La financiación autonómica reabre la brecha entre el gobierno asturiano y Pedro Sánchez

L.O. / Agencias

ASTURIAS

JLCereijido

El Secretario General del PSOE busca una postura común con los barones que critican que se haya aprobado el cupo vasco mientras se posterga al resto de comunidades

23 nov 2017 . Actualizado a las 18:10 h.

No se ha definido aún el futuro sistema de financiación autonómica y, de hecho, el Ejecutivo central, que se había comprometido a abordar ese debate antes de que terminara el año, ya da por seguro que se pospondrá hasta 2018. Y aún así, fruto del acuerdo sobre los presupuestos generales del Estado, el Gobierno de Rajoy dio luz verde al cupo vasco con una serie de compromisos que fueron destacados por el presidente asturiano, Javier Fernández, «una compensación de 1.400 millones y una rebaja del cupo a 956 millones, 569 menos que en 2016, durante cinco años». Todo sin que haya llegado a definirse qué pasará con el resto de comunidades autónomas y también con las suspicacias abiertas por la posibilidad de que las propuestas de solución al proceso soberanista catalán desde el Ejecutivo central pasen por un modelo de financiación que mengüe los recursos de comunidades como la asturiana.

La noticia sobre el cupo cayó como un jarro de agua fría en el Ejecutivo del Principado pero también en otras comunididades autónomas gobernadas por los socialistas, como Andalucía y Valencia, lo que obligó al secretario general del PSOE a hacer una ronda de llamadas. Según informó la agencia Europa Press, Sánchez, tiró de teléfono este miércoles para fijar una posición común entre los barones regionales. Lo hizo público la presidenta andaluz, Susana Díaz, de viaje oficial en Bruselas, quien afirmó tras las conversaciones que el secretario general socialista le había trasladado que estaba «totalmente de acuerdo» con la petición de Andalucía y otras comunidades de que el Gobierno abra ya la negociación sobre el nuevo modelo de financiación. Además, Sánchez se ha comprometido a hacer «lo que esté en sus manos para presionar» al Gobierno para que haga una propuesta antes de que termine el año.

«Incide» en Asturias

Al mediodía, a la hora de explicar los acuerdo del Consejo de Gobierno, el consejero de presidencia y portavoz del Ejecutivo asturiano, Guillermo Martínez, destacó que la reforma del sistema de financiación autonómica y el de las comunidades de régimen común debe abordarse de forma simultánea ya que el resultado del cupo vasco «incide» en el del nuevo modelo de financiación de las comunidades que carecen de régimen foral; informó EFE.

Martínez insistió en que desde Asturias no se cuestiona el régimen foral recogido en la Constitución, pero ha considerado que es «una evidencia» que dicho sistema «es más favorable que el común». Además apuntó que las comunidades beneficiarias de ese régimen específico (Navarra y País Vasco) «deben contribuir a los mecanismos de nivelación de la solidaridad» con el resto de territorios y que el cupo vasco no puede ser objeto de un acuerdo «particular» entre el Gobierno español y el Ejecutivo de Euskadi.

En su día, el que fuera elegido por el Gobierno asturiano como representante de la comunidad y el comité de expertos que debía proponer las reformas del futuro modelo de financiación autonómica, el catedrático Carlos Monasterio, presentó su renuncia precisamente tras conocerse el acuerdo presupuestario de Rajoy con el PNV sobre el cupo ya que, según indicó, ese pacto ponía de relieve que para el Gobierno central el comité de sabios era un «órgano irrelevante» 

Ocasión desaprovechada

Desde Ferraz precisaron que Sánchez no sólo había hablado con la presidenta andaluza sino con el conjunto de dirigentes territoriales del PSOE y añadieron que se habñia llegado al consenso de exigir que antes del 31 de diciembre el Gobierno deba presentar una propuesta de revisión del modelo de financiación autonómica. La dirección del PSOE reconoce que le hubiera gustado que la propuesta del Gobierno hubiera llegado antes que el nuevo Cupo vasco pactado entre el Gobierno de Rajoy y el Ejecutivo vasco, --que conforman PNV y los socialistas vascos-- y que aprobará este jueves el Congreso de los Diputados. «Pero no podemos bloquearlo», advierten desde Ferraz a las voces del partido que, en privado, se quejan de que Sánchez no haya aprovechado la negociación del Cupo y de los Presupuestos Generales del Estado para forzar a Rajoy a negociar un nuevo sistema de financiación autonómica.

Suspicacia por Cataluña

El pasado martes, el presidente asturiano afirmó en Oviedo que, frente a quienes le reprochan que hable mucho de Cataluña y menos de Asturias, debe remarcar los problemas de financiación atañen al sustento de servicios públicos esenciales como la sanidad y la educación. «¿Soy malpensado si sospecho la posibilidad de que el apaño económico forme parte de las ofertas de solución al conflicto catalán? Sería ingenuo si no lo considerase. No sólo existe el precedente vasco: Artur Mas propuso en 2012 un concierto para Cataluña y el ministro Luis de Guindos reconoció hace dos meses que tal posibilidad cabría si se reformase la Constitución. Si andamos en los preliminares de un cambio del sistema de financiación, si está explícitamente sobre la mesa la ordinalidad, si tenemos estos antecedentes, ¿cómo no voy a preocuparme?».

En este sentido, manifestó su oposición a que se extendiera al conjunto del estado el modelo de los conciertos forales, así como la posibildad de que pudieras plantearse como solución en el caso catalán. Fernández insistió además en que «la financiación autonómica y el modelo de Estado son indisociables. Al decidir la reforma de la financiación estaremos optando entre competencia y solidaridad» y remarcó su defensa de una armonización fiscal de los tributos de competencia de las comunidades autónomas.