Fomento revisa sus 1.500 puentes y viaductos en Asturias cada 15 meses

Susana D. Machargo REDACCIÓN

ASTURIAS

PACO RODRÍGUEZ

El Estado contrata controles en profundidad cada cinco años. El Principado se encargada de la red autonómica

18 ago 2018 . Actualizado a las 11:57 h.

1.551 puentes y obras de fábrica. Ese es el número de estructuras en carreteras que el Ministerio de Fomento tiene contabilizadas en Asturias dentro de un inventario nacional, que consta de más de 25.000 elementos. Al Estado le corresponde conservar y evaluar las infraestructuras de su competencia. Al Principado, las suyas. Ambas administraciones tienen competencias en materia de carreteras y entre sus funciones destaca la obligación de velar por el buen estado de sus calzadas para que no se produzca ningún incidente como el derrumbe del viaducto de Génova, que ya lleva más de 40 muertos. 

El Ministerio de Fomento inspecciona todos esos puentes en tres niveles diferentes, con inspecciones básicas, principales y especiales. Como mínimo, todas estas estructuras se revisan cada 15 meses. Así lo especifica la Demarcación de Carreteras, perteneciente a la Delegación del Gobierno en el Principado.

El Ministerio de Fomento profundiza aún más en esta idea. La conservación de la red de carreteras del Estado se basa en tres tipos de contratos distintos. En las autopistas de peaje, como en es el caso del Huerna, el contrato obliga a la empresa concesionaria al mantenimiento de la carretera y a ejecutar las obras de paso de la misma. Tiene, además, que garantizar que la vía está abierta las 24 horas y 365 días al año en condiciones de seguridad y comodidad para el usuario. Los denominados contratos de autovías de primera generación son, básicamente, similares a los anteriores. La diferencia principal radica en el pago, ya que en este caso paga el Ministerio de Fomento un canon. El resto de la red viaria estatal está dividida en lo que se denomina «sectores de conservación». Existe un contrato de conservación por cada uno de estos sectores que se encargan de hacer la conservación ordinaria. «Si dentro de estos sectores se requiere una actuación de mayor envergadura se licitaría un contrato independiente», explican desde el Gobierno.

Una autovía en Puentes

La revisión y el control del estado de las infraestructuras son especialmente relevantes en regiones como Asturias. La orografía ha obligado a diseñar proyectos de gran envergadura que multiplican los puentes, viaductos y túneles para adaptar las modernas calzadas a la sinuosidad del trazado. Solo hace falta ver lo que ocurre con la autovía del Cantábrico. El exjefe de la Demarcación de Carreteras en Asturias, Ignacio García-Arango, en un artículo firmado a medias con otros colegas ingenieros de Caminos, publicado antes incluso del fin de las obras de la autovía del Cantábrico (A-8), hablaba precisamente de que «el puente es uno de los elementos más hermosos de las obras civiles» y apostillaba que «Asturias es una tierra que ama profundamente a sus puentes, de hecho uno de los lugares más emblemáticos, por todos conocido y por muchos visitado, es el medieval, mal llamado romano, de Cangas de Onís». En ese mismo artículo indicaba que solo en la parte oriental de la A-8, en los 89 kilómetros que hay entre Gijón y Llanes, existen 17 enlaces y 119 puentes, de los que 44 son pasos sobre la autovía, 50 son pasos bajo la autovía y 25 viaductos.

Más grande incluso es la concentración en el trazado occidental. El recorrido entre Avilés y el puente de Los Santos, en el límite con Galicia, es un ejemplo mejor. Hasta 43 grandes estructuras casi se encadenan en 100 kilómetros. Sobre ellas discurre el 14% del camino del trazado regional. La construcción incluye algunas estructuras singulares, como el puente atirantado de 907 metros que salva la desembocadura de los ríos Anleo y Navia, o el famoso arco de La Regenta, cuyos 194 metros de luz sustentan el viaducto Pintor Fierros, que salva el valle del río Cabo, en Cudillero. El ejemplo más ilustre de esa obra civil que deja impronta es precisamente el Arco de La Regenta. Su diseño obtuvo el prestigioso premio internacional de arquitectura Puente de Alcántara en 1998.

Inspecciones vitales

 Así que la inspección de su estado se convierte en algo vital en un Principado surcado de puentes y viaductos. ¿Cómo se articula? En los tres niveles referidos al principio de este artículo. Los controles básicos se llevan a cabo cada 15 meses en todos los puentes y obras de paso de más de un metro de luz. Las realiza el personal de mantenimiento de la carretera y tienen por objetivo detectar lo antes posible defectos que sean muy evidentes, así como hacer un seguimiento del estado de las estructuras. Cada cinco años se organizan las inspecciones principales. Se encargan de ellas personal especializado, a través de contratos centralizados que suelen cubrir varias provincias, tal y como indica el propio ministerio. Por último quedan las evaluaciones especiales. Estas se encargan en infraestructuras en las que ya haya detectado previamente alguna patología. «Además de realizarse por personal especializado, se suelen incluir mediciones mediante equipos de auscultación», puntualizan desde la Demarcación.

El puente de la AP-66 ubicado en Barrios de Luna, por ejemplo, es cosa de Aucalsa. Este singular paso elevado, ya dentro del tramo de Peaje del Huerna es uno de los que tiene que vigilar la empresa concesionaria. Fuentes de la compañía consultadas estos días por Diario de León afirman que la pasarela «se encuentra en perfectas condiciones y es constantemente auditado». Se trata de una estructura atirantada de 440 metros de luz.

También las carreteras autonómicas tienen que someterse a una estricta vigilancia. En este caso le corresponde a la Consejería de Infraestructuras del Principado. Hay ejemplos recientes y otros más antiguos. Entre los más modernos, están los puentes que han permitido completar el trazado de la autovía minera (AS-1) o de la AS-2, entre Oviedo y Gijón. La reciente modernización de la AS-17 -con la reparación del antiguo punto negro en la carretera de los túneles, entrada natural a la cuenca del Nalón- es otro buen ejemplo. La Voz de Asturias ha consultado sin éxito con este departamento para conocer cuáles son los procedimientos que se utilizan y con qué periodicidad.