Pola: «La política energética la hacen los gobiernos, no las empresas»

La Voz / Agencias

ASTURIAS

Isaac Pola
Isaac Pola JLCereijido

El consejero de Industria respalda que el Gobierno amplie los supuestos para vetar el cierre de las térmicas si afectan al suministro

25 ene 2018 . Actualizado a las 16:26 h.

El consejero de Industria, Empleo y Turismo de Asturias, Isaac Pola, ha reclamado este jueves una normativa estatal que dote de instrumentos a los gobiernos para actuar en materia energética, puesto que son los ejecutivos los que «hacen la política energética» y no las empresas.

El consejero ha realizado esta petición al hilo del informe de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMV) que rechaza el proyecto de real decreto que endurece las condiciones para autorizar el cierre de centrales de generación eléctrica. Este informe considera que la normativa introduce «una excesiva discrecionalidad y crea inseguridad jurídica para las nuevas inversiones, pudiendo resultar contraproducente para la competencia en el sector eléctrico».

Pola ha señalado que Asturias está «en la línea» de lo propuesto por el Ministerio en el Real Decreto, y ha subrayado que el informe de la CNMC «es preceptivo pero no es vinculante». No se puede olvidar, en su opinión, que la visión de la Comisión es «parcial» en este tema ya que las empresas deben velar por el interés «de sus accionistas y por su rentabilidad» pero los gobiernos deben actuar pensando en «el interés general» y destacó que la garantía del suministro es crucial.

Sobre las hipótesis que avalan la no desinstalación de plantas, ha señalado que el Ministerio trabaja por incorporar más supuestos como el incremento del precio de la energía o la pérdida de trabajo. Estos aspectos beneficiarían a Asturias al ser «la región más sensible al factor precio de la energía por la configuración del sector industrial».

«Incorporar otras hipótesis en las que un gobierno pueda no autorizar la desinstalación, por planificación energética, ambiental o económica es coherente», ha subrayado. A su juicio, el cierre de centrales térmicas como la de Lada repercutiría en un incremento del precio de la energía, «una consecuencia grave que debe tratar de evitarse en la medida de lo posible».