De Hunosa abajo: el sueldo de los altos cargos en Asturias

J. C. G.

ASTURIAS

Gregorio Rabanal, Pedro Sanjurjo, Carmen Moriyón, Delia Alonso, Javier Fernández y Santiago Fernández
Gregorio Rabanal, Pedro Sanjurjo, Carmen Moriyón, Delia Alonso, Javier Fernández y Santiago Fernández

Las diferencias retributivas son muy distintas para responsables electos o de libre designación, estatales o autonómicos y políticos o administrativos en las distintas administraciones

08 ene 2019 . Actualizado a las 08:52 h.

La llegada a la Moncloa del nuevo gobierno socialista presidido por Pedro Sánchez ha acarreado los lógicos relevos en buena parte de la estructura de altos cargos de organismos estatales. Uno de ellos ha sido el de María Teresa Mallada, la ingeniera de Minas y destacada militante del Partido Popular que ha ocupado la presidencia de Hunosa desde 2012. Con su relevo por el también ingeniero leonés Gregorio Rabanal, Mallada abandona el muy restringido grupo de los altos ejecutivos del sector público mejor pagados, en el horizonte del millón de euros. Según los datos del portal de transparencia de la SEPI -el organismo estatal del que depende Hunosa-, durante su paso por la presidencia de la carbonera habría cobrado algo más de 970.000 euros. El sueldo de su último ejercicio, según las retribuciones de 2017 aprobadas para Hunosa que son también las que se ha encontrado Rabanal a su llegada a la presidencia, son de 161.607,61 euros brutos anuales: 81.608 de base, 32.643 en concepto de complemento de puesto, 43.354 de complemento variable por cumplimiento de objetivos y otros 4.301 de retribuciones en especies y otros conceptos. Es el sueldo más alto de los cargos públicos que desempeñan su tarea en Asturias. Pero, ¿cuánto más alto? ¿Cuánto cobran los cargos públicos en la región? La distancia es grande respecto a cualquiera de los políticos y cargos de libre designación o de alta dirección en el Principado o los ayuntamientos asturianos, como también para el principal cargo estatal en Asturias, la Delegación de Gobierno.

De entrada, hay que resaltar que la jerarquía política o administrativa o la escala de las responsabilidades en términos territoriales no siempre se corresponde o guarda la proporción esperable con las diferencias retributivas. Por ejemplo, la alcaldesa de Gijón -la mejor pagada de entre los 78 regidores asturianos- tiene un sueldo apenas unos cientos de euros menor que el del Presidente del Principado y supera a los parlamentarios de la Junta General presentes en la Mesa del parlamento autonómico. El cambio de escala entre administraciones -de la central a la autonómica- marca la diferencia, como también el carácter electo o de designación directa de los cargos. De hecho, la más elevada de las retribuciones de cuantas cobra un cargo político en Asturias corresponde precisamente a la persona al frente de la Delegación del Gobierno, en este caso la recientemente designada Delia Alonso. El sueldo anual para este cargo designado directamente por el Ejecutivo español está fijado en 83.679,63 euros.

En el Principado

Todas las percepciones de cargos electos encuadrados en la estructura de la Comunidad Autónoma están a un buen salto por debajo de esa cota. En la cúspide de pirámide retributiva en los cargos electos de la Comunidad Autónoma se encuentra el presidente de la Junta General del Principado, Pedro Sanjurjo. Su sueldo está fijado desde el principio de esta legislatura en 68.236 euros anuales, mientras que la de la generalidad de los diputados y diputadas está en los 54.628 euros al año. Entre esas dos cifras se halla lo que ingresan por su trabajo parlamentario los portavoces en la Junta General (59.164 euros al año) y los parlamentarios presentes en la Mesa de la Junta, que acaban cada ejercicio con 63.700 euros de ingresos brutos.

