Una plataforma acusa al régimen chino de adoctrinar a los alumnos del Instituto Confucio

S.D.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Fernando Romeo, miembro de la plataforma «Stop Instituto Confucio»
Fernando Romeo, miembro de la plataforma «Stop Instituto Confucio»

El colectivo quiere frenar la apertura prevista de un aula en la Casa de las Lenguas de la Universidad de Oviedo

18 may 2018 . Actualizado a las 11:17 h.

«Cantan acerca de una nueva vida, / Cantan acerca del grandioso Partido Comunista, / ¡Oh, presidente Mao! ¡Oh, el Partido! / Alimentáis al pueblo en esta tierra». Esta una estrofa de una de las canciones que aprenden los estudiantes de chino que acuden a clases del Instituto Confucio. La plataforma Stop Instituto Confucio trata de frenar la apertura de un Aula Confucio en la Casa de las Lenguas de la Universidad de Oviedo. El coordinador de este colectivo, Fernando Romeo, asegura que se trata de una institución que trata de lavar la cara al Gobierno chino, del que depende, y que adoctrina de forma velada a los estudiantes de la lengua china. La oficina central de Pekín, llamada Hanban, es la que traza toda su estrategia de implantación. Envía a España a profesores, que en muchos casos son estudiantes de posdoctorado, a los que existen ser afines al régimen. También remite todo el material didáctico y los libros que se utilizan en clase. Cada página, señala la plataforma, tiene una intencionalidad.

«En Oviedo aún estamos a tiempo», asegura Romeo. La plataforma intentó frenar la apertura de un Aula Confucio en Zaragoza sin éxito. Sus gestiones llegaron tarde, cuando la decisión ya se había adoptado en Consejo de Gobierno de su universidad. En el caso de Oviedo, la institución académica ha anunciado su intención pero todavía no existe un acuerdo. Por ese motivo, el coordinador acompañado de activistas asturianos ha trabajado toda la semana en el Principado. Se ha reunido con un nutrido grupo de representantes del Consejo de Gobierno Universitario, con docentes, partidos políticos y medios de comunicación. Su objetivo es ofrecer toda la información de la que disponen para tratar de hacer entender a las autoridades y a la sociedad del peligro que supone la apertura de este tipo de instituciones. «Se quieren hacer pasar por un Instituto Cervantes o una Alianza Francesa pero son algo muy diferente. Son la herramienta de una dictadura. Así lo han dicho muchas veces», revela.

Su preocupación tiene un reflejo internacional. Ya se están cerrando Institutos Confucio en otras partes del mundo. La más reciente, hace apenas unas semanas, en una Universidad de Florida. La de mayor impacto mediático y social en Canadá, en la Universidad McMaster, en el año 2013. La polémica surgió por una docente a la que se obligaba a renunciar a sus creencias para seguir dando clases. Denunció públicamente el tipo de contrato que les hacían firmar en China, las amenazas a su familia y desertó. No era la primera vez que en ese país se expresaban públicamente sus recelos contra esta institución travestida de educativa. El funcionario Michel Juneau.Katsuya, en el documental El dragón de las mil cabezas, proyectado por TVE, señalaba que ya había informes del 2007 de Inteligencia en los que se alertaba de que este instituto era un instrumento de espionaje del régimen chino.

Cómo se va a implantar

En cada país en el que pretende implantarse, el Instituto Confucio abre sedes centrales. La más cercana al Principado está en León. De ella dependerá el Aula de la Universidad de Oviedo. La estrategia es la siguiente, el instituto abre sus puertas al amparo de una universidad como la de León. La institución académica española tiene que firmar dos convenios diferentes, uno con Hanban y el otro con una universidad china, una especie de contraparte en el país. Esta es la que se encarga, entre otras cosas, de contratar a los docentes. Romeo señala que, en realidad, es una cortina de humo para que no se vincule de modo directo con la dictadura. Hanban manda todo el material elaborado para las clases de idiomas. Una vez ya abierta, puede crear pequeñas delegaciones, que son las Aulas. El de León, por ejemplo, ya tienen una en la Universidad de Valladolid funcionando. Lo habitual es que los docentes sean estudiantes procedentes de China y residan y sigan formándose en León. Por esa razón, las instituciones que inauguran las Aulas tienen que pagarles los desplazamientos hasta dar clases y las dietas. Así aparece en los convenios firmados hasta ahora. Se anuncia como gratuito pero, en realidad, tiene un coste.

Esta es toda la parte oficial. Romeo denuncia que subyace mucho más. La selección de personal no respeta ningún principio de igualdad, mérito y capacidad, que es lo que exige la normativa a cualquier universidad en un país democrático. Por si esto no fuera suficiente, han encontrado en internet las bases de la oferta de empleo que una universidad china sacó para contratar personal para las clases en Zaragoza. Esa oferta pedía literalmente -según confirma una traducción oficial avalada por un notario- «una carta de recomendación en la que se indicara sus ideas políticas». El coordinador de la plataforma explica que en el material didáctico han encontrado una reescritura de la historia del siglo XX del país asiático, con temas tan delicados como el Tibet o la guerra de Corea. No existe, ni de lejos, Tiananmén. Además, están esas inocentes canciones populares o historias, que son en realidad loas a los fundadores del régimen y al partido. Es más, incluso hay textos algo desfasados en los que todavía se defiende la necesidad de la política del hijo único. «Ocultan, por supuesto, las muertes, las presiones y los abortos que todo esto supuso», explica Fernando Romeo.

Los últimos 15 minutos de clases se acaba hablando de China. Ese es un momento crucial para difundir el mensaje, explican en la plataforma. Romeo insiste en que es un desembarco a largo plazo. No tienen prisa. Los primeros cursos son los más inocuos. A medida que se avanza en el conocimiento de la lengua los mensajes políticos van intensificándose.

Frenar el Aula en Oviedo

Stop Instituto Confucio se ha puesto en contacto con el propio Rectorado para hacerle llegar toda la documentación y se ha puesto a su disposición para ampliar y aclarar todos aquellos puntos que consideren necesario. Pero teme que la decisión ya esté adoptada. De hecho, ya se anunció públicamente la intención de abrir el aula. Han hablado también con docentes que han solicitado información porque tienen serias dudas sobre la ética de este posible acuerdo. Del mismo modo, se ha reunido con algún partido político que ha aceptado también investigar lo que está ocurriendo. Su prioridad es que el Consejo de Gobierno no apruebe el convenio. Sería la primera comunidad autónoma en la que llegan a tiempo desde que se constituyeron legalmente.

También tiene en marcha una recogida de firmas. Cerrar el aula una vez que esté en marcha es más complicado. Pocas universidades en el mundo lo han hecho hasta ahora, apenas una docena. Así que el momento es crucial.