Ribera promete que el abandono del carbón «no dejará a nadie atrás en el camino»

efe REDACCION

ASTURIAS

La ministra de Transición Energética, Teresa Ribera
La ministra de Transición Energética, Teresa Ribera JAVIER SORIANO

La ministra de Transición Ecológica señala que la fecha 2025 para el fin de las térmicas es orientativa

13 jun 2018 . Actualizado a las 12:06 h.

La ministra de Transición Ecológica. Teresa Ribera, ha afirmado hoy que el «proceso de caída paulatina» del peso del carbón «no puede dejar a nadie atrás en el camino», por lo que es necesario ver cómo se activa el empleo y se ofrecen alternativas en las comarcas que dependen de las centrales térmicas.

En una entrevista en la Cadena Ser, Ribera ha destacado que «no es ningún secreto para nadie» que, como consecuencia de la normativa comunitaria y de la decisiones ya tomadas por el Gobierno anterior, la actividad de las centrales térmicas que se alimentan de carbón «es algo que irá decayendo».

«Se necesita mostrar que una sociedad moderna, una sociedad solidaria entiende la preocupación concentrada en esos espacios y ofrece alternativas para esos espacios», ha recalcado y ha señalado que hasta ahora ese compromiso por buscar alternativas «no ha estado presente».

Sobre la fecha límite para la actividad de las centrales que utilizan carbón, que el comité de expertos que ella presidía situaba en 2025, lo ha considerado orientativo y ha dicho que no han encontrado «todavía una decisión cerrada con respecto a todos estos aspectos que requieren una participación mucho más extensa».

Ribera ha avanzado que el próximo viernes se nombrará al nuevo secretario de Estado de Energía cuyo nombre ya tiene en la cabeza, sin especificar si será hombre o mujer, y se ha referido también a la vida útil de las centrales nucleares.

«En principio, lo que dice el programa del PSOE y lo que dice la trayectoria tradicional en el marco energético es que son centrales pensadas para funcionar 40 años», ha señalado la ministra, para quien «lo más importante» es «no esperar a que las cosas ocurran y ya está», sino ir pensado cómo anticipar escenarios para que se produzcan de forma ordenada.

En este debate, ha llamado a preguntarse qué significaría una extensión de la vida útil de las centrales «desde los puntos de vista de los costes del cierre», un aspecto en el que considera que hay «distorsión», ya que, ha dicho, «nada apunta a que va a ser más barato cerrar más tarde que más pronto».

También ha instado a plantearse «cuál es la capacidad técnica de sustitución de ese parque» y cómo percibe la población el mantenimiento o el cierre de esas centrales