Las grandes superficies intensifican su ofensiva para abrir todos los domingos

Luis Fernández
Luis Fernández REDACCIÓN

ASTURIAS

Intu Asturias

El Principado permitirá la apertura de las tiendas diez festivos en 2018. El pequeño comercio destaca el efecto negativo en sus ventas y la UCE pide que se recupere el equilibrio entre los dos modelos de negocio

17 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Lejos de acercarse, las posturas entre los agentes implicados se distancian con el paso del tiempo. La desigualdad existente entre comunidades autónomas permite a unos y otros aportar ejemplos de su modelo ideal y justificar con argumentos que su opción es la más adecuada. Mientras tanto, el Principado prefiere no introducir cambios en la normativa actual porque sabe que cualquier movimiento sería polémico. Por ello, los comercios volverán abrir en 2018 el mismo número de domingos y festivos que este año, diez. Las grandes superficies consideran que el número es insuficiente y piden la liberalización total de horarios, mientras que el pequeño comercio alerta de las consecuencias que esta medida tendría para sus negocios.

La ley estatal de horarios comerciales establece la posibilidad de que las comunidades autónomas, respetando el límite anual mínimo fijado -de diez días-, regulen el número de domingos y días festivos de apertura comercial autorizada, correspondiéndoles, asimismo, determinar sus fechas para su respectivo ámbito territorial. Y una vez más, el Principado ha optado por el inmovilismo en este apartado. Según recoge el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA) del 27 de noviembre, en 2018 los comercios abrirán en Asturias diez días, los mismos que este año. El Ejecutivo autonómico es reacio a abrir el polémico melón en unos tiempos en los que, a pesar de las discrepancias entre pequeños y gran comercio, no existe un debate social que justifique la toma de decisiones en un sentido o en otro.

Los más beneficiados con la apertura de los comercios en domingo y festivos y, por tanto, los que exigen que se amplíe la libertad horaria, son las grandes superficies. Fuentes de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) recuerdan que, tanto en Asturias como en el resto de comunidades, «pedimos libertad de horarios y libertad del comercio para elegir cuándo abre». Desde la asociación explican que ellos respaldan «cualquier iniciativa que permita, sobre todo en Navidad, donde se juega buena parte de la facturación del año y se anima el consumo, flexibilidad y que facilite una mejor atención y dar facilidades a los clientes».

Desde ANGED sostienen que su postura sobre este asunto no ha variado con el paso del tiempo pero aseguran que sus argumentos están ahora aún más justificados. «Se puede comprar online 24 horas al día y no parece lógico imponer restricciones a una parte del comercio. Creemos que la libertad de horarios es un hecho que el consumidor ya ejerce en los entornos digitales y que el comercio tenga libertad para elegir permite competir en igualdad con operadores internacionales que ni tiene tiendas ni generan empleos en Asturias».

La asociación defiende que la ventaja de las tiendas es «la experiencia y el trato con los clientes, y lo que está claro es que las tiendas abiertas pueden vender, pero las cerradas no pueden competir». Además, recuerda que es debate no existe en otros sectores como puede ser el de los hoteles o el de la hostelería. «Queremos hacer pedagogía porque esto no es un enfrentamiento entre comercio grande y comercio pequeño, eso ya está superado, el debate son las restricciones al comercio físico cuando otros pueden vender 24 horas» afirman desde ANGED, asociación que asegura que «el debate de los horarios no tiene sentido, hay prepararse para la revolución digital».

Estos argumentos chocan frontalmente con los de los pequeños comercios. Magdalena Huelga, secretaria general de la Federación Asturiana de Comercio, reconoce que están «moderadamente satisfechos», ya que el Principado «no ha aumentado el mínimo legal de días de apertura que contempla la ley». A pesar de ello, defiende que le parece un número «excesivo», ya que «todo lo que sea abrir en festivos nos supone un perjuicio y nos resta competitividad».

Huelga afirma que el pequeño comercio crea empleo estable mientras que el de las grandes superficies está más vinculado a campañas puntuales o promociones concretas. Además reconoce la competencia de la venta online que «nos hace daño a todos -grandes y pequeños-», pero asegura que «para nosotros es más lesiva la apertura en festivos». En cuanto a los puntos fuertes del pequeño comercio, destaca «la cercanía, el servicio, el trato personal y la seguridad».

 La UCE pide recuperar el equilibrio entre los dos modelos

Dacio Alonso, presidente de la Unión de Consumidores de Asturias (UCE) sostiene que la situación actual es la consecuencia del interés del Gobierno de Rajoy de «liberalizar todo lo que puede en determinados sectores económicos con el pretexto de abaratar costes y de generar flexibilidad, pero eso no es verdad». Alonso asegura que hasta la regulación del año 2012 existía «un equilibrio entre los dos modelos -el de las grandes superficies y el del pequeño comercio-  pero eso se ha roto». Para argumentar su razonamiento recuerda la liberalización de horarios y el fin de los periodos de rebajas. En su opinión, su único objetivo es «incrementar la cuota de mercado de las grandes superficies y que todo quede en manos de unas pocas grandes empresas».

Alonso sostiene que en la actualidad existe un «desequilibrio notorio» entre los dos sistemas y que esto provoca que «el pequeño comercio pierda presencia». Además, añade que esto está generando «un cambio en los hábitos del consumidor y lo están haciendo de forma artificial, ya que no responde a una demanda real». 

El responsable de UCE carga con dureza contra el Gobierno central, pero también acusa al Principado de ser cómplice. Alonso afirma que el Ejecutivo autonómico «puede hacer más». «Antes había un modelo que funcionaba, en el que había equilibrio, y no tiene sentido que se hayan cambiado las reglas del juego», asevera. Por ello, y aunque la normativa es estatal, Alonso cree que el Principado «podría llegar a acuerdos con los agentes implicados, porque en la actualidad está beneficiando a los grandes en detrimento de los pequeños, que están indefensos».