El cierre de las térmicas abre una brecha entre el PSOE nacional y los socialistas asturianos

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCIÓN

ASTURIAS

Central térmica de HC en Aboño
Central térmica de HC en Aboño

Tanto el gobierno autonómico como el secretario general de la FSA alertan de las implicaciones para la economía y el empleo

25 oct 2017 . Actualizado a las 20:37 h.

El apoyo del grupo parlamentario socialista en el Congreso a una proposición de Unidos Podemos para retirar los pagos por capacidad a las centrales que superen emisiones de Co2, lo que supondría de facto el cierre de las térmicas de carbón en el año 2020 y que en Asturias afectaría a los centros de Lada, Soto de la Barca, Soto de Ribera y Aboño; cayó como una jarro de agua fría en el socialismo asturiano --tanto en el Ejecutivo del Principado como en la nueva dirección de la FSA-- por ser una enmienda a los postulados tradicionalmente defendidos por la formación.

«El gobierno de Asturias está en absoluta discrepancia con esta decisión y no podemos opinar de otra manera», señaló el Consejero de Presidencia, Guillermo Martínez quien recordó que en el Ejecutivo de la comunidad «tenemos una postura firme y coherente en defensa de la minería del carbón y de las cuencas» y advirtió de los graves efectos que supondría esta resolución para la economía asturiana, no sólo respecto a la pérdida de empleo por el cierre de las térmicas, sino también «para el transporte o los puertos». Martínez insistió en esa discrepancia y no quiso ahondar en el desacuerdo abierto con «el sentido del voto» del grupo socialista en el parlamento nacional pero destacó que «nuestra postura es muy clara».

No gustó tampoco la decisión al secretario general de la Federación Socialistas Asturiana (FSA), Adrián Barbón de visita en Degaña quien calificó de «locura económica» plantear un plazo de cierre para las térmicas para el año 2020. Respecto a ese plazo insistió en que «desde el punto de vista energético es una barbaridad y no lo voy a respaldar, no podemos defender eso». Barbón, que fue alcalde de Laviana y aún preside la Asociación de las Comarcas Mineras (ACOM) hasta el próximo mes de noviembre, afirmó que «si soy creíble es porque soy coherente y hace dos meses ya dije que estaba totalmente en contra del cierre de las térmicas».

El secretario general de la FSA destacó que el ámbito del debate en el Congreso estaba relacionado con otro comunitario (abierto en la UE) que marcaba un plazo hasta el año 2050 «y esa planificación me parece más exacta». Barbón insistió en que el apoyo a la lucha contra el cambio climático y el desarrollo de las energías renovables es «una cuestión de tiermpo» y que en las resoluciones aprobadas en los congresos federal y autonómico del partido se había hablado de «una transición justa» que tenga en cuenta el mantenimientos del empleo.

Además aseguró con que el anterior gobierno socialista, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, «se invertía en investigación para la captura y almacenamiento de emisiones» pero que con la llegada del PP al Ejecutivo central «se paró en seco; y esto también es cuestión de voluntad política».