El queso asturiano elaborado artesanalmente no puede ser artesano

ASTURIAS

No es un galimatías, sino la realidad del más de un centenar de queserías que no pueden etiquetar sus productos como artesanos pese a serlo por no tener Asturias legislación al respecto, recuerdan en la Asociación de Queseros Artesanos del Principado

30 oct 2017 . Actualizado a las 17:49 h.

Dicen que Asturias es la mayor mancha quesera de Europa y, aunque se han catalogado 42 variedades diferentes de quesos, podrían ser casi un centenar las que se elaboran también en las más de un centenar de queserías tradicionales que se reparten por todo el territorio asturiano. Cuarenta de esas queserías forman parte de la Asociación de Queseros Artesanos del Principado de Asturias, en la que llevan años reivindicando que los quesos que se elaboran de manera artesanal en Asturias puedan etiquetarse como artesanos. «No existe una legislación como en otras comunidades autónomas», explica la presidenta de la asociación, Isaura Souza, que pone como ejemplo la que sí existe en Andalucía y que regula las condiciones técnicas específicas necesarias para la elaboración del queso artesano.

Las queserías que son socias de Queseros Artesanos del Principado, que se fundó en 1991, son pequeñas, casi todas de carácter familiar y están integradas por dos o tres trabajadores con una edad media de entre 45 y 55 años. Este perfil es el común también en el resto de queserías asturianas, algunas de las cuales tienen vinculada una explotación ganadera mientras que otras se dedican solo a la elaboración de quesos. La norma para entrar en Queseros Artesanos, como su propio nombre indica, es la elaboración artesanal, con pequeñas producciones y el uso de materias primas naturales y locales, sin sustancias ni aditivos que alteren el proceso tradicional de elaboración. 

Productos de multinacionales que se etiquetan como artesanos

En ella también están presentes las cuatro variedades con Denominación de Origen (Cabrales, Gamonéu, Afuega’l Pitu y Casín) y la que tiene Indicación Geográfica Protegida (Los Beyos). Según la actual legislación asturiana, ninguno debería poder utilizar la palabra artesano en su etiquetado. «A nosotros hace años nos dijeron que lo quitáramos y pusiéramos en su lugar elaborado artesanalmente», recuerda Joaquín Sánchez, que con Souza es socio de Quesu Ovín, quesería con 22 años de trayectoria. «Nos interesaría poder ser artesanos, que la palabra artesano pudiéramos utilizarla en la etiqueta del producto porque tiene mucho valor, pero al no haber legislación se devalúa», dice, mencionando productos de multinacionales alimentarias que sí pueden utilizar la palabra artesano en sus envoltorios. 

La Consejería de Sanidad es la que, en principio, supervisa los productos que se elaboran en Asturias y sus etiquetas, que precisamente a partir del año que viene deberán incluir la información nutricional. Souza también recuerda que, en la actualidad, el Gobierno del Principado trabaja en una ley de calidad alimentaria «para tener bajo un mismo paraguas a todos los productos elaborados artesanalmente en Asturias y se supone que va a introducir el concepto artesanal o elaborado artesanalmente, pero no sabemos qué perímetros manejan».

La última feria, 28 elaboradores y 70 variedades diferentes

En principio, dicha ley nace con el objetivo de avanzar en el reconocimiento de la industria artesanal asturiana, para proteger al sector y garantizar la seguridad del consumidor. La Asociación Artesanos Queseros del Principado de Asturias, que desde sus inicios trabajó de manera conjunta con la asociación nacional, tuvo su última reunión con representantes del Gobierno regional en 2014, cuando los queseros asociados presentaban el logotipo que les identifica desde entonces. «No nos reconocen como marca colectiva porque cada queso se elabora de una determinada manera y no podemos hacer un pliego de condiciones para cada uno», explica Souza. 

«Nosotros en Ovín, por ejemplo, tenemos siete variedades, otras queserías tienen seis, las hay que tres, otros una… A la última feria que organizamos, en septiembre en Gijón, asistieron 28 elaboradores con 70 variedades de queso diferentes», dice. En las queserías asturianas se hace queso de leche de vaca, pero también de oveja, de cabra, de mezcla de cabra y vaca y quesos ecológicos. 

Producciones pequeñas

Souza enumera los quesos de cabra: Taramundi, Castañéu de Vega, Varé, Vidiago, Los Cuetos, Picu Urriellu, Ovín, La Chivita, IGP Bellos, La Collada, Los Caserinos… «De oveja hay menos variedad pero también tenemos», remarca, explicando la labor que supone que tuvieran que redactar las condiciones técnicas de cada variedad de queso artesano que se hace en Asturias. También les han propuesto que creen un consejo regulador, «pero eso supone unos gastos y nosotros no tenemos medios suficientes». Una de las condiciones para pertenecer a la Asociación de Queseros Artesanos de Asturias es precisamente que la producción por persona sea de 500/600 litros. Son producciones pequeñas, propias de una elaboración artesanal lógicamente.

«Nuestra gran reivindicación es que se valore el producto y el trabajo», indica Souza, que añade que siente que en Asturias se ha desprestigiado el trabajo que se realiza en el medio rural. «Vivir en la zona rural es muy difícil», insiste, enumerando los servicios que se están perdiendo con los años. En tiempos encima del comercio electrónico. «La zona rural se está quedando para atrás. Muchas queserías ni siquiera tienen conexión a internet para simplemente hacer las comunicaciones diarias al ministerio», indica Souza, en relación al envío diario de la producción al Ministerio de Medio Rural, que se tiene que realizar por internet en zonas a las que ni siquiera ha llegado la oportunidad de conectarse a la red si no es haciéndolo de manera individual y pagando bastante más por ello. Y, a las que llega, con fallos frecuentes, añade.