Este es el animal más odiado en el mundo cinegético (según el Fapas)

Jose Coto REDACCIÓN

ASTURIAS

FAPAS

La asociación ecologista asegura que la especie vive acosada a tiros, trampas y venenos

06 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El animal más odiado en el mundo cinegético es, según el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), el zorro. La asociación ecologista sostiene que esta especie es la acusada de causar «todos los males que suceden en el campo», por lo que, añade, vive «acosado a tiros, trampas y venenos». El Fapas ha publicado un vídeo en el que habla sobre rapiegu o raposu -sus nombres en asturiano-, ya que, en su opinión, su verdadero enemigo es «la incultura».

En defensa del zorro, el Fapas aprovecha para criticar a colectivos con los que tiene poca afinidad. «De incultos está el campo plagado, lamentablemente mucho más que de zorros, pues por el campo no solo andan los cazadores, también muchos «expertos» en conservación de la naturaleza, afirma la asociación. El Fapas considera que a este animal le ha tocado cargar con todas las culpas de lo que sucede en los territorios cinegéticos. «Se ha comido tantas perdices, conejos y faisanes que es el responsable de su merma poblacional en España», critica el colectivo con ironía.

En su alegato, el Fapas vuelve a tirar de sarcarmo. «La plaga de  zorros es tan insostenible que casi hay que llamar al ejército para controlarlos y aun así, por mucho que se maten, aparecen  millares por todos lados, causando una quiebra en la naturaleza, la naturaleza del mundo cinegético». «Lo realmente cierto es que el zorro es una especie más de la naturaleza ibérica, sujeto a procesos ecológicos y con una biología singular, bien poco conocida. El hecho de alimentarse de algunas presas que forman parte de las que el mundo de la caza valora como «suyas», le ha puesto en el punto de mira de sus armas», apostilla la asociación.

Así es el zorro, según el Fapas

Más allá de todas estas culpas que, según el Fapas se le atribuyen a este animal, «la dieta y el comportamiento del zorro dista mucho de ser lo que se piensa», y para argumentar su explicación cita un trabajo elaborado por «cazadores» que pone de relieve que «los criterios de eliminación de depredadores puede resultar problemático para la conservación de especies».

El estudio al que se refiere ha sido elaborado por el doctor Paul Müller, biólogo y docente de Biogeografía en la Universidad de El Sarre Alemania y también director de la asociación federal de caza del mismo estado federal. Según Fapas, el biólogo llevó a cabo un experimento en su coto privado de caza en el que eliminó todo tipo de predador.

«Sobre un espacio de tiempo de seis años de caza (1990 a 1996) se llevó a cabo  absolutamente todo tipo eliminación de depredador. Con ello se quería investigar las repercusiones y la efectividad de una limpieza total sobre poblaciones de caza menor y de aves silvestres», explica el Fapas, que añade que en ese periodo se eliminaron en total 2.242 córvidos y 922 depredadores, entre ellos 572 zorros. A pesar de que el número de batidas sobre predadores y córvidos se cuadruplicó en estos seis años, ni las poblaciones de faisanes y perdices ni tampoco las de las liebres aumentaron. 

La principal conclusión, según el Fapas, es que a pesar de que se llevó a cabo una batida total de predadores «se podía demostrar de manera impactante, que a pesar de la caza intensiva, el número de zorros abatidos no se redujo sino, por el contrario, aumentó. Un hecho que luego sí tendría un impacto severo sobre las poblaciones de fauna silvestre menor, entre ellas, el urogallo», concluye.