Esta última cifra está muy cerca de la que marca el tope superior de lo que cobran los miembros del Ejecutivo autonómico. Es, lógicamente, el del Presidente, Javier Fernández: 64.985,66 euros anuales, que cobra exactamente lo mismo que todos sus consejeros (en todos los casos se incluyen dos pagas extra, en junio y diciembre). El máximo responsable técnico -el titular de la Secretaría General Técnica-, los directores generales y «cargos asimilados», perciben anualmente 55.73644 euros. Finalmente, los directores de las distintas agencias dependientes de la administración autonómica «y equivalentes» reciben - según el portal de transparencia del Principado, del que proceden todos estos datos- salarios anuales que oscilan entre los 48.836,787 y los 53.346,74 euros.

Donde las variaciones son mayores y donde los sueldos llegan bastante más allá de ese último arco es en los puestos técnicos de alta dirección responsables de algunos de los organismos, sociedades o fundaciones vinculados a las distintas administraciones. El techo lo marca, según los portales de transparencia disponibles en la web, el gerente del Consorcio de Gestión de Residuos de Asturias (Cogersa), Santiago Fernández, con una asignación anual de 118.301,08 euros. También por encima de aquella referencia se encuentran, por ejemplo, las retribuciones para Eva Pando, gerente del Instituto de Desarrollo Económico del Principado de Asturias, Eva Pando, de 64.301,60 euros al año.

En los ayuntamientos

Ya en las administraciones locales, el bastón de la alcaldesa de Gijón, la forista Carmen Moriyón, señala el punto más alto en los sueldos de sus cargos electos. La regidora gijonesa percibe 64.945,02 euros anuales por su desempeño. La cifra está 10.000 euros por encima de la segunda alcaldía en cuanto a sus emolumentos -la de Avilés, encabezada por la socialista Mariví Monteserín- y casi duplica la media de la de los alcaldes con dedicación exclusiva en los 39 concejos asturianos, que el año pasado se situaba en una media de unos 35.000 euros, pero con diferencias muy notables en el tramo bajo de las retribuciones: los poco más de 15.000 que cobra el alcalde de Bimenes, Aitor García, del PAS. No deja de ser llamativa en esa lista -atendiendo a la proporción entre el tamaño y la población del concejo y la cuantía de las percepciones- el sueldo anual del socialista José Ramón Feito, alcalde de Tineo, que tiene asignados casi 50.000 euros al frente de un municipio que no llega a los 10.000 habitantes.

Los concejales con plena dedicación en el ayuntamiento de Oviedo, empezando por la vicealcaldesa de Podemos Oviedo Ana Taboada, cobran 44.000 euros, aunque lo que realmente percibe son 39.000 euros, conforme a la autoimposición de los políticos de esta formación de no superar en sus sueldos el triple del Salario Mínimo Interprofesional, tomando como referencia el de 2015. Sus homólogos en Gijón ingresan cada año por su trabajo 52.073,84 euros. Entre esas dos referencias salariales se sitúa el sueldo de Mariví Monteserín, la alcaldesa socialista de Avilés, con 54.132 euros asignados al año. El caso del alcalde ovetense, Wenceslao López, queda fuera de esta comparativa, al estar ya en la jubilación. Su asignación anual en términos de dietas es de un máximo de 20.600 euros.

 Cargos de libre designación

Las percepciones salariales de cargos de libre designación y directivos en los diferentes organismos municipales supera en ocasiones con holgura lo que perciben los políticos electos. Así, por ejemplo, según el portal de transparencia del ayuntamiento de Oviedo la conflictiva plaza de director de la Fundación Municipal de Cultura tenía asignado un sueldo de 79.925,23 euros, a mucha distancia de lo que cobra su homóloga gijonesa, Raquel Fernández Huergo (algo más de 48.000 euros). La alta dirección en empresas y fundaciones municipales va desde esa cifra hasta los casi 53.000 euros en Gijón.

Otras retribuciones de altos funcionarios con responsabilidades igualmente de altura en las distintas administraciones salen definitivamente fuera del cuadro y superan incluso al mejor pagado de los cargos políticos en Asturias. Por ejemplo, el interventor del ayuntamiento ovetense tiene fijada una asignación próxima a los 90.000 euros, y el Secretario municipal gijonés roza el sueldo de la alcaldesa. A efectos salariales, sin duda, resulta más rentable aunque seguramente más arduo y lento, hacer carrera en la administración por la vía funcionarial que por la política. Al menos, si se está dispuesto a no salirse nunca de los caminos de la transparencia.