Los abusones se ensañan con los superdotados

efe REDACCIÓN

ASTURIAS

un alumno en un aula, clase, vacía

Un informe realizado en Asturias revela que los alumnos con altas capacidades sufren más casos de acoso. Uno de cada cuatro denuncia que los docentes propician el hostigamiento

09 may 2018 . Actualizado a las 14:31 h.

Más del 30% de los alumnos con alta capacidad estudiados en 35 provincias españolas sufre ciberacoso -acoso intencionado a través de las nuevas tecnologías- y un 55,1 % padece acoso escolar tradicional, según el primer informe desarrollado en España sobre esta materia. El estudio lo ha realizado la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) entre junio y octubre de 2017 con la participación de 285 alumnos -175 varones y 109 mujeres- con altas capacidades y edades comprendidas entre 9 y 18 años. Para la elaboración del estudio se ha contado con la participación de 22 asociaciones, entre las que ha destacado, por su gran actividad, las de Asturias (Adapac), La Rioja (Arnac) y Extremadura (A3CEX).

El vicerrector de Innovación Educativa de la UNIR y uno de los autores del estudio, Javier Tourón, y el coordinador del informe, Joaquín González-Cabrera, han presentado en Logroño, esta primera fase de la investigación. Han detallado que, técnicamente, los resultados no pueden extrapolarse al conjunto de los alumnos de altas capacidades, dado el tamaño de la muestra analizada; pero tienen la percepción de que, por las conclusiones obtenidas, podrían ser aplicables al conjunto de este colectivo de estudiantes.

El informe ha detallado que, de los alumnos estudiados, un 25,1 % es cibervíctima pura, un 3,9 % es ciberagresor puro y un 6,6 % son cibervíctimas-agresoras. Respecto al acoso escolar tradicional, un 55,1 % son víctimas, tanto leves como graves, pero si se le suma la condición de víctima-agresora, el total asciende a un 83,2 %. Por el contrario, no existen participantes en este estudio que se consideren agresores graves de acoso escolar y solo un 2,5 % de la muestra se encuadra en el grupo de agresor.

Tourón ha calificado de «tragedia» que más de la mitad de los alumnos estudiados sea víctima de acoso y ha incidido en la necesidad de desarrollar un sistema educativo que «acepte las diferencias y sea tolerante». Tras estos datos, se esconden cientos de estudiantes con mayores puntuaciones de depresión, estrés y ansiedad, así como peor calidad de vida, ha subrayado González-Cabrera, autor de este y otros estudios sobre el acoso, como CiberAstur, que fue una investigación realizada en Asturias con más de 25.500 alumnos.

Otra de las conclusiones del estudio es que casi un 25 % de los alumnos con altas capacidades que ha sido víctima de acoso o ciberacoso considera que el profesorado ha propiciado, de alguna manera, esta situación. Ha incidido en la necesidad de que haya «una labor de vigilancia activa y proactiva, en edades sensibles, por parte de la familia, en relación con el uso del smartphone y el PC», ya que un 33,1 % de los alumnos estudiados no tener limitación en el uso de este tipo de dispositivo móvil y un 95 % usa internet a diario.

Los datos también son una llamada de atención a los responsables de educación, tanto en administraciones como en centros educativos, para que haya un adecuado tratamiento de esta realidad, ha precisado. A este respecto, los dos expertos han coincidido en la necesidad de diseñar y poner en funcionamiento un programa de prevención e intervención específico para estos problemas. Tourón ha afirmado que, hasta ahora, el alumnado con altas capacidades no había sido estudiado de forma rigurosa en relación con los problemas de acoso tradicional y ciberacoso en el entorno escolar. Ante esta situación y ante la necesidad de proteger a este grupo «singular» y de gran interés educativo, UNIR elaboró este estudio, que abarca una muestra de casi todo el territorio nacional en el campo de las altas capacidades y en el que se revela la prevalencia del acoso, su distribución en los diferentes roles y la relación con otras variantes. En fases sucesivas a este estudio, el objetivo es incrementar la perevalencia de alumnos estudiados con el fin de acercarse cada vez más a la realidad.