Quemadas y estresadas: así se sienten las enfermeras

Juan M. Arribas REDACCIÓN

ASTURIAS

Un bebé recibe una vacuna.Un bebé recibe una vacuna
Un bebé recibe una vacuna

Un estudio concluye que la salud de las profesionales ha empeorado en Asturias

22 nov 2017 . Actualizado a las 18:37 h.

Un estudio elaborado por el Sindicato de Enfermería (SATSE) ha concluido que la salud de las enfermeras ha empeorado, ya que más de la mitad sufre el síndrome del profesional «quemado» y siete de cada diez padecen estrés, por lo que ha reclamado a la administración sanitaria que invierta en recursos humanos y materiales para mejorar la situación.

Los principales resultados del estudio en Asturias son que siete de cada diez profesionales (76%) se siente estresado, cinco de cada diez (56%), «quemado» y cerca de seis de cada diez (58%) sufre agotamiento emocional. Asimismo, muchos profesionales manifiestan dolencias y síntomas físicos. Por ejemplo, un 94% padece tensión muscular; un 84%, nerviosismo, temor o angustia; un 44% sufre problemas sexuales, y un 94% tiene trastornos del sueño.

De otro lado, siete de cada diez (70%) cree que la atención a los pacientes ha empeorado, y es que ocho de cada diez (83%) considera que no hay personal suficiente, y también ocho de cada diez (86%) no dispone del tiempo necesario en su jornada laboral para atender a los pacientes como desearía. Además, nueve (95%) de cada diez enfermeras entiende que han empeorado sus condiciones de trabajo, y 8 de cada diez (80%) cree que el ambiente laboral se ha deteriorado.

La secretaria general autonómica de SATSE Asturias, Margot Marqués, ha explicado que el principal objetivo de este estudio ha sido realizar un diagnóstico sobre la situación actual de los profesionales de enfermería y de la evolución del sistema sanitario de la región tras los recortes sufridos tanto en recursos humanos como en materiales.

Por este motivo, el sindicato ha asegurado que «intensificará» su estrategia reivindicativa para lograr estabilidad laboral, a través de nuevas ofertas públicas de empleo con plazas suficientes para enfermeras, la jornada de 35 horas semanales o el desarrollo de entornos de trabajo seguros, entre otras medidas.