La Iglesia se opone al programa de fecundación in vitro del HUCA

Europa Press OVIEDO

ASTURIAS

La donación de gametos se necesita para la fecundación in vitro.
La donación de gametos se necesita para la fecundación in vitro.

El profesor de Moral del Instituto Superior de Estudios Teológicos de Oviedo señala que «la dignidad de la persona pasa por concedérsela, no por ser fruto de un laboratorio»

11 feb 2018 . Actualizado a las 20:11 h.

La Iglesia Católica es absolutamente contraria a la técnica de fecundación in vitro (consistente en la fecundación de un óvulo fuera del cuerpo de la mujer) incluida en el programa de reproducción asistida del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), que financia el Principado y cuyos requisitos para acceder pretende ampliar el PP. Así lo ha afirmado el profesor de Moral del Instituto Superior de Estudios Teológicos de Oviedo, Alfonso López, quien ha explicado que «la dignidad de la persona pasa por concedérsela, no por ser fruto de un laboratorio».

El PP de Asturias ha registrado recientemente en la Junta General del Principado de Asturias una proposición no de ley que pide flexibilizar los criterios para acceder al programa de reproducción asistida del HUCA y reclama más recursos humanos para ese servicio. En su exposición de motivos, los 'populares' argumentan que Asturias tiene una población en descenso, con un evidente envejecimiento, lo que supone un «grave problema» para el desarrollo social y económico de Asturias. Consideran que flexibilizar los criterios para acceder al programa de reproducción asistida y dar satisfacción a «las aspiraciones legítimas de muchos ciudadanos de poder tener descendencia» puede ayudar a corregir el problema demográfico. Sin embargo, Alfonso López no puede aceptar ese argumento. «Un niño no es una solución a un problema», ha lamentado el sacerdote, que recuerda que la Iglesia ve ilícito que la ciencia sustituya a las personas.

Desde la Iglesia Católica, añade, se oponen a considerar a un niño como un producto para satisfacer necesidades, ya sea de una pareja o de una sociedad. «Es dentro del lenguaje del matrimonio, en la relación de dos personas, donde hay amor, donde nace la persona; no fruto de laboratorio», ha indicado.

No obstante, y tras dejar clara la oposición frontal de la Iglesia a las técnicas de fecundación in vitro, el profesor de Moral ha comentado que la Iglesia no se opone a otro tipo de métodos científicos que, dentro del matrimonio, puedan ayudar a parejas con problemas de fertilidad. En este punto, se ha referido a procedimientos para ayudar a la movilidad de los espermatozoides o a la fecundidad del óvulo. Echa de menos López en la clase política iniciativas que pongan el acento en la ayuda psicológica y familiar a las familias que viven esa situación, para ayudarlas a salir adelante. También ha dicho que existen otro tipo de ayudas específicas para la natalidad.

Considera que el problema de la natalidad en Asturias «no pasa por abrir las puertas a la fecundación in vitro, eso se queda muy corto». Lejos de ser un objeto, ha insistido en que un niño es un don y ha explicado que la Iglesia defiende sus derechos desde el mismo momento de la fecundación. «La postura de la Iglesia es que se acepta todo lo que sea ayudar dentro del matrimonio con métodos científicos, pero no lo que sea de laboratorio, porque con el laboratorio la persona queda en segundo lugar», ha zanjado.