El fallo concluye que corresponde a la empresa hacerse cargo de los gastos veterinarios
24 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.695,80 euros. Esa es la cantidad que deberá abonar la tienda de animales Xarrica Mascotes a un cliente por vender un cachorro enfermo. La cifra corresponde al dinero que tuvo que pagar la dueña del animal a distintos veterinarios para conseguir curarlo.
La Unión de Consumidores de Asturias (UCE Asturias) explica en su página web que, con motivo del día de Reyes, una de sus socias decidió compra a su sobrina un cachorro de perro hembra de tipo mestizo en una tienda de animales del centro comercial Caudalia de Mieres.
Según el contrato de compra-venta, al día siguiente la dueña debía acudir a un veterinario, designado por la clínica, para explorar al animal por si padeciera alguna enfermedad. Como el seis de enero es festivo nacional, la dueña no llevó al animal a esa clínica veterinaria hasta el día siguiente. Es decir, el siete de enero. En ese momento es cuando surgen los problemas, ya que la exploración constató que la mascota sufría varios problemas: «prurito, hernia umbilical y luxación de rótula que dificulta el caminar», según detalla la asociación de consumidores
Los lejos de mejorar, el estado de salud comenzó a empeorar, ya que, días más tarde y en otra revisión, la descamación continuó y «a pesar de seguir el tratamiento indicado durante las posteriores revisiones, las infecciones se extendieron a la garganta y al estado general de la perrita», especifica UCE. En el mes de marzo, la compradora acudió a la tienda de animales para interponer la correspondiente reclamación «no solo por la desatención sufrida hasta el momento, sino para solicitar que no se pongan a la venta animales con enfermedades y reclamar el dinero gastado en el tratamiento del animal».
La empresa de mascotas se negó a atender la reclamación por considerar que la parte compradora no se había ajustado a los términos del contrato, esto es, llevar al animal a realizar un examen dentro de las primeras 24 horas y por considerar que habían pasado dos meses sin que a Xarrica Mascotes se le haya informado de los problemas de salud del animal. Mientras tanto, la dueña acudió a otra clínica veterinaria con el cachorro donde se le aplicó un tratamiento distinto que acabó dando «resultados favorables».
La abogada de UCE, Alba Cuñado, intentó llegar a una solución amistosa entre las partes (dueña y vendedor), pero al no alcanzar ningún acuerdo, la asociación interpuso una demanda de juicio verbal reclamando las cantidades abonadas por la parte compradora en el cuidado y tratamiento de la perrita.
En la sentencia, según afirma UCE, la jueza admite la demanda y considera que el contrato firmado entre las partes es legal. La ley de consumidores incluye que los objetos y productos están sujetos a garantía. En este caso, «el animal se considera también como un bien de consumo pues el objeto último de una mascota es proporcionar compañía y disfrute personal», sostiene la asociación de consumidores.
En este caso, se eligió la reparación, es decir, el tratamiento de las infecciones en diferentes clínicas veterinarias debido a que «existía un vicio oculto en la compra, esto es, el animal ya estaba enfermo en el momento de su adquisición».
El fallo concluye que la tienda de mascotas no ha facilitado ninguna solución apropiada a la situación y a la empresa le corresponde hacerse cargo de los gastos ocasionados en los distintos veterinarios, condenando a la parte vendedora a abonar a la dueña del animal el pago de 695,80 euros, sin posibilidad, además, de recurso alguno.