Revilla pide a Asturias y Galicia incorporarse ya al frente norte de la financiación

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, durante su intervención tras entregar el Premio Nacional de Música 'Tino Casal'
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, durante su intervención tras entregar el Premio Nacional de Música 'Tino Casal' J.L.Cereijido

El presidente cántabro lamenta no haber sido invitado a la última cumbre y reclama un reparto de fondos que garantice la igualdad en los servicios

11 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, reclamó que su comunidad participe y se integre en el frente autonómico del norte, que se ha ido conformando en distintos encuentros entre Galicias, Asturias, Castilla y León, además de Aragón, a la hora de plantear una demanda conjunta para defender en la reforma de la financiación autonómica que se tengan en cuenta criterios como el envejecimiento o la dispersión de la población. «¿Quiere Cantabria estar en ese grupo de comunidades autonómas que defendemos lo mismo. Totalmente, lo que pasa es que a la última cumbre no se me invitó», destacó el presidente quien señaló que tras la cita pidió explicaciones a su homólogo en Castilla y León, Juan Vicente Herrera, quien le señaló que el asunto predominante fue la energía y la minería aunque también se abordara la financiación autonómica. Revilla añadió que va a a celebrar una cita bilateral con La Rioja sobre esta materia y recalcó que, en todo caso, el lugar más oportuno para debatirlo sería una nueva convocatoria de la Conferencia de Presidentes Autonómicos «que Rajoy dijo que convocaría hace un año y no lo ha hecho».

El presidente cántabro destacó que «esto es un tema crucial para el futuro de esa parte de España que representamos Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, La Rioja, también Extremadura» y expresó su temor de que vaya a predominar el criterio del tamaño de población puro --que defienden comunidades del levante-- y que consideró «absolutamente injusto». Esa tesis, señaló, va en perjuicio de «aquellos que tenemos territorios envejecidos, dispersos y donde el coste de los servicios es enorme. Es una injusticia y además aumenta el riesgo de lo que ya sucede, la despoblación de las zonas rurales de una gran parte de España».

En el debate sobre la financiación autonómica hay una fuerte división territorial en el que las comunidades del noroeste defienden que se tenga en cuenta estos criterios frente a los del número de habitantes dado que el coste de los servicios, desde la educación o la sanidad, es mucho más elevado en territorios con una población envejecida (lo que conlleva un mucho mayor gasto sanitario) o con núcleos muy dispersos (lo que requiere también mayor gasto para garantizar la misma oferta educativa). También se oponen al principio de ordinalidad (un límite a la solidaridad interterritorial) que postulan ahora las comunidades con mayor renta y también mayor capacidad de recaudación. En este sentido, Revilla señaló que «la financiación autonómica tiene que cubrir a cada español el coste efectivo de los servicios, ese es el criterio que tiene que imperar. Y el coste de los servicios no es igual en Madrid o en Valencia que en unos territorios como los que tenemos en Asturias o en Cantabria donde tenemos que atender que en cada pueblo haya un médico, un maestro, que tengan unas infraestructuras adecuadas».

El presidente cántabro destacó que «todo eso es carísimo en determinadas zonas de España si lo que algunos preconizan es repartir la tarta en función del número de habitantes estamos perdidos y está perdida España». En este sentido defendió la unión de esfuerzos de las comunidades con problemas similares y «ahí vamos a tener que hacer mucha fuerza pero me temo como los votos no están en nuestros territorios sino en esas urbes artificiales como Madrid, como Valencia o Barcelona, puede primar sobre los que defendemos que España tiene que dar a todos unos servicios mínimos». De otro modo, apuntó, se ahondarán los problemas de abandono de las áreas rurales. «Salvo que queramos que nos vayamos a vivir todos a Madrid, esa es otra teoría, vas en el avión y ves una España despoblada y luego ves a 10 millones de tíos con una boina de humo y con cemento ¿y los pueblos qué?».

En todo caso, el presidente cántabro reclamó que el debate se aborde en el seno de la Conferencia de Presidente y denunció que Rajoy no había cumplido su promesa de convocarla un año después de su último encuentro, «ha pasado ya un año y tres meses». Fuera de ese foro indicó que el debate puede ser «un desastre y una gran guerra que vamos a librar unas comunidades contra otras y no debiera ser así sino que tendría que primar un criterio de justicia por parte de los poderes públicos». Así, insistió en la convocatoria de la Conferencia de Presidentes porque «es donde tenemos que hablar todos, porque me parece muy mal que hagamos de esto una puja de unos contra otros».

Respecto a demandas comunes de comunidades del norte de la cornisa cantábrica en materia de infraestructuras, como el desarrollo de un tren transcatábrico que conecte los puertos del litoral, Revilla lamentó que en este momento «no hay un gran interés por parte de Asturias y de Galicia» mientras que, desde su punto de vista, sí se aprecia desde el País Vasco. «Para nosotros es vital, conectar con Bilbao es conectar con el valle del Ebro y con Europa. Aparte del tren que nos prometen desde hace años con la meseta con Madrid, para nosotros conectar con Bilboa es fundamental y ahora mismo Euskadi también está muy interesada».