Así acosan a los docentes asturianos

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Conversaciones en whatsapp
Conversaciones en whatsapp

Las denuncias se presentan tanto por enfrentamientos directos como por vejaciones en las redes

30 nov 2017 . Actualizado a las 17:36 h.

Una madre utilizó un grupo de whatsapp para poner a escurrir a una docente. Sobrepasó toda crítica razonable. Escribió comentarios humillantes y vejatorios. Otro padre del grupo, avergonzado, informó a la profesora de lo que estaba sucediendo. La afectada se puso en contacto con el sindicato ANPE le aconsejó los pasos que debía dar y le ofreció asesoría jurídica. Así condujo sus pasos a la dirección que, a su vez, llamó a la autora de los mensajes para recriminarle su actitud y para decirle que podría ser denunciada. Esto ocurrió a finales del curso pasado, justo antes de las vacaciones. El sindicato no tiene constancia de que se haya formalizado una denuncia aunque la docente estaba sopesando la idea de hacerlo.

Este es solo uno de los 39 casos que el defensor del profesor de ANPE recibió el curso pasado en Asturias, de los que cuatro de ellos se concretaron en denuncias y otro más en un juicio por agresión. Las nuevas tecnologías se han convertido en una herramienta útil para el aula pero también en un arma de doble filo si se utiliza para acosar, amenazar o ridiculizar.

Al margen del caso del whatsapp, la defensora, Montserrat Fernández, recibió otros dos casos vinculados a la red social Instagram. En uno de ellos, un alumno subió en su perfil una foto retocada de un profesor, rindiculizándolo y vistiéndolo con un biquini. El docente denunció el caso ante la Policía que se puso en contacto con los padres para exigir la retirada de la imagen. Otra más en Instagram. Unos alumnos grabaron a una profesora y lo subieron también. La resolución fue exactamente la misma que la anterior. «Cuando los alumnos son menores no se puede hacer mucho más. La Policía puede hablar con los padres y exigir su retirada. Hasta ahí», explica.

Otro caso llamativo fue el del docente al que le rayaron el coche en repetidas ocasiones. Al principio no estaba seguro de si había sido en el centro. Solo tuvo que prestar atención. Arregló el vehículo y las marcas volvieron a aparecer. En este caso, presentó una denuncia pero no se llegó a determinar quién había sido el autor o los autores. 

Dos de los casos son de agresiones. Uno está pendiente aún. Se trata de un alumno que se abalanzó sobre un profesor en el pasillo y le lanzó un golpe al costado. Sí tiene sentencia un docente que fue agredido por el padre del alumno por un desacuerdo. En este caso fue condenado y tuvo que pagarle una indemnización.