UCIN, el partido que busca aglutinar a las candidaturas locales de Asturias, aspira a presentarse en todos los ayuntamientos y a participar en las elecciones autonómicas del 2019
09 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.En coalición con partidos de ámbito local ya asentados en sus localidades o con sus propias siglas allá donde no sean posibles los acuerdos, la Unión de Ciudadanos Independientes (UCIN) aspira a estar presente en todos los concejos asturianos cuando se celebren las elecciones municipales del próximo año. El nuevo partido, concebido como una plataforma para dar cuerpo y voz con una marca conjunta a los movimientos vecinales que participan en la política más próxima a los ciudadanos, aspira a presentar listas en los 78 ayuntamientos de la región y a rematar su entrada en la escena del Principado con una candidatura que concurra a los comicios autonómicos en mayo del 2019. Con 15 meses de vida en la región, a la que llegó en marzo del 2017, vocación centrista y un ideario limitado a la aplicación de la Constitución, el momento de mayor relevancia de la formación se produjo a finales del pasado mes de abril, cuando sus siglas se convirtieron en la pista de aterrizaje de los concejales perdedores y disidentes en el conflicto interno del PP de Avilés, convertidos en tránsfugas y no adscritos para el resto del mandato de la actual corporación, pero incorporados ya a UCIN con la intención de volver a defender su proyecto en las urnas y revalidar sus actas en la siguiente cita electoral.
«Esto no es una broma», advirtió el coordinador nacional del partido, Ángel Montealegre, al presentar esa primera agrupación del partido en Asturias. Tan en serio se toman el proyecto sus promotores, que el responsable autonómico de la formación, Sergio Huerta, ya ha empezado a mantener contactos con partidos locales para cerrar acuerdos. En sus primeras aproximaciones, ha recibido sendas negativas de Independientes de Las Regueras (IR) y del Partido Independiente de Siero (Pinsi), pero eso no le desanima. «Son formaciones que funcionan de forma asamblearia y con toda legitimidad han decidido que no les interesa una coalición. Lo respetamos sin reservas, pero lo que les hemos dicho es que vamos a presentarnos y que, al final, vamos a quitarnos votos entre nosotros», explica Huerta.
La propuesta a sus socios potenciales es siempre la misma: un acuerdo de coalición en la que las dos siglas aparecerían juntas en las papeletas electorales, con la de UCIN en segundo lugar, por detrás de las que ya conocen los ciudadanos. «Nosotros respetamos a los partidos independientes y estamos dispuestos a asumir sus candidatos y su nombre. No queremos imponer listas ni programas. Eso es una tarea que debe hacerse en cada concejo. Llegamos a la política para buscar gente seria, libre e independiente que haga una buena gestión en los municipios, porque en la política local, a la hora de tomar decisiones, no se trata de aplicar un programa derechas o de izquierdas, sino de aplicar el sentido común y optar por lo mejor para los vecinos en cada caso», se explica Huerta. En los lugares donde no alcance acuerdos con otras fuerzas, la denominación de las candidaturas incluirá las siglas de UCIN y el nombre del concejo.
5.000 simpatizantes en las redes sociales
La directiva autonómica asegura que su desembarco en Asturias ha suscitado interés y que será capaz de cerrar listas con residentes en todos los concejos en que concurra. El anuncio de la constitución del partido en Avilés fue acompañado por el alta de 60 militantes, el seguimiento en las redes sociales supera ya una audiencia de 5.000 personas y cada día deja un reguero de llamadas y consultas de personas interesadas en colaborar con el proyecto. Huerta asegura que en el haber de UCIN ya hay una masa crítica de apoyos suficientes para elaborar candidaturas en unos treinta concejos, incluidos todos los más poblados de la región, así como las cabeceras de todas las comarcas, y para poner en marcha agrupaciones en más de cincuenta lugares. Si el partido aún no lo ha hecho, añade, es porque está aplicando filtros e inspeccionando a quienes se acercan a sus filas. «Somos prudentes porque a veces llama gente con muchos años en política y no queremos asumir manchas, antecedentes ni imputaciones. Iremos despacio, pero habrá más presentaciones este verano», predice.
UCIN nació en el 2012 sobre la base de 60 partidos de Castilla-La Mancha y busca ahora su implantación en la escena nacional a favor de las críticas al bipartidismo y el impulso por la renovación de la política. En Asturias, las iniciativas de ámbito local no son desconocidas para los votantes de muchos concejos. En este momento, Independientes por Noreña (IPN), Progreso Municipal de Sariego (Promusa), Candidatura Independiente Concejo de Soto del Barco (CISB) y Vecinos por Llanes ocupan las alcaldías de sus respectivos ayuntamientos. Promusa y CISB lograron mayorías absolutas indiscutibles, mientras que IPN y Vecinos gobiernan gracias a acuerdos de coalición. En Siero, Las Regueras, Bimenes, Nava, Piloña y Ribadesella también hay proyectos de ese tipo con representación en los plenos. Y, hasta cierto punto, por la figura legal exigida para completar a tiempo su participación en las elecciones del 2015, podría decirse que todas las corporaciones donde está representados Podemos, a través de sus diversas marcas, también cuenta con candidaturas vecinales entre sus integrantes.
Existe, por lo tanto, un sustrato sobre el que construir una plataforma de partidos independientes, pero el precedente más inmediato que invoca UCIN terminó en fracasó. En el 2011, Juan Morales, exportavoz parlamentario del PP en el Parlamento regional y antiguo aspirante a la dirección regional del partido, enfrentado a sus compañeros, dejó las filas populares y puso en marcha Independientes de Asturias (Ideas), un intento de conseguir un escaño autonómico gracias a la fuerza de los partidos locales. El proyecto acabó en fracaso. Morales apenas consiguió votos, perjudicado por otra ruptura con el PP, la de Francisco Álvarez-Cascos, que antes de aquellas elecciones puso en marcha Foro Asturias y se convirtió en el pasmoso ganador de los comicios y en breve presidente del Principado. Morales se reincorporó al PP en el 2014, con mucha publicidad, como símbolo de la reunificación de la derecha.
Huerta invoca ese ejemplo de Ideas entre sus motivaciones. El tiempo que falta hasta mayo del 2019 revelará si la iniciativa de agrupar bajo un mismo paraguas las candidaturas vecinales promovidas al margen de los partidos, ya sean de la vieja o de la nueva política, es sólido y tiene capacidad atracción y cohesión o, como ese antecedente, no consigue armar una estructura y un programa con gancho entre los electores. Lo que ofrece es libertad absoluta a las agrupaciones locales para elegir a sus candidatos y redactar sus programas, sin preocuparse de las potenciales contradicciones que eso pueda generar.