El acusado de abusar de una menor dice que tuvo contacto físico pero no relación sexual

La Voz REDACCIÓN

ASTURIAS

La Fiscalía pide para el hombre una pena de 11 años de prisión

12 dic 2017 . Actualizado a las 16:52 h.

El hombre acusado de drogar y abusar de una menor de 17 años, G.R.F., para el que la Fiscalía pide una pena de 11 años de prisión y una orden de alejamiento de 300 metros durante otros 7 años, ha negado hoy en el juicio haber mantenido relaciones sexuales con la víctima.

En declaraciones a los medios a la salida del juicio, que se ha celebrado a puerta cerrada, el abogado del acusado ha señalado que las pruebas realizadas en el plenario confirman su planteamiento inicial, en el que sostiene que su defendido «no incurrió» en los delitos de los que se le acusa, y que por este motivo ha pedido la absolución de su cliente.

El acusado, de origen dominicano, ha reconocido en la sesión haber mantenido contacto físico con la chica, de manera consentida, pero sin llegar a mantener relaciones sexuales con la misma.

Respecto a la petición de Fiscalía, el abogado de G.R.F. ha declarado que ésta mantiene la petición de pena de prisión de siete años por abuso sexual, haciendo hincapié en que no se trata de una violación, ya que sino se le acusaría de agresión sexual, y cuatro por delito contra la salud pública, para el que han alegado que al haber sido un consumo compartido se trata de una conducta «atípica».

Por su parte, el padre de la joven ha apuntado que su hija, que ha declarado tras un biombo, ha mantenido la versión que dio en su anterior declaración, y ha reconocido que durante la misma «estuvo nerviosa» por tener que revivir la experiencia y por las preguntas de la defensa.

El padre ha insistido en que el hombre les ofreció marihuana, alcohol y MDMA y que como consecuencia de su consumo empezó a sentirse mal, por lo que se acostó en la cama del procesado, donde se quedó dormida, circunstancia que el acusado habría aprovechado para abusar sexualmente de ella.

Al despertarse, la víctima declaró que tuvo que quitarse al hombre de encima, y que fue al salón junto al resto de chicas, donde G.R.F. habría intentado aprovecharse de ella, sin éxito, por segunda vez.

Por este motivo, la Fiscalía pide una pena de once años de prisión para el acusado, siete por abuso sexual y cuatro por delito contra la salud pública, una orden de alejamiento de 300 metros durante otros siete años y 16 días, y la obligación de participar en un programa formativo para la prevención de delitos sexuales.