El diagnóstico de la oposición, la gestora del PSOE frenó la legislatura

Luis Ordóñez
Luis Ordóñez REDACCION

ASTURIAS

El pleno de la Junta General del Principado de Asturias
El pleno de la Junta General del Principado de Asturias Alberto Morante

Los grupos señalan que el cambio en la FSA apagó las iniciativas en el el Gobierno asturiano en un mandato marcado por la división parlamentaria

25 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La legislatura asturiana entra en su recta final a un año de que se convoquen de nuevo las elecciones autonómicas y la hora de hacer balance, los partidos de la oposición definen el mandato como escaso en sus iniciativas por muchos factores, en los últimos tres años han influido en los 'parones' parlamentarios varias llamadas a las urnas (con dos elecciones generales casi consecutivas) y también la profunda fragmentación de la cámara en seis grupos. Pero hay coincidencia también --lo han hecho formaciones tan dispares como PP e IU-- en señalar, desde distintos ángulos, el momento en el que Javier Fernández dejó la dirección de la gestora del PSOE como un punto de inflexión que llevó, desde el punto de vista de la oposición, a frenar «el impulso» del Gobierno.

Este es el diagnóstico principal para el PP, su secretario general en Asturias, Luis Venta, destacó que a su juicio la mayor parte de la legislatura ha estado marcada porque tanto el PSOE «como Javier Fernández y la FSA han estado a lo suyo, a arreglar su partido y no a solucionar los problemas de los asturianos». La mayor parte de estos tres años las cuentas asturianas han estado prorrogadas, en un ciclo repetitivo en el que PSOE e IU buscaban un acuerdo con Podemos que nunca llegaba a materializarse. Sí salió adelante el presupuesto de 2017 con un acuerdo con el PP a cambio de rebajar el impuesto de sucesiones. Los conservadores insisten en que también este año hubiera sido posible (Javier Fernández ya avanzó en verano que no veía factible más rebajas fiscales) pero para los populares ese nuevo acuerdo se frustró por imposición de la nueva dirección de la FSA, con Adrián Barbón a la cabeza, después de imponerse en el congreso de los socialistas asturianos.

El Ejecutivo está «estrangulado» y vive un «encorsetamiento», según Venta a la hora de negociar por parte de una FSA que «le tutela». Así para el secretario general del PP asturiano, el gobierno de Javier Fernández «se ha dedicado a gestionar, y no gestiona muy bien, fondos y dinero que provienen de otras administraciones, ya sea del Estado o de Europa».

En periodo de descuento

Para Gaspar Llamazares, portavoz de IU, para explicar la escasa cosecha legislativa, «aparte de mayorías parlamentarias o presupuestarias, ha sido falta de liderazgo porque el gobierno a mitad de legislatura se ha dado a sí mismo por amortizado. En el momento en el que Javier Fernández pierde pie a nivel interno y a nivel estatal parece que para el gobierno entramos en periodo de descuento. Es el principal factor de pérdida de impulso y de reducción de las aspiraciones de cambio».

El portavoz de IU sí puso en valor varios aspectos positivos de la legislatura, como la conclusión de la firma del contrato programa con la Universidad de Oviedo, que se descartara la incineradora en el plan de residuos (ambas cuestiones que estaban incluidas en el pacto de legislatura) o que se haya ido reponiendo parte del personal de servicios públicos en convocatoria de oposiciones. Pero a su juicio, en un principio cabía pensar que habría «una mayoría contundente de cambio» en la Junta General «pero por responsabilidades compartidas, del Gobierno pero también de Podemos, el resultado ha sido modesto, de modestos cambios».   

En este sentido, Llamazares apremió a la actual dirección de la FSA a que no espere a finalizar la legislatura para intenttar ganar las elecciones, «tiene que revalidarse en este último año y eso significa más compromiso con los cambios y más liderazgo político y presupuestario».

Atrincherarse en la inercia

Desde Podemos Asturies, su portavoz parlamentario Emilio León, afeó a los socialistas que «haya preferido buscar el apoyo del PP para atrincherarse y mantener intactas las inercias» ,mientras que destacó iniciativas parlamentarias de su grupo como «la puesta en marcha de diversas comisiones de investigación ha logrado poner en evidencia algo mucho más importante que la existencia de responsables y beneficiarios de la corrupción: la existencia de un potencial enterrado hasta ahora por las redes clientelares». En este sentido, León apuntó que «la denuncia del fraude del ERA, la sobredimensión intencionada de las listas de espera, el despilfarro de la trama del cable, el desfalco de los fondos de formación o el desvío de fondos del caso marea son sólo el punto de partida para tener una adecuada atención a la dependencia, una sanidad a la altura de los recursos invertidos».

El portavoz morado afirmó que «en lo que queda de legislatura van a seguir produciéndose movimientos de placas tectónicas que harán del cambio un proceso irreversible. Creemos que estamos ante una oportunidad única para escapar de las políticas que nos han hecho malgastar una década».

El centro y el pacto

Más positivo, pese a todo, es el balance de Ciudadanos. Su portavoz, Nicanor García apuntó que «estamos razonablemente satisfechos de la labor que hemos hecho teniendo en cuenta que somos tres diputados de 45». En este sentido, señaló que en 2017 cerraron junto a PP y PSOE el único acuerdo presupuestario de la legislatura con medidas de «apoyo a las pymes, a los autonómos, a los emprendedores con cuatro millones de euros en los presupuestos aunque luego la capacidad de inversión del gobierno ha dado de sí lo que ha dado». 

García destacó en todo caso que, desde su punto de vista, el Gobierno sólo puede presentar un balance «escasísimo», especialmente en lo que atañe a infraestructuras y añadió que «se han hecho políticas muy parcas, muy pobres, de mantener lo que hay pero no de impulsar y de avanzar. Ha sido decepcionante». El portavoz de Ciudadanos reivindicó la capacidad de su grupo para llegar a acuerdos tanto a la izquierda como la derecha «somos un partido de centro y de pacto».