La esperanza de la langreana que lucha por exhumar a su abuelo del Valle de los Caídos

Carmen Liedo LANGREO

ASTURIAS

Aquilino Baragaño Montes
Aquilino Baragaño Montes

Maribel Luna confía en que el Tribunal de Estrasburgo autorice a sacar  a Aquilino Baragaño Montes, cuyos restos se encontrarían en una caja cercana a la de los aragoneses Manuel y Antonio Lapeña. «A mi abuelo lo queremos con nosotros», dice

24 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La langreana Maribel Luna Baragaño ha estado todo el lunes pendiente de las noticias, de la información que iba saliendo a lo largo del día del comienzo de los trabajos para las exhumaciones en el Valle de los Caídos de los hermanos de Zaragoza Manuel y Antonio Lapeña y los soldados Pedro Gil Calonge y Juan González Moreno. Este hecho histórico para ella es importante pero a nivel personal, porque desde hace diez años lucha por recuperar los restos de su abuelo, fallecido el 22 de abril de 1937 (precisamente el domingo hizo 81 años) tras un combate en Salas durante la Guerra Civil. El cuerpo de Aquilino Baragaño Montes, el «Ruiseñor de Langreo» como se le conocía, fue enterrado inicialmente en un cementerio en La Barrosa, pero fue exhumado y trasladado al Valle de los Caídos en 1959. Quiere la casualidad que la caja con sus restos sea una cercana a la de los hermanos Lapeña. «Ellos están en la 2.069 y la de mi abuelo es la 2.135», comenta Maribel Luna «muy esperanzada», porque si los técnicos consiguen acceder a donde se encuentran los aragoneses, quedarían accesibles los restos de su abuelo para sacarlos de allí si obtuvieran una resolución favorable del Tribunal de Estrasburgo, a donde han elevado su caso después de pasar por diversos procesos judiciales en nuestro país.

«Hoy es un día muy importante, estamos un poco más cerca de los restos de mi abuelo después de 10 años luchando», comenta emocionada la nieta de Aquilino Baragaño Montes (1910 Candanedo, Langreo), que considera que el de hoy es «un primer paso para que puedan estudiar la manera de entrar a donde se encuentran, porque al parecer hay un muro de hormigón y nunca pudieron acceder», explica con la información de la que dispone. Así, después de la actuación preliminar de hoy, confía en que en un plazo de 20 días se emita un primer informe. «La sentencia que hay para los hermanos Lapeña es firme y hay que cumplirla y por lo menos con esto ya se hace algo», comenta esta langreana que después de 10 años luchando está esperanzada «con que si todo está bien, nos autoricen a sacarlo del Valle de los Caídos».

El tiempo apremia

«A mi abuelo lo queremos con nosotros», dice Maribel Luna dejando claro su disposición a seguir reclamando la exhumación de los restos de su abuelo, aunque consciente de que el tiempo apremia por su madre. «Esto ya nos corre un poco de prisa, porque mi madre es mayor», dice asumiendo que el tiempo de vida que le puede quedar va a menos y que le gustaría lograr traerle a su padre antes de que ella faltara.

Para ella, la exhumación en el Valle de los Caídos que daba comienzo hoy es una puerta que se abre que espera que no se cierre hasta que salga la resolución del Tribunal de Estrasburgo, a donde el abogado que lleva su caso, Eduardo Ranz, lo elevó hace ya seis meses. Por eso matiza que en su familia están «esperanzados pero cautelosos».