Estos son los pescados que reinan en las rulas asturianas

Elena G. Bandera
E. G. Bandera REDACCION

ASTURIAS

Pescadería de El Fontán

La venta de pescado deja en 2017 la cifra más alta de toda la década: 60,4 millones de euros, 7,3 millones más que en 2016

04 feb 2018 . Actualizado a las 20:55 h.

Casi siete de cada diez pescados subastados en las rulas asturianas en 2017 fueron merluzas, xardas o bonitos. Tres especies que, en conjunto, sumaron 15.730 toneladas y una facturación de 37,8 millones de euros. Unas ventas que suponen también el 60% de todo lo subastado en las 17 rulas activas en Asturias en 2017, al haberse alcanzado una facturación conjunta de 60,4 millones de euros, la más alta de la última década y 7,3 millones de euros más que en 2016.

En total, se subastaron 23.180 toneladas de pescado, la tercera cifra más alta desde 2008 y unas mil toneladas más que en 2016. La rula de Avilés, la que mayor movimiento tiene en Asturias y que aglutinó el 63% de las subastas el año pasado, incrementó su facturación con respecto a 2016 en 6,5 millones de euros al alcanzar los 38 millones de euros, también la mejor cifra de los últimos 10 años.

Cifras «engañosas» al vender pescadores de otras comunidades en Avilés y Gijón

En cualquier caso, el presidente de las cofradías de Asturias, Dimas García, advierte de que estas cifras globales, que en principio evidencian una buen año, resultan «engañosas» puesto que explica que cada vez son más los pescadores de otras comunidades autónomas que venden precisamente xarda y bonito en las rulas de Avilés y Gijón. Además, también se da un trasvase de datos de unas rulas a otras debido a que se opta por vender en otras localidades. «En general, no fue un año muy bueno, sobe todo porque esperábamos incrementar las ventas por Navidades y, debido a los temporales, no se pudo salir a la mar», indica.

La xarda, en cualquier caso, sigue salvando el año en buena parte de los puertos pesqueros de Asturias. En 2017, se rularon unas 8.850 toneladas con una facturación de 9,21 millones de euros,  vendiéndose el kilogramo a una media de 1,04 euros. Su presencia en las rulas asturianas ha ido creciendo a lo largo de la década desde un 4% en 2008, cuando se vendía a 0,34 euros el kilo, hasta algo más del 15% alcanzado el año pasado. 

La merluza, con 5.330 toneladas subastadas, dejó 21,8 millones de euros, 6,2 millones de euros más que el año pasado. El precio medio fueron 4,10 euros por kilo, 95 céntimos más barata que en 2008. El tercer pescado más abundante en las rutas asturianas en 2017 fue la bacalada con 2.210 toneladas, que se vendieron a una media de 0,89 euros el kilo, con lo que la facturación fue de 1,9 millones de euros. 

Horas bajas para la sardina

La costera del bonito tuvo un buen 2017 y llegaron a las aulas 1.520 toneladas y una facturación de 6,73 millones de euros, la tercera más alta tras la merluza y la xarda, con un precio medio por kilo de 4,43 euros. «Fue un buen año para el bonito, que se pescó bien, porque estaba bastante cerca y los barcos más pequeños pudieron ir a por ello», indica, recordando además que hay especies que antaño tenían buena pesca y que ahora casi han desaparecido. 

Es el caso de la sardina, que desde 2008 prácticamente cada año ha ido perdiendo presencia en las subastas y que ha triplicado su precio desde entonces al pasar de 0,60 euros el kilo a los 1,81 euros del año pasado. Si en 2008 se rulaban 2.560 toneladas de sardinas, con una facturación de 1,35 millones de euros, en 2017 se ponían a la venta 58.192 kilos por los que se obtenían 105.163 euros, las más bajas desde que hay regristro. 

«No hay sardina, la anchoa tampoco tenemos nada y por eso todos nuestros barcos van a pescarla y a venderla al País Vasco. Y el calamar también está prácticamente desaparecido.», indica García. En concreto, se rularon 18.174 kilos de calamar a un precio medio de 16,75 euros. En 2008, habían sido 55.054 kilos que se vendieron a una media de 11,9 euros.

La lista de pescados más abundantes, pero con cifras muy por debajo de las de la xarda, la merluza, el bonito y la bacalada, se completaría con el gallo (250.000 kilos y 1,63 millones de eros de facturación) y el pixín, con 186.650 kilos rulados y 1,27 millones de euros.

Los precios más caros

La angula, con un precio medio en 2017 de 398,63 euros el kilo, dejó la sexta mejor facturación del año con 1,49 millones de euros, de los que algo más de un millón de euros se obtuvieron en las aulas de San Juan de la Arena y Ribadesella, en las que se subastaron el 70% de los 3.740 kilos puestos a la venta en todo el año.

Además de la angula, los pescados que más caros se subastaron en 2017 fueron el mero (23,35 el kilo), el rey (22,65 euros), la platija (20,47 euros y de la que solo se vendieron 10 kilos), el besugo (18,77 euros), el rubiel (18,08 euros), el lenguado (16,67 euros), la lubina (16,26 euros) y la dorada (16,17 euros). Todos ellos, salvo la angula, el rubiel, el lenguado y la dorada, registran muchos menos kilos rularos que en 2008, de ahí que en algunos casos se hayan incrementado los precios hasta en 13 euros más como en el caso del mero.

En el caso de los mariscos, con precios que incluso bajan respecto a 2008 y un número de mercancía rulada similar, el santiaguín lidera la lista de precios con 74,78 euros el kilo, seguido por la langosta (36,88 euros), la quisquilla (34,54 euros), el percebe (26,47 euros) y el bogavante (25,41 euros).