Guillermo Rada Modroño lanza una iniciativa a través de Facebook para «ayudar a nuestra naturaleza» replantando las zonas quemadas
19 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Durante estos días las redes sociales se han inundado de mensaje de indignación y tristeza ante los incendios forestales acontecidos en Asturias y en Galicia, y ha sido a través de las redes sociales donde Guillermo Rada Modroño ha impulsado una iniciativa para repoblar las zonas afectadas por el desastre.
La idea de Modroño pretende conseguir un local en Langreo para efectuar una recogida de semillas para después desperdigarlas por los montes quemados y, así, «ayudar a nuestra naturaleza».
«Estoy dispuesto a ofrecerme a colaborar para que nuestros montes, campos y animales tengan menos sufrimientos dentro de lo vivido estos días. El fuego esta sofocado pero los medios naturales muertos», publicaba en su Facebook.
Modroño pide la colaboración de todo aquel que quiera ayudar «de una forma muy sencilla». «Como sabéis el fuego destruye el suelo quemando el compost y los restos a medio compostar, elimina el soporte radicular de la tierra y hace que las lluvias arrastren la poca tierra que nos queda. Os animo a que cada uno de vosotros compre un saco de semillas de tipo autóctono o simple trigo para desperdigar por donde podáis en las zonas quemadas. Esto dará de comer en parte a todos aquellos animales que se quedan sin sustento y la parte más importante es que, dadas las temperaturas que aún tenemos, las semillas germinarán y sujetarán el suelo acelerando el proceso de recuperación».
Tras la primera publicación llegaron los refuerzos. La primera en ofrecer un local fue Cristina Sánchez, que pone a disposición de la causa parte de su espacio en Ser Tam Astur, su empresa de serigrafía y rotulado. También ha conseguido ayuda de Jorge Carlos Bahamonde, quien le ha cedido una nave en Asipo para el traslado de todo lo recogido y de Iván González, que ha ofrecido su local en Oviedo, Bar El Pijo, para recogida.
Los peligros de las buenas intenciones
A pesar de tratarse de una intención que solo trata de ayudar, no han tardado en aparecer comentarios que alertan sobre los peligros de aventurarse a replantar los montes calcinados.
La Sociedad Galega de Historia Natural desaconseja el uso indiscriminado de semillas para cubrir las áreas quemadas dada la dificultad de encontrar semillas autóctonas garantizadas tanto en su origen (del mismo lugar donde se van a sembrar) y que realmente correspondan a especies nativas, pudiendo llevar a la colonización por especies invasoras no autóctonas. Estos peligros se deben a que en la mayoría de los casos no se sabe realmente qué se va a esparcir por los montes ni los posibles efectos perniciosos que puedan tener en el futuro.
Asimismo, consideran que en muchos lugares que han sufrido incendios no se debería pisar después, ya que acelera el proceso de erosión con la lluvia y la compactación del suelo. Si bien, califican de mal menor el empleo de cereales, con la condición de que sean estériles para que, una vez que hayan completado su proceso, no dejen huella.
Ante los posibles efectos adversos Modroño también propone «abrir una cuenta y ceder ese dinero integro a una asociación, asegurándose estos de adquirir lo adecuado».