El TSJA ratifica la sentencia que condenó a una pena individual de dos años y medio de prisión al propietario
23 mar 2018 . Actualizado a las 14:17 h.La Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha ratificado la sentencia que condenó a una pena individual de dos años y medio de prisión para el propietario del club Model's, M.A.L.R., y el encargado, R.F.A., y ordenó la clausura durante dos años del local por tener trabajando a 38 mujeres sin darlas de alta en la Seguridad Social.
El alto tribunal ha desestimado los recursos presentados por los acusados contra la sentencia de la Audiencia Provincial, que atendió a la solicitud de la Fiscalía tras basar su acusación en la inspección realizada por la Guardia Civil en noviembre de 2015. El Ministerio Público sostenía que las mujeres, que no estaban dadas de alta, servían como reclamo para que los clientes consumiesen copas, y que se llevaban un porcentaje de las copas a las que les invitaban estos.
Durante el juicio, ambos acusados reiteraron en varias ocasiones que el local no es un club sino una sala de fiestas y defendieron que las chicas que se encontraban en el local no eran trabajadoras del mismo. El administrador negó tener ningún vínculo actualmente con la empresa Asturrobledo, propietaria del establecimiento, y aseguró que no conocía a ninguna de las chicas ni se encargaba de la contratación de personal del local debido a que apenas pasaba tiempo allí.
Por su parte, el encargado declaró que su papel en la empresa es la de jefe de sala y que sus funciones eran las de coordinación y organización de la sala sin participar ni en la contratación ni despido del personal. Sin embargo, la sentencia concluía que el club no es una sala de fiestas al uso y que, según las testificales de los inspectores, desarrollaba actividades de alterne «en sitios mas o menos recónditos, alejados del centro urbano que faciliten la clandestinidad de los potenciales clientes que frecuentan dichos locales».
El fallo incidía en la declaración de uno de los camareros que, «en un relato sincero y fiable», ilustró a la Sala acerca de la realidad y dinámica de los servicios de alterne que se prestaban por las chicas en el local de referencia. El camarero declaró que las chicas trabajaban allí como prostitutas, servían como reclamo para que los clientes consumiesen copas y que se llevaban un porcentaje de las copas a las que les invitaban éstos. Además de la pena de prisión, la sentencia condenaba a ambos acusados al pago de una multa de 3.600 euros y de una indemnización a la Tesorería de la Seguridad Social de 1.037 euros.