Las pruebas de saliva para detectar estupefacientes se están incrementando progresivamente con la idea de llegar a generalizarse como las que se hacen para el alcohol,
18 jun 2018 . Actualizado a las 19:19 h.Un tercio de los conductores que paró la Guardia Civil en la última campaña de control de alcohol y drogas al volante y que estaban implicados en accidentes o con síntomas de haber consumido alguna sustancia dio positivo en las pruebas de estupefacientes.
Estos son algunos de los datos que arroja la última campaña de control de drogas y alcohol desarrollada por el instituto armado en la semana del 4 al 10 de junio, en la que los agentes pararon a 173.783 conductores, 7.199 en las carreteras asturianas, según ha informado la Dirección General de Tráfico. Respecto a las pruebas de drogas, de las 4.469 que se realizaron a conductores que presentaban algún síntoma de haber ingerido alguna sustancia, cometido alguna infracción o que habían estado implicados en un accidente, 1.461 resultaron positivas, es decir el 33 % del total.
En las carreteras asturianas se registró el mismo porcentaje, con 65 positivos en las 194 pruebas relacionadas. De estos positivos, 45 lo fueron por cannabis, 23 por cocaína, 5 por anfetaminas y otros tantos por opioides. En el conjunto del país, las drogas más consumidas por estos conductores también fueron el cannabis (1.047 casos), la cocaína (498 casos) y las anfetaminas (178 casos).
Las pruebas de saliva para detectar drogas se están incrementando progresivamente con la idea de llegar a generalizarse como las que se hacen para el alcohol, en vista de que se está detectando un alto porcentaje de personas al volante bajo los efectos de las drogas. El instituto armado cita para respaldar esta tesis el último estudio de prevalencia de sustancias psicoactivas en conductores (EDAP), por el que el 12% de los conductores elegidos al azar dieron positivo en alcohol y drogas por encima de los límites legales.
En cuanto al alcohol, en la campaña 1.774 conductores dieron positivo, 1.547 de ellos detectados en controles preventivos, 130 tras haber cometido una infracción, otros 90 por estar implicado en un accidente y 7 más por presentar síntomas evidentes de ingesta de alcohol. De los 1.774 que dieron positivo, a 239 se les ha abierto un proceso penal por superar la tasa de 0,60 mg/l en aire espirado. Además, contra 11 conductores se han abierto diligencias y han sido puestos a disposición del juez por negarse a realizar las pruebas de alcoholemia.