Los hermanos de Concepción Barbeira: «si aparece en el mar es porque la han tirado»

Noelia Rodríguez AVILÉS

ASTURIAS

Noelia Rodríguez

La familia de la mujer desaparecida asegura que ni ella ni quienes se la han llevado «pueden estar muy lejos»

11 mar 2018 . Actualizado a las 13:45 h.

Los hermanos de Concepción Barbeira, la mujer desaparecida el pasado 2 de marzo, siguen convencidos de que no se ha marchado por voluntad propia y que hay alguien que la tiene retenida. Tras diez días de búsqueda infructuosa Ana y Toño, hermanos de la mujer a la que se le perdió la pista cuando iba a trabajar a la cocina del Hospital Universitario San Agustín, han declarado esta mañana que «muy lejos no puede estar y sus causantes tampoco». «Cuando pasan estas cosas puede ser alguien allegado, incluso familiares», apunta él. Aunque no quieren profundizar en su teoría están convencidos de quién puede habérsela llevado, y ya lo han puesto en conocimiento de la Guardia Civil que investiga el caso. Hablan en plural, al referirse a los posibles sospechosos, pero insisten en que no tienen pruebas que los incriminen. «Si ha venido para aquí (el aparcamiento de Santa María del Mar donde apareció su coche) es porque la han obligado y si aparece en el mar es porque la han tirado», manifestó esta mañana su hermana Ana.

La búsqueda que ya dura diez días se ha centrado en el litoral, desde la desembocadura del río Nalón hasta el Cabo Peñas, pero en las últimas jornadas se ha ampliado por la zona interior de Castrillón, cuatro kilómetros alrededor de la vivienda de San Adriano en que Concepción vive con su marido y su hija. De hecho en los últimos días se ha mirado en balsas, pozos y edificaciones abandonadas de este entorno rural. Sus hermanos, que elogian y agradecen el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad y el apoyo de los voluntarios que participan en las batidas, insisten en que se ha de extender el radio de búsqueda en el entorno de su vivienda. «Ya lleva diez días, ya tenía que haber alguna señal si estuviera en el mar, tenía que haber salido a flote», reconocía su hermano Toño, quien se ha trasladado estos días desde Santander para acompañar a la familia y seguir de cerca el dispositivo de búsqueda.

Su hermana Ana, que vive en Galicia, lleva toda la semana en Asturias para seguir la búsqueda de Conchi  y tiene previsto seguir aquí. «Tengo esperanzas de encontrar algo, cada día que pasa tengo un poco menos de fuerza, pero vamos a luchar hasta el final», ha declarado. Ha querido también lanzar un mensaje a quienes pudieran tener retenida a su hermana: «que pida lo que tenga que pedir, que nos dé una explicación de porqué le hace sufrir así a mi hermana y nos hace pasar por este sufrimiento que traspasa el alma». «Que la dejen en algún sitio, con vida, respirando», pedían los hermanos de Concepción.

Ana y Toño, al igual que el resto de la familia, rechazan la posibilidad de que Concepción se hubiera ido de manera voluntaria y menos cuando, según dicen, llevaba una importante cantidad de dinero en el bolso para hacer un pago y que dejó en el coche, que se encontró horas después abierto. «Nunca ha faltado a su trabajo, incluso encontrándose mal no dejaba de ir. Por eso nos da que pensar que por voluntad propia no ha venido para aquí», apunta Ana y su hermano asegura que «quien hizo esto ya sabía lo que hacía, lo tenía muy planificado» y manifiesta que «ella no tenía problemas, pero alguien sí se los buscaba».

La última batida

Este domingo se celebra la última de las batidas organizadas con voluntarios y ha estado marcada por la borrasca «Félix». Debido a los fuertes vientos registrados no se realiza búsqueda con medios acuáticos y la de tierra se hace con más personal profesional que va a cargo de los grupos de ciudadanos para velar por su seguridad y evitar se acerquen a zona de costas, según ha explicado el responsable del operativo, Eduardo Rubio. A cada grupo de 10 personas le acompañan dos o tres profesionales. Eso no ha evitado cierto malestar entre los voluntarios que acudieron por la mañana y les convidaron a esperar a la vuelta de los grupos para poder salir. «Vienes a echar una mano y te dicen que no», criticaba una mujer de las que no pudo participar en la batida.

La búsqueda por parte de los profesionales se mantendrá una vez finalizadas las batidas ciudadanas. La borrasca «Félix» influirá en esos trabajos, que no tienen fecha de caducidad. Los responsables del 112 los reevalúan a diario en función de los resultados que se obtengan y según vaya la investigación de la Guardia Civil. «Tiene un proceso, una serie de fases. No hay una estimación fija en este tipo de dispositivos, a veces duran días y a veces semanas», ha apuntado Rubio.