La odisea de una pasajera de Alsa de Granada a Asturias

N.M. REDACCIÓN

ASTURIAS

Autobuses de Alsa
Autobuses de Alsa

El trayecto hacía transbordo en Madrid pero una intervención de la Guardia Civil desencadenó una serie de catastróficas desdichas

21 may 2018 . Actualizado a las 18:53 h.

Un viaje en autobús desde Granada a Asturias no debería suponer mucha más molestia que pasar largas horas en la carretera. Sin embargo, para una pasajera este trayecto se convirtió en una serie de catastróficas desdichas desencadenado por la presencia de droga en el vehículo. Según cuentan en la Unión de Consumidores de Asturias (UCE), a las tres horas de salir de Granada, cuando el olor de la sustancia psicotrópica se hizo insoportable para los pasajeros, el conductor de la compañía Alsa no tuvo más elección que llamar a la Guardia Civil para que inspeccionara las maletas, dando lugar a un gran retraso. La pasajera afectada, que tenía programado a medianoche un transbordo en Madrid para llegar a Asturias, perdió la conexión y, dado que no hay autobuses nocturnos que hagan ese trayecto, tuvo que hacer noche en la estación.

Alsa se comprometió a transportarla en el primer autobús de la mañana; sin embargo, no se hizo cargo de proporcionarle un alojamiento, comida o bebida por el tiempo que permaneció allí.

Según el artículo 20 del reglamento 181/2011 que regula los derechos de los viajeros de autobús y autocar, «en el caso de los servicios regulares cuya distancia programada sea superior a los 250 km y cuya duración prevista sea de más de tres horas, en situaciones de cancelación o de retraso de más de 90 minutos el transportista ofrecerá al viajero gratuitamente: aperitivos, comidas y refrigerios en proporción razonable al tiempo de espera o retraso, siempre que se disponga de ellos en el autobús o la estación o puedan razonablemente proveerse. Una habitación de hotel u otro tipo de alojamiento, así como asistencia para organizar el traslado entre la estación y el lugar de alojamiento cuando sea necesaria una estancia de una o más noches. El transportista podrá limitar a 80 euros por noche y por viajero, por un máximo de dos noches, el coste total del alojamiento (esta limitación no incluirá el transporte de ida y vuelta entre la estación y el lugar de alojamiento)».

A la mañana siguiente, después de una noche nefasta, la compañía la reubicó en un autobús con características inferiores a las contratadas en primera instancia. El cúmulo de fallos llevó a la pasajera a interponer una reclamación bajo la representación de un abogado de UCE, organización de la que es socia. Tras ello, ALSA decidió indemnizarla con 67, 59 euros, el precio del viaje Granada-Asturias. No obstante, teniendo en cuenta lo estipulado en el artículo anterior, la Junta Arbitral de Transportes cuantificó el daño moral ocasionado a la viajera en 200 euros más.