El colectivo conmemora su Día Internacional y denuncia el retraso del Principado en la elaboración del Plan de Estrategia de Inclusión Social
08 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Son gitanos, pero también personas. Al igual que los payos, distinguen las actitudes racistas y discriminatorias cuando aprecian gestos y comportamientos que les hacen sentir como «ciudadanos de segunda» y tienen la sensación de estar «excluidos, rechazados y perseguidos». Sin renunciar a su etnia, luchan por salir adelante con las mismas oportunidades y reclaman que su problemática se aborde desde una perspectiva integral de «derechos, ciudadanía y reconocimiento de su identidad cultural». Todos los 8 de abril conmemoran el Día Internacional del pueblo gitano, la fecha por antonomasia en la que reivindican su papel en la sociedad y recuerdan a los políticos y a los ciudadanos que ellos también existen.
Unos políticos que, en algunos casos, olvidan su compromiso y palabra dada. Es lo que ha ocurrido en Asturias con el Plan autonómico de la Estrategia para la Inclusión Social de la Población Gitana que lleva un retraso de dos años. «Aunque se aprobó por unanimidad en la Junta General del Principado, aún está sin definir. Están colaborando los diferentes departamentos, pero no hay esa estrategia que organice y evalúe lo que se está haciendo para que todos los organismos implicados puedan estar en sintonía y se puedan contrastar los objetivos que se marcan y ver si se están cumpliendo o no. Falta esa coordinación», explica Juan Antonio Gabarre Jiménez, más conocido como Marcos, orientador laboral del programa «Acceder» de la Fundación Secretariado Gitano (FSG).
Marcos Gabarre insta a la convocatoria de nuevas reuniones tanto con los representantes de la FSG como de la Asociación Unga. «Asturias sufre un retraso frente a otras comunidades autónomas que ya lo tienen implantado. Aunque en el Principado hay un compromiso de llevarlo adelante, aún no se ha plasmado y el plan se acaba en el año 2020, por lo que tampoco hay mucho margen de maniobra», incide.
Actos conmemorativos en Asturias
La festividad se conmemorará con diversos actos en la zona central asturiana. A las 12.30 horas de hoy, domingo, habrá sendas ofrendas florales en las esculturas «Concierto Gitano», en la calle Comandante Caballero, y «La gitana de Sebastián Miranda» en la calle Gascona, ambas en Oviedo. A las 14.30 horas habrá una jornada de convivencia que se desarrollará en Tendayu del Museo del Pueblo de Asturias, en el Paseo del Doctor Fleming 877, en Gijón, donde los asistentes llevarán su comida y compartirán música, juegos y talleres, incluida una Invitación de «café gitano con pastas».
Para mañana lunes, día 9, está prevista a las 10.30 horas una recepción del presidente de la Junta General del Principado de Asturias con los representantes de todas las entidades gitanas, a la que seguirá la interpretación del himno gitano, la lectura de un manifiesto, la presentación de la nueva campaña de sensibilización de FSG contra la segregación escolar y una visita guiada.
Contra la segregación escolar
Coincidiendo con el Día Internacional del Pueblo Gitano, la Fundación Secretariado Gitano pone en marcha la campaña «No quiero una escuela segregada» para visibilizar la segregación escolar que afecta a miles de niñas y niños gitanos en ciudades de toda España y concienciar a la sociedad y a los poderes públicos sobre el impacto negativo que produce en el rendimiento escolar, la igualdad de oportunidades y la cohesión social, ya que «la segregación escolar vulnera el derecho a la educación del alumnado gitano y perpetúa la discriminación y la desigualdad», exponen sus representantes.
La encuesta europea EU-Midis II (Agencia de Derechos Fundamentales de la Unión Europea) advierte de que, en España, un 31% de niños y niñas gitanas asisten a centros con alta concentración de alumnado gitano. En la FSG tienen constancia de, al menos, 173 centros educativos en España, una cifra que, a falta de estudios oficiales, muestra un fenómeno de grandes proporciones. Con el hashtag #NoQuieroUnaEscuelaSegregada, la campaña pretende sensibilizar «sobre una situación injusta que tiene consecuencias graves sobre la calidad de la educación, reduce las oportunidades de aprendizaje de niñas y niños gitanos, afecta a la cohesión social y al conocimiento mutuo, y perpetúa la discriminación y la desigualdad».
Desde la FSG apelan a que el Pacto Educativo incluya la erradicación de la segregación escolar como uno de sus objetivos. La campaña se lanza con un vídeo teaser en redes sociales para crear expectación en el que niñas y niños gitanos dicen que no quieren ir a la escuela y la FSG les va a apoyar. El vídeo describe cómo una familia gitana no es bien recibida en un centro al que acude para conocerlo en una jornada de puertas abiertas. Y sin tapujos, ni formalismos es derivada a otro centro, este sí segregado, con comentarios del tipo «este encaja mejor para vuestro perfil» «Se adapta mejor a sus necesidades», «aquí estáis en vuestro entorno» «total, si al final dejarás los estudios»… Está grabado desde la perspectiva subjetiva de una niña gitana.
Derechos, ciudadanía y reconocimiento
Fundación Secretariado Gitano, Asociación Asturiana para el Cambio Social Nomades, Asociación Chalavipen, Asociación Gitana UNGA, Asociación Mistos de Pola de Siero y Asociación Gitana de Gijón, que trabajan a diario con la comunidad gitana se suman a la celebración del Día Internacional del Pueblo Gitano, con la que recuerdan el Congreso Mundial gitano celebrado en Londres el 8 de abril de 1971 en el que se instituyeron la bandera y el himno gitanos, símbolos de una identidad con una historia y cultura propia.
El colectivo denuncia que sigue viviendo situaciones de «grave desigualdad, exclusión y segregación, respecto al conjunto de la ciudadanía»; siendo el grupo social más rechazado y discriminado, tanto en España como en la Unión Europea; y excluidos de los procesos de participación social. Estiman que desde los poderes públicos muchas veces se han dado respuestas «parciales, sectoriales y cortoplacistas» a una realidad que no tiene en cuenta el valor de la diversidad cultural y que no la reconoce como factor de desarrollo en la sociedad. Frente a la persistente brecha de desigualdad que sufren muchas personas gitanas en el acceso y disfrute de derechos sociales básicos, como el derecho a una vivienda digna, el derecho a la educación, o a un trabajo y a unas condiciones laborales equitativas y satisfactorias, hacen falta políticas que realmente protejan, promuevan y defiendan los derechos de las personas, también de las minorías y de los grupos socialmente más desfavorecidos. Frente al creciente rechazo al diferente y a discursos excluyentes que promueven estereotipos negativos y prejuicios, e incitan a la discriminación y al discurso de odio hacia determinados grupos, como las personas gitanas, hace falta «más educación, más sensibilización y más aplicación de la legislación que garantice la igualdad y el derecho a la no discriminación».
Para garantizar el ejercicio de la plena ciudadanía de la comunidad gitana desde el reconocimiento a su identidad cultural, es necesario avanzar en paralelo en tres direcciones: el acceso y disfrute en igualdad de condiciones de los derechos sociales; la protección frente a la vulneración del derecho a la no discriminación; y el reconocimiento institucional de la identidad cultural gitana y la promoción de su participación en las distintas esferas de la sociedad, poniendo en valor la identidad cultural y las numerosas aportaciones al conjunto de la sociedad española a lo largo de la historia.