Asturias registró una media de 62 argayos cada año desde 1980

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCIÓN

ASTURIAS

El desbordamiento del río Navas, en Cantabria, ha inundado esta mañana una vivienda en el municipio de Cabezón de la Sal, cuyos ocupantes se niegan a desalojar, y en Roiz, Valdáliga, un desprendimiento de tierra y piedras (argayo) ha caído sobre las vías de tren, lo que mantiene cortado el tráfico ferroviario.
Alberto Aja

Una investigación determina que los desprendimientos de tierra provocados por las lluvias en Asturias se deben a cuatro patrones meteorológicos concretos

14 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Asturias registró, o al menos así consta en la Base de Datos de Argayos del Principado de Asturias (BAPA), un total de 2.245 desprendimientos de tierra provocados por las lluvias entre 1980 y 2016. Vienen a ser algo más de 62 argayos cada año. Sin embargo, la estadística revela que han ido en aumento con el paso de los años. La alta incidencia de estos fenómenos en el territorio asturiano ha motivado una investigación en la que se identifican cuatro patrones meteorológicos relacionados con el desencadenamiento de argayos en la región, que se publicaba este mismo mes en la revista científica Geosciences. Entre otras conclusiones, el estudio revela que febrero es el mes con mayor número de registros mensuales de argayos, con más de 250, mientras que agosto es el que menos registra, en torno a una decena. 

La investigación, que analiza datos del BAPA y de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de octubre de 2008 a septiembre de 2016, también determina que el 82% de los argayos provocados por las lluvias en ese periodo se produjeron entre octubre y mayo. Los autores de este estudio, que tiene como objetivo determinar los patrones meteorológicos que generan con mayor frecuencia los deslizamientos de tierra provocados por la lluvia durante los periodos húmedo y seco en Asturias, son Pablo Valenzuela, Miguel Iglesias y Maria José Domínguez-Cuesta, del departamento de Geología de la Universidad de Oviedo, y Manuel Antonio Mora, de la AEMET.

Para llevar a cabo su investigación, analizan 13 episodios de lluvia que tuvieron lugar entre 2008 y 2016 y que causaron 1.064 deslizamientos de tierra en Asturias, una de las zonas más propensas a este tipo de fenómenos del norte de España. Los argayos, en cualquier caso, son comunes en todo el mundo y, como en Asturias, causan importantes daños materiales cada año e incluso se cobran vidas humanas.

Precipitaciones abundantes

En este sentido, los investigadores ponen de manifiesto que, aunque los deslizamientos de tierra registrados en Asturias no tienen ni gran tamaño ni profundidad, a menudo afectan a zonas pobladas o a la red de infraestructuras, causando cada año pérdidas económicas relevantes y, de forma mucho más ocasional, víctimas. Asimismo, la comparación entre los desprendimientos de tierras y las series de datos climáticos evidencian como principales desencadenantes de estos fenómenos las precipitaciones abundantes y, como consecuencia de ellas, el alto índice de humedad que registra el suelo durante largos periodos de tiempo. 

No en vano, la mayoría de ese millar de argayos registrados en el periodo estudiado están relacionados con lluvias intensas y continuas, especialmente en esos meses de octubre y mayo. Un hecho que sitúa a las precipitaciones como el principal factor que desencadena los argayos, que en los periodos húmedos se desencadenaban tras episodios lluviosos que duraban entre 24 y 83 días mientras que en la época seca la duración oscilaba entre tres y 11 días. 

Del anticiclón atlántico fuerte a la gota fría

Los cuatro patrones meteorológicos que define la investigación como los principales a la hora de causar esos deslizamientos de tierra son el anticiclón atlántico fuerte, la depresión atlántica, el dorsal anticiclónico y la depresión aislada en niveles altos (DANA), antaño también llamada gota fría. El primer patrón fue el más común del periodo estudiado y la DANA es la única identificada principalmente en la temporada seca. Tanto los patrones del anticiclón atlántico fuerte como de la depresión atlántica, que aparecen como la principal causa de argayos provocados por la lluvia en el periodo húmedo, incluyeron además episodios de larga duración con altos valores medios de precipitaciones acumuladas pero concentraciones promedias diarias bajas. A estos dos fenómenos meteorológicos se atribuye, de hecho, el 75% de los registros analizados entre octubre y mayo, con 681 derrumbamientos. Como es frecuente que se prolonguen en el tiempo, provocan altos niveles de humedad en el suelo que a su vez generan los característicos argayos. 

En el patrón del dorsal anticiclónico, los valores de precipitaciones medias eran bajos y además acumulados en periodos muy cortos de tiempo, mientras que en la DANA los valores diarios eran mucho más altos, al concentrarse en periodos mucho más cortos. En todo caso, en uno de los episodios estudiados se llegaron a dar en un periodo de 52 días los cuatro patrones meteorológicos y solo en una ocasión, que tuvo lugar en junio de 2010, un episodio extremo de gota fría, y poco usual al ser el único identificado en los últimos 37 años, que derivó en al menos 220 argayos. 

Del análisis de los datos del BAPA, los investigadores concluyen que desde 1980 hasta la actualidad cada vez es mayor el número de registros de argayos y, del de los datos de precipitaciones mensuales y anuales de la AEMET entre los periodos 2008-2016 y 1980-2016, se han tenido en cuenta sobre todo episodios representativos, en función de que se hubieran producido más de dos argayos en el periodo seco y mas de 30 en el húmedo, así como los registros de precipitaciones más destacados.