligro que ello conlleva para una especie protegida desde mediados del siglo pasado. 

En Geotrupes consideran que el acoso sufrido por este ejemplar es «la otra cara de las actividades de observación de fauna amenazada que suele ocultarse, aunque son situaciones relativamente frecuentes». En concreto, indican que los hechos tuvieron lugar hace unos días en el Alto Sil leonés, en donde se llevaba un tiempo avistando varios osos en un lugar de fácil acceso para el público «sin que la guardería de la Junta de Castilla y León haya hecho nada por prevenir este tipo de situaciones». Añaden, además, que «tampoco ayuda a evitar este tipo de botellones oseros» el hecho de que se publiciten abiertamente los lugares de avistamiento de osos puesto que al final se dan situaciones «lamentables», como ha sido el caso, «en la que decenas de personas persiguen a un oso para conseguir la ansiada foto con la que hinchar su ego y alardear ante los amigos y en las redes sociales».

«El oso podría haber atacado a alguien o se pudo provocar un accidente de tráfico»

En este sentido, también indican que «no hubiera sido raro que, ante semejante acoso, el oso hubiese atacado a alguien e incluso se pudo haber provocado un accidente de tráfico con consecuencias fatales para el oso o los conductores que pasaban por allí». Justo en el momento en el que el oso cruza la carretera, de hecho, circula un coche por ella. En Geotrupes, además, considerar que, con este tipo de actuaciones, se contribuye a cambiar el comportamiento innato del animal, «que es evitar a la especie humana», y advierten de que «cualquier día habrá una desgracia y entonces la culpa será del oso, se hablará de osos problemáticos y se olvidarán este tipo de actividades que se están llevando a cabo sin ningún tipo de control, restricción o sanción por parte de las administraciones competentes». 

Tampoco pasan por alto el papel de los medios de comunicación, «que habitualmente proporcionan información sobre este tipo de enclaves importantes para la fauna amenazada sin la menor prudencia». En enero, mes en el que el Ministerio de Medio Ambiente editaba una manual de buenas prácticas para la observación del oso, lobo y dicen en España para precisamente evitar este tipo de situaciones, también se daban a conocer las conclusiones de un estudio realizado por la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad (integrada por el CSIC, la Universidad de Oviedo y la Consejería de Medio Ambiente del Principado), en colaboración con centros de investigación de Eslovenia, Finlandia y Noruega, que advertían de que el ecoturismo relacionado con la observación de los osos podía tener consecuencias directas en su comportamiento, llegando a provocar situaciones de estrés como la que muestra este vídeo. 

Aunque el estudio también mencionaba consecuencias positivas, como el hecho de que las personas quieran conocer más de cerca a esta especie redunda en la mejora de su conservación, consideraba que deberían establecerse unas normas que regularan los avistamientos en cada caso particular. De hecho, también se advertía del riesgo de realizar estas actividades en áreas de alimentación o de celo, puesto que la presencia humana podría incitar al oso a dejar de frecuentarlas o hacerlo en horarios muy concretos, provocándole ese estrés.