Satse señala que el relevo de turnos no computa como jornada. El sindicato apoya que el personal sanitario fiche
25 oct 2017 . Actualizado a las 17:35 h.El personal de Enfemería conoce como «solape de jornada» al tiempo de trabajo que dedican a garantizar la continuidad asistencial de paciente, es decir, los 15 o 20 minutos que se destinan a informar al compañero que entrar en el siguiente turno. El sindicato Satse señala que ese cambio de turno no se contabiliza como horario y que es un tiempo que los profesionales regalan al Servicio de Salud del Principado (Sespa). Por esa razón, apoya la idea lanzada por el Sindicato de Cuentas de que se controlen los horarios para que así ese solape comience a computar. En realidad, Satse apoya la idea de fichar justo por la razón contraria a la esgrimida por la Sindicatura. El sindicato quiere que se reconozca las horas que hacen de más mientras las sindicatura señala que existe un auténtico descontrol en el Sespa.
«La implantaciónde un sistema de control de entrada y salida no supondría problema alguno para la Enfermería», argumenta Satse, ya que lleva años reivindicando que ese cambio de turno «sea reconocido como jornada laboral, como ya ha sucedido en alguna comunidad autónoma», como por ejemplo Aragón, Extremadura, Euskadi o Madrid. El sindicato cree que es el momento de «visibilizar un trabajo que, en definitiva, va en beneficio de la persona a la que cuida el profesional enfermero y garantiza la atención».
Otro de los temas que cuestiona la Sindicatura de Cuentas es la carrera profesional. Ahí el sindicato no realiza concesiones. «No estamos de acuerdo con los argumentos de que debe ser para todos y valorando únicamente criterios de antigüedad. Tanto para el encuadramiento como para la progresión de grados dentro de la Carrera se valora la experiencia profesional, pero también otros conceptos como la formación y la actualización, tan importantes para la profesión enfermera», explica. Deja, por tanto, claro que la carrera profesional no es un mero concepto retributivo, «aunque tenga una repercusión económica». Entiende que se debe valorar «la actividad y la calidad asistencial, la implicación y el compromiso con la organización, las competencias profesionales y los conocimientos así como la participación en la docencia y la investigación».